¿En qué piensa la gente que recurre a pseudoterapias en vez de a los médicos?

¿Qué les pasa por la cabeza a aquellos que se gastan dinero en homeopatía, aunque han leído una y mil veces que prácticamente compran agua y azúcar? El FECYT ha realizado una serie de entrevistas y ha descubierto que las personas que recurren a la pseudociencia no reniegan de la medicina tradicional. Sin embargo, se sienten desligados de los médicos.

Los autores de este estudio, según recoge SINC, creen que habría que "escuchar estas quejas para mejorar el sistema sanitario y hacer que menos gente dé el paso a pseudociencias peligrosas".

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Antonio Villarreal

Es una de las conclusiones de este estudio basado en entrevistas y seguimiento de 66 personas de diferentes ciudades, edades y clases sociales que eran consumidoras de forma habitual o esporádica de diversas terapias, como la acupuntura, la fitoterapia, el reiki o la homeopatía.

No son anticiencia

"Lo fácil es reírse y polarizar, llamarlos locos", asegura a SINC el sociólogo de la Universidad Autónoma de Madrid y autor principal del informe, Josep Lobera. Sin embargo, querían saber por qué estas personas que, en realidad no son "anticiencia" o "negacionistas", acaban confiando su salud a terapias sin evidencias científicas.

Estas terapias funcionan simplemente por el boca a boca y, aunque les falle, no se sienten decepcionados. De hecho, la mayoría de estas personas, según las entrevistas del FECYT, acudirían a la medicina tradicional ante un problema grave.

Muchos argumentan que la medicina les ha decepcionado, que se ha vendido de forma "corrupta" a los intereses de las farmacéuticas y "se ha alejado de las necesidades humanas”. Entre sus argumentos, la mayoría de los entrevistados indica los terribles efectos secundarios que describen la mayoría de prospectos de los medicamentos, mientras que “no interesa mostrar que hay alternativas sin efectos secundarios”.

Autocrítica de los médicos

Según Lobera, el estudio también recoge demandas lícitas, críticas que debería corregir el sistema de salud. Entre ellas figura que el poco tiempo que se dedica a los pacientes durante las consultas, las listas de esperas y el exceso de medicalización centrado en el síntoma y no con un enfoque integral.

El médico le atiende en tres minutos. Otro se pasa una hora con sus chakras

"Les duele la cabeza y les despachan en tres minutos, pero el otro se pasa una hora diciendo que sus chakras no están bien y sienten que les funciona porque sin tomar nada hacen unas respiraciones, se ponen la mano en la cabeza y se tranquilizan”, explica Lobera. Los investigadores del FECYT creen que la medicina actual está “expulsando” a muchos pacientes y lanzándolos en manos de la pseudociencia que les presta la atención que los médicos parecen no darles.

Lobera asegura que este estudio es "un síntoma de que algo está pasando", más allá de la medicina: "Hay un vínculo directo entre esto y problemas con la democracia a corto plazo". Teme que quien no se fía de los datos y las evidencias termine por hacer lo mismo fuera del contexto médico, apuntan desde Sinc.