La hortaliza que cuida tu corazón y te ayuda a perder peso
Este vegetal disminuye la presión sanguínea, tiene un alto contenido en fibra y posee un sabor y un color muy característicos que dan mucho juego a la hora de cocinar
Su intenso color rojo y su sabor dulce hacen que destaque entre el resto de hortalizas. Nos referimos a la remolacha, un vegetal con múltiples propiedades beneficiosas para el organismo: tiene una alta concentración de nitratos que contribuyen a reducir la presión sanguínea, disminuir la posibilidad de padecer complicaciones cardiovasculares y, por ende, aumentar el rendimiento deportivo al mejorar la gestión del oxígeno. Además, es una gran fuente de fibra y un alimento que ayuda a tener un intestino en buen estado y a controlar el apetito, siendo así un buen aliado en dietas para bajar o mantener el peso.
Todo esto, sumado a sus capacidades antiinflamatorias y antioxidantes, hacen de la remolacha una hortaliza a tener en cuenta en el día a día. Sobre todo porque se trata de un alimento muy versátil, por eso en Alimente vamos a explicar cómo usarla en la cocina a través de diferentes recetas.
Gazpacho o salmorejo
Dos recetas tan típicas de España como el gazpacho y el salmorejo pueden elaborarse con remolacha para así variar su sabor y aspecto. Usando esta hortaliza en lugar del tomate se logra un gusto más dulce y un color rosado que resulta muy llamativo. Para hacer ambos platos, basta con seguir la receta tradicional y sustituir los tomates por las remolachas, que deberán ser peladas y cocidas previamente para que, al batir todos los ingredientes, estén bien blandas y liberen su jugo.
Hummus
El hummus de garbanzos es una receta que destaca por lo polivalente que resulta a la hora de admitir otros ingredientes en su preparación. La remolacha es uno de ellos. Su incorporación crea un plato que llama la atención por lo visual y que cautiva con su sabor, ya que mantiene el gusto característico de esta crema típica de los países árabes y mediterráneos y, además, añade el punto dulce de esta hortaliza. Solo hay que incluir la remolacha cocida al proceso de elaboración del hummus y batirla con los garbanzos, el aceite, el limón, el tahini y las diferentes especias empleadas.
Risotto
Un plato que puede sorprender a todos los comensales es el risotto de remolacha. Esta le aporta un color granate que destaca frente al típico arroz blanco o amarillo, así como un sabor y una cremosidad muy características. Es tan simple como seguir la receta tradicional haciendo un sofrito de verduras sobre el que se incorpora y se cuece el arroz. La remolacha entra en juego, tras haberla cocido y triturado para formar una especie de puré homogéneo, al final de la cocción del arroz y antes del parmesano, para finalizar después removiéndolo todo.
Carpaccio
El carpaccio más típico se hace con ternera o carnes rojas como el ciervo o el buey, pero también se puede preparar con otros ingredientes como la remolacha para hacer una receta diferente. En lo visual, se parece al carpaccio original, pero es mucho más ligero y constituye una gran opción como entrante. Solo hay que cortar la remolacha en láminas finas, colocarlas en un plato, enfriarlas y servirlas posteriormente con el clásico aderezo de zumo de limón, vinagre balsámico y aceite de oliva. Sin olvidar las lascas de queso parmesano y las hojas de rúcula.
Asada
Una de las maneras más sencillas e interesantes de cocinar las remolachas es asándolas al horno. De esta manera, logran una mayor consistencia y se pueden utilizar como guarnición para platos de carne y pescado o como ingrediente en ensaladas. Basta con lavarlas adecuadamente, cortarlas en mitades o gajos, rociarlas con aceite de oliva, añadir sal, pimenta y especias al gusto -como podrían ser hierbas provenzales, tomillo o romero- y hornearlas durante 50 minutos a unos 200ºC. El resultado son unas hortalizas tiernas y jugosas.
Su intenso color rojo y su sabor dulce hacen que destaque entre el resto de hortalizas. Nos referimos a la remolacha, un vegetal con múltiples propiedades beneficiosas para el organismo: tiene una alta concentración de nitratos que contribuyen a reducir la presión sanguínea, disminuir la posibilidad de padecer complicaciones cardiovasculares y, por ende, aumentar el rendimiento deportivo al mejorar la gestión del oxígeno. Además, es una gran fuente de fibra y un alimento que ayuda a tener un intestino en buen estado y a controlar el apetito, siendo así un buen aliado en dietas para bajar o mantener el peso.
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