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Enrique Baraza: el hombre que sí venció al cáncer de páncreas
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Día Mundial del Cáncer

Enrique Baraza: el hombre que sí venció al cáncer de páncreas

Es el tumor más agresivo porque cuando da la cara, en el 80% de los casos ya ha causado metástasis. Por eso los especialistas aconsejan acudir al médico ante el menor síntoma, ya que la detección precoz permite una cirugía curativa

Foto: El doctor Meneu, junto a su paciente Enrique Baraza. (Jorge Álvaro)
El doctor Meneu, junto a su paciente Enrique Baraza. (Jorge Álvaro)

A Enrique Baraza, de 62 años, maestro en Villarrobledo (Albacete), le llevó menos de diez minutos intuir cuál iba a ser la decisión más importante de su vida: escoger al cirujano que le operaría de un cáncer de páncreas era la acertada.

“Fue una revelación a los pocos minutos de estar en su consulta y sin conocernos previamente. Su forma de explicarme todo el procedimiento de forma directa, sin tapujos. Me transmitió confianza desde el principio con sus indicaciones. Y tranquilidad: me demostró que sabía muy bien que el paciente tiene el derecho a saber toda la información y la obligación de asumirla como camino para enfrentarse a la realidad. Pero, sobre todo, que sabe muy bien lo que hace cada día tras las puertas del quirófano”. Las palabras de agradecimiento son para su doctor, Juan Carlos Meneu, jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Ruber Juan Bravo, 49-Grupo Quirónsalud.

"En 2019 se calcula que se diagnosticaron 8.169 nuevos casos en nuestro país"

“Es una gran responsabilidad. Las personas tardan meses en tomar decisiones que afectan a su vida diaria como qué casa comprar, dónde ir de vacaciones…. Realmente asombra y es un gran honor que alguien que no te conoce de nada ponga rápidamente su vida en tus manos”, admite el doctor Meneu.

Altamente agresivo

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), “el cáncer de páncreas es un problema de salud importante, a pesar de que no presenta una alta incidencia en la población, pero sí una elevada mortalidad. Es tremendamente agresivo”.

En Europa se estima que presenta una incidencia de 78.000 casos nuevos al año, mientras que en Estados Unidos es de 32.000. “En los últimos años estamos presenciando un aumento de su incidencia. Así, en el año 2019 se calcula que se han diagnosticado 8.169 nuevos casos en nuestro país. Además, se sabe que en el año 2017 este tumor constituyó la tercera causa de muerte por cáncer con 6.868 fallecimientos”, apunta la institución.

Para poder hacerle frente se requiere un equipo multidisciplinar experto en este tipo de cirugías, que trabajan bajo el paraguas de hospitales que ponen a su disposición todos los medios. “La maquinaria tiene que estar totalmente preparada como una gran orquesta en la que cada emergencia y cada imprevisto se puedan resolver porque cuentas con los profesionales, los avances y los protocolos imprescindibles. Esta es una de las claves para salvar la vida de un paciente. Pero, sobre todo, coger el tumor a tiempo para poder realizar una cirugía”, enfatiza el experto.

placeholder El doctor Meneu, junto a Enrique Baraza. (Jorge Álvaro)
El doctor Meneu, junto a Enrique Baraza. (Jorge Álvaro)

Y se explica: “Muchos de ellos suelen mirar para otro lado cuando sufren molestias o no saben clasificar bien los síntomas. En ocasiones, simplemente, ni acuden al médico, tal vez para tratar de ignorar que sí está pasando algo. Cuando se notan bultos en la zona abdominal, se pierde peso o apetito de forma no intencional, hay fatiga, coágulos sanguíneos, ictericia, diabetes o, incluso, depresión hay que acudir a consulta de forma inmediata”, aclara el especialista.

Porque el cáncer de páncreas es un tumor silente que cuando da la cara, en un 80% de los casos ya ha causado metástasis y porque, desafortunadamente, la ciencia aún no ha dado con la ‘varita mágica’ que permita hacer chequeos rutinarios a la población que contribuyan a detectar su presencia en los estadios iniciales.

“No tenemos una mamografía o una colonoscopia como sucede en el cáncer de mama y el de colon, respectivamente, que nos faciliten la labor de ‘detective’ del páncreas. Por eso es tan importante que los pacientes acudan al médico de forma precoz ante la aparición de los síntomas”.

El objetivo

Por lo tanto, gran parte del esfuerzo para reducir las muertes por su causa se ha centrado en diagnosticar la enfermedad antes, identificando genes asociados a ella o proteínas en la sangre que la señalan en fases tempranas. Pero nos topamos con un muro porque no se recomiendan pruebas genéticas generalizadas, y los biomarcadores de sangre aún están tratando de validar su utilidad en fases de investigación.

Enrique hizo bien los deberes. Acudía a su doctora ante cualquier signo y no faltó a sus chequeos rutinarios. Su historia comienza como la de muchos otros afectados por la enfermedad: con el padecimiento de pancreatitis aguda, un factor de riesgo junto a la edad, el tabaquismo, la obesidad, los antecedentes familiares y la diabetes.

“La primera fue en 2003. Mi doctora, Elena Caneiro, me hacía chequeos, bien con ecografía, bien con resonancia magnética. Nunca falté a ninguno y acudía al menor síntoma. Pero en mi última revisión, las cosas no estaban claras. Cuando recogí las pruebas, volví a casa y le dije a mi mujer que algo no iba bien. Pone tumoración”, cuenta Enrique.

El mundo se le vino encima: “Tomamos la decisión de afrontar el problema. Mi doctora me aconsejó hacerme una biopsia en otra ciudad. Y me vine a Madrid. Fue entonces cuando empezó todo mi seguimiento en el Hospital Quirónsalud. Se confirmó la existencia de cáncer y que había que operar. Yo pensé en luchar y ponerme en manos de los médicos. Como tenemos un familiar doctor, le pedimos consejo. Él consultó con varios de sus colegas, que apuntaron hacia el doctor Meneu para optar por una segunda opinión. Curiosamente, está en el mismo grupo Quirónsalud y pedimos cita”.

La cirugía de Enrique

placeholder Foto: Unsplash/@nci.
Foto: Unsplash/@nci.

El caso de Enrique es de los “complicados, pero de los que sabes que tienes la alternativa porque su enfermedad se cogió a tiempo. Padecía el tumor en la cabeza del páncreas, la localización más frecuente (un 80%). Le expliqué que había que quitar el 50% del páncreas, el 50% del estómago, la vesícula biliar, el duodeno completo y los conductos biliares extrahepáticos. No dijo nada, solo: lo que usted diga”.

Ni a los peluqueros les gustan tanto las tijeras ni a los cirujanos usar de más el bisturí. “Pero hay que ir más allá de la localización del tumor, establecer una zona de seguridad, que nos permita cerrar al paciente sabiendo que nos hemos asegurado de limpiar de posibles metástasis la zona afectada”.

"Le quitamos el 50% del páncreas, el 50% del estómago, la vesícula biliar, el duodeno completo y los conductos biliares extrahepáticos"

Y así despertó Enrique, con su médico al lado, tras esta intervención tremendamente larga. “Es muy duro para los familiares que están esperando respuestas”, declara el cirujano. Fue al primero que vio tras dormir un sueño inducido sin saber si llegaría a despertar. Y así, él escuchó de su doctor que todo había ido bien. “Le llevamos a la unidad de cuidados intensivos, pero hubo complicaciones y tuve que decirle que teníamos que volver a abrir para asegurarnos de que todo estaba bien, porque las analíticas reflejaban valores patológicos. Me emocionó su reacción. Me dijo: adelante no pasa nada”, recuerda el especialista.

Enrique ha pasado ya parte del protocolo de revisiones que determinan si está o no limpio de su enfermedad. Primero cada tres meses y ahora cada seis. Y hay esperanza de sobra.

El futuro

Actualmente se están estudiando varios enfoques de tratamiento nuevos. Estos se encuentran bajo el paraguas de las terapias dirigidas, medicamentos que atacan específicamente las células cancerosas o las estructuras que soportan los cánceres, y podrían ser útiles o alternativas a la quimioterapia tradicional.

Existen diferentes tipos de este tratamiento. Algunos medicamentos en esta categoría se dirigen a los receptores del factor de crecimiento epidérmico (proteínas que promueven el crecimiento de células cancerosas); erlotinib (Tarceva), actualmente aprobado para su uso con gemcitabina, funciona de esta manera, por poner un ejemplo.

Y como en otras muchas ocasiones, la esperanza también es española. Un equipo nacional ha logrado, por primera vez en ratones, eliminar por completo el cáncer de páncreas, un avance que abre la vía al desarrollo de terapias efectivas contra este tipo de tumores, que tiene una elevadísima tasa de mortalidad.

El equipo, liderado por el doctor Mariano Barbacid, jefe del grupo AXA del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha conseguido este descubrimiento combinando la eliminación de dos dianas moleculares (denominadas EGFR y c-RAF) relacionadas con el gen responsable de la iniciación de más del 95% de este tipo de tumores (el oncogen KRAS).

Enrique Baraza destila felicidad y agradecimiento, tanto al equipo médico en su conjunto, liderado por el doctor Meneu, como a su familia, que siempre ha estado a su lado. Su día a día transcurre como el de cualquier otra persona que no ha pasado por este duro trance. “Ando a diario, sigo una dieta sana y equilibrada, me cuido, y no hay nada que no pueda hacer. Lo cierto es que ya me cuidaba antes de la enfermedad".

A Enrique Baraza, de 62 años, maestro en Villarrobledo (Albacete), le llevó menos de diez minutos intuir cuál iba a ser la decisión más importante de su vida: escoger al cirujano que le operaría de un cáncer de páncreas era la acertada.

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