Dani García anuncia el cierre de su restaurante 3 estrellas Michelin

Cuatro semanas se han cumplido desde que el restaurante del chef Dani García en el hotel Puente Romano de Marbella (que lleva su propio nombre) recibiese la tercera estrella Michelin. Ahora, a través de las redes sociales, el triestrellado cocinero ha anunciado que el próximo 22 de octubre de 2019 será el último día que su restaurante marbellí estará abierto.

El chef, muy conocido por su excelente trato del atún rojo y por su reinterpretación de la cocina tradicional andaluza, ha anunciado que tras 20 años de trabajo y de alcanzar la tercera estrella los retos son otros. En concreto, como el propio cocinero ha aclarado: "Llevaré mi visión de la gastronomía de Andalucía a todos los rincones y públicos del mundo", lo que deja claro que esta temporada no va a ser la última del chef, pero sí de su restaurante.

Se ha caracterizado por su trato cercano y por abrazar el rol de director y dueño de un grupo que ya tiene 4 restaurantes, aunque como hemos dicho, a finales del año que viene serán solo tres (siempre y cuando no haya una apertura sorpresa). Discípulo de Martín Berasategui, con quien empezó a empaparse de cocina en 1996 y a quien admira profundamente (en sus propias palabras, Dani García dice "compartir su ADN como cocinero").

Tras pasar por los fogones del afamado cocinero vasco, se fue a trabajar el restaurante Tragabuches, un proyecto familiar donde tan solo con 25 años consigue su primera estrella Michelin. Después, en su restaurante Calima consigue convertirse en biestrellado, lo que lo pone entre los mejores chefs de España (y eso ya es un gran logro).

Su gastronomía se basa en el sabor y el producto andaluz. Ejemplo de estos son algunos de sus platos como las aceitunas nitro aliñadas, el ajoblanco y ciruela, el caviar, puchero andaluz y lengua o su famosísimo tartar de atún o toro de Barbate, caviar y gazpacho verde.

Y al igual que el chef he hecho este importante anuncio a través de las redes sociales, también ha sido protagonista de polémicas en el mismo escenario, como su reproche a los (valga la redundancia) críticos que le reprochan que no sea él quien cocina los huevos o corta las cebollas (cosa a la que él responde con un "por supuesto que no"), o sus discusiones a través de Instagram con algunos críticos de ciertos aspectos de sus platos, como la utilización de productos que no se han dejado crecer.