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Descubren que es posible alterar la microbiota con la dieta
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Descubren que es posible alterar la microbiota con la dieta

Nuestra flora intestinal está siendo investigada con ahínco en los últimos años, pero todavía no se había probado que tan solo la alimentación fuera capaz de alterarla, hasta ahora

Foto: Foto: iStock.
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Hace casi 2.500 años, el reconocido como padre de la medicina, el médico griego Hipócrates, realizó una de sus citas más famosas: "Deja que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento". Quién le hubiera dicho a esta figura histórica que dos milenios después se averiguaría que, en efecto, tenía toda la razón del mundo. No son ningún misterio algunas de las correlaciones más directas entre alimentos y efectos en nuestro organismo. Por ejemplo, si todos los días comemos para desayunar, comer y cenar huevos fritos con chorizo, nuestros niveles de colesterol y de grasa corporal se dispararán hasta niveles peligrosos en muy poco tiempo.

Ahora, para honrar todavía más a Hipócrates, un grupo de científicos estadounidenses han descubierto que determinados tipos de alimentación producen cambios en nuestra microbiota y estos son totalmente dependientes de la calidad de la dieta que estemos siguiendo. Esto es una revolución, pues, aunque sabíamos que inevitablemente la alimentación alteraba el estado de nuestra flora intestinal, creíamos que para llevar a cabo cambios radicales en ella había que recurrir a los probióticos. Estos son una serie de alimentos (normalmente fermentados) y medicamentos, completamente repletos de bacterias propias de un aparato gastrointestinal sano. Bombardeando nuestro sistema digestivo con ellas podemos forzar la aparición de un microbioma más diverso y, por tanto, saludable.

"En un estudio anterior descubrimos que el HEI-2005 está asociado a un menor riesgo de cáncer pancreático"

El estudio, publicado por los investigadores Li Jao, María Vélez, Joseph F. Petrosino y el resto de su equipo del Baylor College of Medicine, en Houston, Texas, describe cómo tiene lugar este proceso y cuál es la dieta que deberíamos seguir, pues recordemos que una microbiota sana se relaciona con una menor prevalencia de un gran abanico de enfermedades. "En este estudio, en vez de investigar dietas concretas, nos hemos centrado en los hábitos alimentarios recogidos en el 'Healthy Eating Index (HEI)-2005' (en lo que se basa la Guía Dietética para los Americanos, publicada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos)", explica la doctora Li Jiao, autora principal del estudio. Y no se centraron en esta guía en vez de en una dieta determinada por nada: "En un estudio anterior descubrimos que el HEI-2005 está asociado a un menor riesgo de sufrir cáncer pancreático", apostilla la doctora Jiao.

Otra de las novedades que aporta este trabajo científico es que, en todos los anteriores que investigaron cosas similares, las muestras de las microbiotas de los sujetos de estudio se basaron en análisis de sus muestras fecales, mientras que en este, todas las muestras han sido obtenidas de biopsias de la pared intestinal realizadas durante colonoscopias a pacientes de entre 50 y 75 años de edad. Esto es de gran relevancia, pues como explica la investigadora, "sabemos que el microbioma intestinal es diferente del que se obtiene de las muestras fecales y, por tanto, está más relacionado con la inmunidad y las interacciones huésped-microbioma".

Los resultados

En su trabajo, los investigadores descubrieron que aquellos pacientes que seguían una dieta de alta calidad, tal y como la define la 'Dietary Guidelines for Americans' (alta en frutas, verduras y granos integrales, y baja en azúcares añadidos, alcohol y grasas sólidas), contaban con una mayor abundancia de bacterias beneficiosas, como aquellas que tienen propiedades antiinflamatorias. Por el contrario, se descubrió que aquellos pacientes que seguían una mala dieta tenían una población bacteriana peor, con mayor presencia de 'fusobacteria', un organismo que se ha relacionado con una mayor prevalencia de cáncer colorrectal.

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Como explica la doctora Jiao, "otros factores, como la edad, nuestro código genético o determinadas medicaciones también juegan un papel en el riesgo de enfermedad, pero no podemos modificarlos. Por el contrario, la dieta puede ser alterada y, por tanto, proporciona una estrategia para cambiar nuestro microbioma y conseguir más salud. Dicho de otro modo: modificar la microbiota a través de la dieta puede ser una buena estrategia para reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas".

Hace casi 2.500 años, el reconocido como padre de la medicina, el médico griego Hipócrates, realizó una de sus citas más famosas: "Deja que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento". Quién le hubiera dicho a esta figura histórica que dos milenios después se averiguaría que, en efecto, tenía toda la razón del mundo. No son ningún misterio algunas de las correlaciones más directas entre alimentos y efectos en nuestro organismo. Por ejemplo, si todos los días comemos para desayunar, comer y cenar huevos fritos con chorizo, nuestros niveles de colesterol y de grasa corporal se dispararán hasta niveles peligrosos en muy poco tiempo.

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