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Cómo diagnosticar y tratar los vértigos recurrentes
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Cómo diagnosticar y tratar los vértigos recurrentes

Desequilibrio, inseguridad, náuseas... Son algunos de los síntomas que acompañan al vértigo y que pueden tener múltiples causas. Un diagnóstico certero es fundamental

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Decimos 'vértigo' y se nos vienen a la cabeza la obra maestra de Hitchcock, un giro en la montaña rusa o la incertidumbre ante un nuevo reto. Pero para las personas que sufren de vértigo, que conviven con él, esta palabra va mucho más allá y entraña un trastorno que puede ser sumamente incómodo y afectar gravemente la calidad de vida.

No es un fenómeno aislado. Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL-CCC), el 80% de la población ha sufrido algún episodio de este tipo en su vida y, aunque la mayoría de sus síntomas son leves, no dejan de ser bastante molestos. Por ello, constituyen un motivo de consulta frecuente, señala el doctor Rafael Ruiz-Rico, jefe del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Málaga: “El vértigo se confunde con cierta facilidad con un simple mareo, pero tiene una trascendencia mayor. Se trata de un síntoma que se produce habitualmente debido a una alteración en el sistema vestibular, una estructura situada en el oído interno que controla el equilibrio. Al alterarse el equilibrio, tiene un gran impacto en la calidad de vida del paciente, puede ser causa de accidentes evitables e incluso estar detrás de una enfermedad grave”.

Foto: Entre un 10 y un 20% de personas tienen problemas de reflujo. (Unsplash)

Tal y como explica el especialista, “es una sensación de movimiento en la que la persona afectada puede sentir que las cosas giran o bien que el que gira es uno mismo. La inestabilidad o desequilibrio, y a veces las náuseas, sudoración y vómitos, son otros de los síntomas que aparecen”.

Un episodio aislado no debe preocuparnos. Pero, como norma general, sí conviene acudir a la consulta ante síntomas de vértigo o mareo recurrentes, severos, repentinos o prolongados. La idea es que, si persisten en el tiempo o son muy intensos, el paciente acuda a un profesional especializado o, incluso, si se trata de una crisis muy aguda, a Urgencias. Es importante tenerlo en cuenta, ya que esta crisis puede ser la manifestación de una patología más grave, como un ictus o una alteración neurológica, por lo que su estudio y tratamiento son de verdadera importancia.

También es esencial diagnosticarlo y tratarlo con vistas a prevenir accidentes. “Es muy importante detectarlo en personas de edad avanzada para mejorar su calidad de vida y evitar caídas vinculadas a problemas de equilibrio —explica el otorrino—. Asimismo, el diagnóstico es importante para demostrar o descartar mareos en medicina legal o para pruebas de aptitud en pilotos o deportistas”.

Tipos de vértigo

Habitualmente, se clasifican en función de la localización de la enfermedad que lo causa:

  • Vértigo central: se debe a un trastorno del sistema nervioso. Los síntomas predominantes son inestabilidad, desequilibrio o inseguridad.
  • Vértigos periféricos: son los más frecuentes y están causados por la afectación del laberinto o del nervio vestibular, el que lleva la información del equilibrio desde el oído interno al cerebro. Los pacientes suelen presentar pérdidas de audición, así como zumbidos y presión en el oído.

Los periféricos más frecuentes son el vértigo paroxístico posicional benigno, la enfermedad de Menière y la neuronitis vestibular, que representan la mitad de las consultas por mareo y vértigo. Además de estos, existen otras alteraciones, como los tumores (neurinoma del acústico), traumatismos, tóxicos (medicamentos que lesionan el oído), infecciones o idiopáticos, que representan el 33% de estas consultas. Por último, aunque menos frecuentes, existen vértigos por afecciones de origen vascular, cervical o por esclerosis múltiple.

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Como vemos, el vértigo puede ser un síntoma causado por una enfermedad de mayor gravedad. Por eso es importante la consulta con el especialista ante episodios frecuentes de este trastorno, para así poder encontrar su origen. “Si bien es cierto que la búsqueda del origen del vértigo es compleja, unidades altamente especializadas como la nuestra cuentan con todo tipo de pruebas para llegar a la razón de ser del problema y encontrar el mejor modo de tratarlo”, tranquiliza el doctor Rafael Ruiz-Rico.

Una exploración detallada

Ante un paciente que acude a la consulta con estos síntomas, explica el experto, “lo primero que hacemos es una correcta evaluación del paciente, en la que prestamos especial atención a la limitación que el vértigo genera en la calidad de vida del paciente; a continuación, realizamos una minuciosa exploración otorrinolaringológica, es decir, de oídos, fosas nasales, boca y garganta (faringe y laringe)”. Además, se realizan una exploración neurológica, una audiometría o estudio de la función auditiva y, en caso de ser necesario, una exploración específica del aparato del equilibrio localizado en el oído, conocida como prueba vestibular computerizada completa. Si se considera necesario, se puede completar el estudio con resonancia magnética nuclear o TAC (tomografía axial computerizada) del oído y el cerebro.

“Normalmente, la historia clínica y las exploraciones, junto con la audiometría y la prueba vestibular computerizada completa, suelen dar una idea precisa de la localización del vértigo, de su causa y del tratamiento adecuado a seguir”, continúa el doctor Ruiz-Rico. En caso de no ser así, el paciente será explorado adicionalmente por un neurólogo especializado en este trastorno.

Existen otras herramientas tecnológicas de vanguardia para evaluar y diagnosticar los trastornos del equilibrio, como la posturografía, una prueba que permite detectar la estabilidad que tiene el paciente mediante una plataforma con sensores, o el test de impulso cefálico videoasistido (vHIT).

Una vez diagnosticado, llega el momento de tratarlo. Para ello, se utiliza la rehabilitación vestibular, que es una forma de terapia física enfocada al tratamiento del vértigo, mareo y desequilibrio. Este tipo de rehabilitación, explica el doctor Ruiz-Rico, “es el conjunto de técnicas que ayudan a conseguir que el funcionamiento del sistema del equilibrio vuelva a la normalidad tras sufrir una alteración. Cuando la función del conjunto de sistemas que nos ayudan a mantener la postura y a sentirnos equilibrados se ve alterada, el cerebro normaliza la situación favoreciendo la actividad de los órganos que han resultado dañados o sustituyendo dicha actividad por otros mecanismos; a esto se lo denomina compensación central. Esto posibilita la reducción del mareo, vértigo o inestabilidad causados por el oído interno o por trastornos de origen central y se consigue la reanudación de las actividades típicas de la vida diaria. En resumen, se trata de conseguir una mejora de la calidad de vida”.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Quirónsalud Málaga.

Decimos 'vértigo' y se nos vienen a la cabeza la obra maestra de Hitchcock, un giro en la montaña rusa o la incertidumbre ante un nuevo reto. Pero para las personas que sufren de vértigo, que conviven con él, esta palabra va mucho más allá y entraña un trastorno que puede ser sumamente incómodo y afectar gravemente la calidad de vida.

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