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Los trucos que los supermercados usan para que compres más
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PSICOLOGÍA DEL CONSUMO

Los trucos que los supermercados usan para que compres más

Las grandes cadenas se sirven de impensables formas para que el número de productos en tu carrito aumente de forma exponencial. Aquí van algunas de ellas

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Las grandes cadenas de supermercados de nuestro país cuidan hasta el último detalle para que no te vayas de la tienda sin comprar uno o más productos que aparentemente no estaban en tu lista de la compra. Esto es evidente y numerosos estudios en psicología y comportamiento lo demuestran. Al fin y al cabo, su misión principal consiste en generar el mayor beneficio posible por cada cliente que pasa por la caja. Aunque sea en el último momento, como sucede cuando por fin el empleado de caja pasa tus productos por el escáner y dicta la más reciente oferta en pasta de dientes, nueces o bombones.

Foto: Un supermercado.

Por otro lado, es muy habitual caer en la tentación de las ofertas. Aunque parezca que sales ganando, nada más lejos de la realidad. Está todo perfectamente orquestado para que piques y pagues más. ¿Qué tipo de trucos utilizan las grandes superficies para hacer que no te vayas del establecimiento sin renunciar a otro producto? A continuación veremos una recopilación de ellos.

El tamaño del carrito

Muy sospechoso. Normalmente, hay de dos tipos, uno más grande y otro más pequeño. Pero en muchos supermercados solo poseen el de tamaño grande. Por ello, crearán la sensación psicológica de que necesitan ser llenados. Igualmente, su espacio está diseñado para que aunque ya haya unos cuantos productos, luzcan prácticamente vacíos. Por ello, por más que coloquemos espaguetis, arroz o lácteos, parecerán muy espaciosos. Esto activa el factor "una cosa más".

Los precios

El archiconocido truco de influir en la decisión de compra con el precio psicológico. ¿Cuáles son estos? Los que no están redondeados y se sirven de los céntimos para hacer creer al cliente que lo que está comprando tiene un valor económico mucho más bajo. Estos son, por ejemplo, 13,99 euros o también 9,90. Cuanto más se aproxime a una cifra entera, mejor.

La panadería, en la entrada

Aunque depende de cada establecimiento, si un supermercado pone el servicio de pan en la entrada es porque quiere que tu sentido del olfato se despierte y te entre el apetito. De esta forma, la mano se relajará a la hora de meter artículos en el carrito. A partir de ahora ya sabes por qué el horno está nada más entrar. Por otro lado, los que tienen la panadería en algún punto lejano de la puerta cumplen la función clara de hacer perderse al consumidor por sus pasillos antes de efectuar algo tan cotidiano como bajar a por el pan. Lejos o cerca de la puerta, la panadería es un enclave muy importante a la hora de diseñar los distintos espacios de un supermercado.

Si hay más pasillos, el cliente efectuará más paradas. Y ya se sabe, más paradas, más compras

Los artículos básicos, al fondo

Aceite, papel higiénico, papel de cocina, legumbres, conservas... los productos más imprescindibles y que más usamos, siempre al final. Piensa en un día en el que se te acaba el aceite o la leche. Pues bien, tendrás que recorrerte todo el supermercado para llegar hasta el tetra-brik de leche dichoso. Y sí, si creías que bajabas solo para eso, nuestros amigos publicistas ya te convencerán de todo lo contrario. También necesitarás té, galletas o hasta cereales... ya que no te ibas a tomar un solo vaso de leche e irte a la cama, ¿no?

Las marcas blancas, al lado de las buenas

Muy usado en cualquier supermercado con ciertas nociones de psicología. Al ser más baratos los productos de la marca de la casa, es decir, de la marca blanca, el ojo instantáneamente decidirá quedarse con el producto de marca blanca antes que con el otro. Eso sí, a no ser que seas tremendamente fiel a tu marca de confianza y te guste solo un tipo de producto que fabrique una firma determinada.

Cuántos más pasillos, mejor

El laberinto de productos cada vez se hará más y más grande. Si todavía vas con alguien y de repente te metes en el pasillo contrario para pillar una sola cosa de forma rápida, cuando vuelvas la otra persona ya se habrá ido de donde la dejaste, por lo que no te quedarás más remedio que dar vueltas hasta encontrarla. Si hay más pasillos, el cliente efectuará más paradas. Y ya se sabe, a más paradas, más compras. No hay nada que puedas hacer para resistir a la tentación.

El hilo musical

Algo que seguramente pase inadvertido: la música. ¿Siempre has pensado que se seleccionaba de forma aleatoria? Para nada. Cuanta más gente haya en el supermercado, más marchosa o enérgica; cuanta menos, más tranquila. Esto se hace para provocar la sensación de prisa o calma en el cliente. Si hay pocos, la cadena optará por la tranquilidad para que el consumidor se tome su tiempo y escoga pausadamente lo que quiere comprar. Si el supermercado está lleno, al contrario. La compañía imprimirá una sensación frenética para que te apresures y arramples con todo antes de que te lo quiten.

Las grandes cadenas de supermercados de nuestro país cuidan hasta el último detalle para que no te vayas de la tienda sin comprar uno o más productos que aparentemente no estaban en tu lista de la compra. Esto es evidente y numerosos estudios en psicología y comportamiento lo demuestran. Al fin y al cabo, su misión principal consiste en generar el mayor beneficio posible por cada cliente que pasa por la caja. Aunque sea en el último momento, como sucede cuando por fin el empleado de caja pasa tus productos por el escáner y dicta la más reciente oferta en pasta de dientes, nueces o bombones.

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