Qué hacer cuando alguien se asfixia por atragantamiento

El instinto les hace llevarse las manos a la garganta. Esa es la señal universal que delata que en nuestra presencia alguien se está asfixiando por culpa de un atragantamiento. Pero hay más 'luces de alerta': dificultad para respirar o respiración ruidosa, tos, piel que se enrojece y luego se pone pálida y azulada, labios y uñas que se tornan azules y oscuras o pérdida de conocimiento.

El atragantamiento está ya en los primeros puestos de la negra lista de muertes no naturales en España. Concretamente, en el tercero, superando incluso a las causadas por los accidentes de tráfico. Y el problema va en aumento. Una de las iniciativas para bajar las cifras de fallecimientos por esta causa arrancó en 2015. Se trata de SOS Respira, de la Fundación Mapfre, que desarrolló una aplicación móvil, disponible en iOS y Android, en la que se explica a través de vídeos cómo actuar para revertir un atragantamiento.

"Las cifras demuestran que, en lugar de descender, están aumentando los casos de muerte por atragantamiento"

Óscar Picazo, responsable de la misma, comenta a Alimente que desafortunadamente “los datos del INE muestran que, en lugar de que los casos estén descendiendo, las cifras han evolucionado a peor. De hecho, mientras que en 2012 se contaban unas 1.400 muertes por atragantamiento en nuestro país, pasamos a 1.800 en 2015 y a más de 2.300 en 2017. Por tanto, la tendencia no es esperanzadora. A ello puede contribuir el paulatino envejecimiento de la población, ya que las dificultades en la deglución se acentúan a edades avanzadas y pueden facilitar el atragantamiento”. Por todo ello, saber actuar ante un ahogamiento puede salvar vidas y todos, en un momento dado, podemos estar en esta situación.

De hecho, ante la asfixia por atragantamiento si no se reacciona con rapidez entre el minuto 4 a 6 hay daño cerebral posible; entre los 6 y 10 minutos, daño cerebral probable, y a los 10 minutos, muerte cerebral probable.

Tampoco están tranquilos con las estadísticas al otro lado del Atlántico, donde se publicó un trabajo en la prestigiosa revista ‘Pediatrics’ que muestra un aumento vertiginoso de los casos de atragantamiento por ingestión de cuerpos extraños en 21 años de estudio en menores de seis años. Así, tal y como documentan investigadores del Nationwide Children´s Hospital, que analizaron los datos del Sistema Nacional Electrónico de Vigilancia de Accidentes (NEISS, por sus siglas en inglés), la tasa de ingesta de cuerpos extraños por cada 10.000 niños aumentó de 9,5 en 1995 a 18 en 2015. La cantidad estimada de casos entre niños menores de seis años casi se duplicó, de aproximadamente 22.000 o aproximadamente 61 por día en 1995 a casi 43.000 o 118 por día en 2015.

Según la investigación, las ingestas de cuerpos extraños involucraron con mayor frecuencia a niños entre uno y tres años de edad (62%). Las monedas fueron el tipo más frecuente de objetos ingeridos (62%), seguidas por los juguetes (10%), las joyas (7%) y las baterías (7%). Poco más del 10% de los niños ingresaron en el hospital como resultado de su ingestión.

Los investigadores reconocen: ”Mientras que las baterías representan solo el 7% de todos los casos, pueden causar un daño considerable cuando se ingieren. Este aumento es preocupante porque su ingesta aumentó 150 veces durante el periodo de estudio. Las baterías de botón, que se encuentran en artículos cotidianos como juguetes, llaveros y tarjetas de felicitación, representan el 86% de las ingestas”.

Lara Montes, jefa del servicio de Urgencias del Hospital HM Sanchinarro (Madrid), confirma la tendencia al alza de los casos en los países occidentales: “Así es. Estudios como este indican un aumento en los últimos 20 años, así como las muertes por este motivo registradas en el INE”.

Causas

Tanto esta especialista como Óscar Picazo insisten en que los principales motivos de la obstrucción de la vía aéreas son por alimentos en adultos, seguida de los accidentes con objetos además de con alimentos, en el caso de niños pequeños. “En los adultos, el aumento de enfermedades neurológicas (alzhéimer, párkinson o ELA), psiquiátricas o trastornos propios de la longevidad como alteraciones en la masticación y dificultades al tragar son las razones frecuentes que están detrás de estos incidentes. También lo son la ingesta de drogas o alcohol, así como alteraciones relacionadas con la edad”. En el caso de los niños, “el incremento podría deberse al mayor número de piezas pequeñas en juguetes y dispositivos electrónicos”, apostilla la doctora Montes.

Medidas preventivas

• Menores. “En el caso de bebés y niños hay que mantener objetos como canicas, cuentas, tachuelas, globos de látex y monedas fuera de su alcance, sobre todo entre menores de 3 años, así como evitar que los más pequeños tomen salchichas, nueces, trozos de carne, queso o jamón, uvas, dulces duros o pegajosos y palomitas de maíz”, recuerda el responsable de SOS Respira. Se suma a ello la necesidad “de que coman sentados y sin distracciones”, agrega la especialista de Hospital Universitario HM Sanchinarro.
• Adultos. Es conveniente cortar los alimentos en piezas pequeñas, masticar lenta y correctamente, especialmente cuando se usa prótesis dental, no comer mientras se camina y evitar la ingesta excesiva de alcohol antes y durante las comidas.

Como reaccionar ante un atragantamiento

“Es muy importante mantener la calma en todo momento y actuar con rapidez, ya que nos encontramos ante una emergencia tiempo-dependiente y los segundos cuentan. En primer lugar, hay que saber distinguir entre un atragantamiento leve (la persona puede toser) o un atragantamiento grave”, recuerda Óscar Picazo.

En el primer caso, “basta con observar (nunca dar golpes en la espalda) y si se prolonga la situación, llamar al 112. Si se trata de un atragantamiento grave (la persona no puede toser, respirar ni emitir sonidos), se debe iniciar inmediatamente la secuencia de actuación y pedir que alguien avise al 112. La secuencia comprende golpes intercapulares seguidos de la conocida maniobra de Heimlich. En caso de pérdida de consciencia, habría que iniciar las maniobras de resucitación cardiopulmonar”, agrega.

"A los bebés hay que ponerlos sobre el regazo con la cabeza hacia abajo y darles 5 palmadas entre los omoplatos"

En el caso de los menores de un año, como apunta la doctora Montes, “hay que apoyarles en el regazo con la cabeza hacia abajo y darles 5 palmadas entre los omoplatos. Si sigue la obstrucción, ponerles boca arriba, hacer 5 compresiones en tórax”.

Este especialista quiere hace una llamada de atención sobre la campaña SOS Respira y el impacto que ha tenido hasta el momento: “Se trata de un programa de sensibilización puesto en marcha por Fundación Mapfre, la Federación de Asociaciones de Cocineros y Reposteros y la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias. Está dirigido a toda la sociedad, con especial atención a todos los ciudadanos y también al colectivo de hostelería y restauración”.

Su objetivo, insiste, “es difundir la forma correcta de actuar ante un atragantamiento para reducir las cifras de muertes por esta causa. A través de talleres en bares y restaurantes, empresas y la vía pública, ha llegado ya desde 2016 a más de 62.000 personas y 8.000 bares y restaurantes de toda España, además de tener presencia en países como Colombia, Perú o Puerto Rico. También pone a disposición una app de descarga gratuita (SOS Respira) que a través de vídeos y texto enseña cómo actuar”.

También en las escuelas

“Sería muy importante que este tipo de actuaciones se enseñaran en los colegios y durante todo el ciclo educativo de forma periódica para conseguir que la ciudadanía supiera actuar al estar formada. En países nórdicos se ha conseguido mejorar las tasas de supervivencia gracias a este tipo de actuaciones”, indica.

De la misma opinión se muestra la doctora de Urgencias, que defiende: “Debería ser parte de las habilidades que se adquieren durante la etapa escolar. Existe una iniciativa que cuenta con el soporte de la OMS, Kids Save Lives, a través de la cual se han implantado cursos de reanimación en colegios. En algunos países como Dinamarca, Francia o Portugal existe legislación con programas similares a estas edades”.