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Los peligros del ibuprofeno para nuestro estómago
  1. Bienestar
quita el dolor (y lo provoca)

Los peligros del ibuprofeno para nuestro estómago

Algo tan simple como haber comido antes puede ahorrarnos muchos quebraderos de cabeza con este analgésico, que es un irritante estomacal que puede provocar problemas serios

Foto: Foto: iStock.
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Más de 44 millones de cajas de ibuprofeno compramos los españoles en el año 2016, según la lista de fármacos más vendidos publicada por el Ministerio de Sanidad. Esta molécula, que es comúnmente comercializada en forma de pastillas, es un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que se utiliza para el tratamiento de la fiebre, el alivio de determinados tipos de dolor y para la reducción de la inflamación de determinadas afecciones como la artritis reumatoide o la gota.

Además, aunque todos los medicamentos puestos a la venta en España tienen que pasar unos controles durísimos y extraordinariamente exigentes que valoren tanto su efectividad como seguridad, el ibuprofeno parece ser más potente que su otro gran competidor: el paracetamol. Lo que los diferencia son los riesgos que suponen cada uno: el paracetamol es bastante seguro (su umbral de sobredosis se sitúa en 7.000 mg diarios), pero el ibuprofeno no, dado que su umbral de toxicidad está en los 3.000 miligramos, puesto que el consumo continuado puede tener horribles efectos en nuestra salud. En un estudio de los investigadores G. Doyle, S. Furey, R. Berlin y su equipo se concluyó que una dosis máxima de 1.200 mg al día durante 10 días está bien tolerada por el estómago.

Corrosivo

El ibuprofeno es un irritante de nuestro epitelio estomacal (que, doblado, forma la mucosa estomacal). Asi lo aseguraba ya en el año 1992 un estudio de Vrinda R. Shanbhag, A. Michael Crider, Rajeev Gokhale, Anju Harpalani y Ronald M. Dick ,de la Universidad del Noreste de Louisiana, en Estados Unidos, en el que se explica que de entre todos los antiinflamatorios no esteroideos, "los medicamentos 1 (ibuprofeno) y 16 (naproxeno) liberan ácido carboxílico, que en contacto directo con la pared estomacal provocan irritación y úlceras gástricas".

Lo negativo del ayuno

El problema fundamental al tomar estas píldoras con el estómago vacío es que la pastilla se pega a la pared estomacal, liberando su contenido (y sus ácidos carboxílicos) en una zona extraordinariamente pequeña, debilitando la barrera más todavía. Si, por el contrario, se ha ingerido comida con anterioridad a la medicación, esta actuará a modo de barrera protectora. La píldora se disuelve igual y es igual de irritante, pero el espacio sobre el que actúa es mucho mayor (la totalidad del estómago).

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Por supuesto, no todo es tan fácil. En un estudio de D. Siemon, J. X. De Vries, F. Stötzer, I. Walter-Sack y R. Dietl, de la Universidad Policlínica de Heidelberg, en Alemania, se explicaba que "las bajas concentraciones de ibuprofeno durante las tres horas posteriores a su ingesta sugieren que su eficacia disminuye cuando se ingiere después de comer".

Protectores

Es aquí donde entra en juego el medicamento que hasta 2015 era el más vendido de nuestro país, con un total de 54,4 millones de envases: el omeprazol. Este es un inhibidor de la bomba de protones o, dicho de otro modo, dificulta a la pared gástrica producir ácido clorhídrico, lo que hace que el contenido estomacal sea menos agresivo y, por tanto, se irrite menos.

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Es un mediacamento que se receta mucho más de lo necesario. De hecho, según la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), "entre el 54% y el 69% de las prescripciones de IBP (inhibidores de la bomba de protones) son inadecuadas". Se ha usado como remedio para todo, aprovechando su aparente ausencia de efectos secundarios (aunque el propio prospecto avisa de que puede provocar estreñimiento, náuseas, vómitos, inflamación, mareos e incluso convulsiones).

De todos modos, los beneficios que este medicamento puede proporcionar a nuestro organismo frente a los efectos que tiene el ibuprofeno sobre el sistema digestivo son más que notables. Es por eso que la recomendación oficial es consumir omeprazol por las mañanas, antes de la ingesta de ibuprofeno, si el tratamiento con este analgésico se va a extender durante más de dos semanas. Eso sí, los efectos del protector gástrico no son inmediatos, sino acumulativos. Es por esto que si vamos a tomar ibuprofeno 3 días, tomar este inhibidor de la bomba de protones para 'proteger' nuestro estómago no nos hará ningún bien. En todo caso, lo único que hará será meter más fármacos en nuestro sistema.

Más de 44 millones de cajas de ibuprofeno compramos los españoles en el año 2016, según la lista de fármacos más vendidos publicada por el Ministerio de Sanidad. Esta molécula, que es comúnmente comercializada en forma de pastillas, es un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que se utiliza para el tratamiento de la fiebre, el alivio de determinados tipos de dolor y para la reducción de la inflamación de determinadas afecciones como la artritis reumatoide o la gota.

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