Asma, covid y otoño: por qué deberías estar atento a esta combinación

Los constantes cambios de temperatura propios del otoño suelen llevar consigo no solo un incremento de los resfriados, sino también una mayor proliferación de los ácaros y la intensificación de ciertas enfermedades, en especial las de carácter alérgico, como el asma. Si a ello le sumamos los problemas respiratorios que puede ocasionar el covid, no parece extraño que las personas asmáticas vivan con inquietud este momento.

Y no son pocas: de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en España la prevalencia del asma es de tres millones de personas. Tal y como explica Enrique Martí, jefe de servicio de Alergología del Hospital Universitari Sagrat Cor, en Barcelona, “es una afección en la que con facilidad se estrechan y se dilatan las vías respiratorias provocando un aumento de la mucosidad. Esta oclusión puede dificultar la respiración y provocar tos, silbido al respirar y falta de aire”.

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Aunque no todos los pacientes se ven afectados de la misma manera, generalmente suelen referir los siguientes síntomas:

• Falta de aire.
• Dolor u opresión en el pecho.
• Problemas para dormir causados por la falta de aire.
• Pitido o silbido al respirar que puede oírse al exhalar y que empeora con un virus respiratorio, como el resfriado.

Para algunas personas, el asma es solo una molestia menor fácilmente controlable, mientras que para otras puede suponer un serio problema; de hecho, en casos extremos se pueden dar ataques agudos de asma que llegan a poner en riesgo la vida. Como explica el experto, "el ataque de asma, también llamado exacerbación asmática, se produce por una inflamación e hinchazón de las vías respiratorias. Los músculos que se encuentran alrededor de las vías respiratorias se contraen y generan más mucosidad, estrechando los conductos respiratorios [bronquiales]".

Aunque no se trata de una enfermedad estacional, se intensifica en las épocas en que la temperatura y la humedad favorecen el desarrollo de los ácaros. Por tanto, las personas asmáticas tienen más posibilidades de sufrir una crisis o ataque de asma en otoño, ya que la exposición a diferentes ácaros y alérgenos es mayor que en otras épocas del año.

En cuanto a los desencadenantes, “también varían de una persona a otra y pueden comprender los siguientes: altos niveles de polen, incremento de los ácaros del polvo, humo del tabaco, esporas del moho, pelaje de mascotas o animales, perfumes o productos de limpieza con aromatizantes en formato aerosol…”.

Buscar calidad de vida

El asma es una enfermedad crónica que no tiene una curación definitiva; no obstante, sí es posible ofrecer un tratamiento que otorgue una buena calidad de vida. Para ello, es importante establecer un diagnóstico temprano que permita gestionar y tratar la enfermedad adecuadamente. Como ejemplo de ello, podemos recordar que numerosos deportistas de élite y campeones son asmáticos.

Es fundamental, subraya Martí, “conocer cuáles son los síntomas habituales y reconocerlos, así como incluir las siguientes medidas en nuestra rutina diaria para evitar una posible crisis asmática”:

• Evitar objetos que acumulen polvo y que sean difíciles de limpiar, como alfombras, peluches, libros, etc.
• Mantener una limpieza en el hogar: suelos, paredes u otras superficies que puedan acumular polvo.
• Utilizar fundas especiales antiácaros en almohadas y colchones.
• Cambiar y lavar las sábanas con frecuencia a una temperatura de 60º y secarlas al sol.

• Ventilar la casa a primera hora de la mañana.
• Limpiar el polvo con aspirador provisto de filtro HEPA o depósito de agua, y sobre todo no levantar polvo al barrer.
• Usar filtros antialergénicos para el aire acondicionado en casa y en el coche.
• Evitar en lo posible ambientes contaminados, además del humo de tabaco.

La sombra del covid

Por otra parte, las personas asmáticas han vivido la pandemia con especial preocupación, ya que se trata de una infección que ha afectado con mayor intensidad a quienes tenían patologías previas. En este sentido, y teniendo en cuenta que el covid ataca principalmente el sistema respiratorio, se ha estudiado de qué manera las personas con asma podían o no presentar un mayor riesgo de que la infección de coronavirus sea más grave.

Hasta el momento, no parece haber evidencias que nos hagan pensar que las personas con asma sean más propensas al contagio; no obstante, sí se ha visto que se puede producir un empeoramiento de los síntomas respiratorios. Por otra parte, también se ha sugerido que el asma puede ser un factor protector: la clave podría estar en que el tratamiento para el asma es eficaz para controlar la inflamación inducida por este virus. Como señala el especialista, "por una parte, el asma es una afectación de las vías respiratorias, y ahí es donde el virus desarrolla su faceta más agresiva; pero, por otro, la medicación inhalada de base con antiinflamatorios, que tienen como primera línea terapéutica los pacientes asmáticos, puede ejercer un rol atenuante en el desarrollo de una potencial afectación".

La conclusión es que "hay estudios en marcha, pero se necesitan más datos". En lo que no hay dudas, concluye el doctor Martí, es en lo que respecta a la prevención: "La vacunación covid para las personas asmáticas es totalmente recomendable, y no tiene contraindicaciones".

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitari Sagrat Cor.