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¿Los suplementos son buenos para la salud o pueden mandarte al hospital?
  1. Bienestar
la vitamina K, peligrosa

¿Los suplementos son buenos para la salud o pueden mandarte al hospital?

Estas sustancias prometen ser el bálsamo de Fierabrás, pero en determinados casos, ya sean para adelgazar, para tener más energía o incluso para estar más sanos (como los vitamínicos), pueden acabar poniendo en riesgo nuestra salud

Foto: Foto: Unsplash/@the_tonik.
Foto: Unsplash/@the_tonik.

Nuestros cuerpos son asombrosos. Si tenemos en cuenta los miles de procesos químicos y físicos que están teniendo lugar en este mismo momento en nuestro interior mientras estamos sentados leyendo este artículo, podremos vislumbrar la complejidad y perfección de una de las máquinas más alucinantes del mundo. Todo se encuentra en su justa medida. De todos modos, dado que la naturaleza no es comunista, no todos funcionamos igual de bien: unos son más altos, otros más guapos, algunos más fuertes y otros más enfermos. Son estos últimos los que requieren nuestra atención. De entre todas las formas de enfermar que existen, las más frecuentes son: que algo no funciona como debería, que tenemos algo que no debería estar ahí (como un veneno) o que nos falte algo. De entre todas las cosas que nos pueden faltar, las más comunes son los nutrientes. Estos son todos los compuestos químicos que obtenemos a través de la dieta y que nos sirven para que nuestro cuerpo funcione.

Por suerte para algunos, la ciencia ha avanzado lo suficiente como para poder solucionar una gran variedad de enfermedades, entre ellas las carencias dietéticas (ya sea porque tenemos un problema de absorción debido a nuestra genética o, simplemente, porque no consumimos determinados alimentos en cantidad suficiente).

Los suplementos de vitamina K pueden reducir la capacidad que tiene la warfarina de prevenir que la sangre forme trombos

Es posible que deseemos mejorar nuestra bioquímica para que nuestro cuerpo funcione mejor. Para lograr este objetivo, una gran cantidad de personas a lo largo y ancho del mundo recurre a los suplementos, no solo de vitaminas y otros nutrientes esenciales, sino también a moléculas diseñadas para perder peso, ganar músculo o tener más energía. Ahora, un grupo de investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard han descubierto que estos suplementos hechos para mejorarnos pueden producir enfermedades y muy graves.

En la Universidad de Harvard, los científicos Flora Or, Yongjoo Kim, Juliana Simms y S. Bryn Austin se preguntaron si los suplementos diseñados para la pérdida de peso, el aumento de la masa muscular o la generación de energía que consume la gente joven (niños, adolescentes y adultos menores de 25 años) tenían efectos sobre su salud. Para llevar a cabo su trabajo científico, los investigadores utilizaron los datos del FDA Adverse Event Report System, un sistema estadounidense en el que la Food and Drug Administration (FDA), la máxima organización federal en lo que a fármacos y alimentos se refiere, registra todos los casos de ingresos o consultas médicas debidas al consumo tanto de medicamentos como de comidas y, en este caso, también de suplementos. Se centraron en todos los ingresos hospitalarios debidos a reacciones adversas a estos suplementos entre los años 2004 y 2015. En total, registraron y estudiaron un total de 1.392 eventos de reacciones adversas.

placeholder Foto: Unsplash/@kate_gliz.
Foto: Unsplash/@kate_gliz.

De esos 1.392 casos estudiados, en 977 se vinculó la ingesta de un solo suplemento a los síntomas del paciente. Un 40% de los casos "incluían condiciones médicas de severa importancia, como muertes y hospitalizaciones", explican en su estudio los investigadores. Su autora principal, la investigadora Flora Or, asegura que "la FDA ha advertido en innumerables ocasiones sobre los peligros de los suplementos para la pérdida de peso, la generación de músculo o el aumento de la función sexual y la mejora de la actividad. Sabemos que estos productos están, en gran medida, anunciados con los jóvenes como público objetivo".

De los 977 casos estudiados, los investigadores reportan que los suplementos vendidos para adelgazar, ganar musculatura o los de tipo 'energético' se asociaron con una probabilidad un 300% mayor de sufrir enfermedades de gravedad que aquellos que eran tan solo vitaminas. Además, estos productos vendidos para 'mejorar la función sexual' o para la 'limpieza del colon' producían un riesgo de acabar en el hospital un 200% mayor que las vitaminas. Otro de los autores, el profesor S. Bryn Austin, añade que "los médicos reputados no recomiendan los suplementos alimentarios de los que trata este estudio. De hecho, otros estudios los han relacionado con gravísimas enfermedades como los infartos, el cáncer testicular, el daño hepático e incluso la muerte".

¿Y los nutricionales?

La primera pregunta que nos deberíamos hacer si nos estamos planteando tomar suplementos vitamínicos o de cualquier otro nutriente es: ¿de verdad me falta? Nuestro organismo necesita una cantidad X de nutrientes para funcionar, tener más no nos va a proporcionar ningún beneficio y, en algunos casos, puede resultar contraproducente.

Foto: Foto: Unsplash/@kaylamaurais.

Por ejemplo, desde los National Institutes of Health de Estados Unidos avisan de posibles efectos secundarios de suplementos medicinales y/o nutritivos. Estos están principalmente relacionados con la inefectividad de otras medicinas que estemos tomando:

  • Los suplementos de vitamina K pueden reducir la capacidad que tiene la warfarina, un anticoagulante natural que circula por nuestra sangre, de prevenir que esta forme trombos.
  • La hierba de San Juan puede aumentar la velocidad a la que multitud de medicinas se descomponen en nuestro organismo, lo que reduce su efectividad (entre ellas se encuentran algunos antidepresivos, la píldora anticonceptiva, las medicaciones para el corazón, los fármacos anti-VIH y las indicadas para los transplantes de órganos).
  • Los suplementos de antioxidantes como las vitaminas C y E pueden reducir la eficacia de algunos tipos de medicación usada para la quimioterapia.

No son medicinas, pero los suplementos tienen efectos en nuestro cuerpo. Saber cuáles son y ser muy conscientes de qué estamos tomando, cuándo, en qué cantidad y por qué es esencial. Además, hacerlo con la supervisión de un profesional sanitario es todavía mejor y, en España, no hay razón para no preguntarle a nuestro médico de cabecera.

Nuestros cuerpos son asombrosos. Si tenemos en cuenta los miles de procesos químicos y físicos que están teniendo lugar en este mismo momento en nuestro interior mientras estamos sentados leyendo este artículo, podremos vislumbrar la complejidad y perfección de una de las máquinas más alucinantes del mundo. Todo se encuentra en su justa medida. De todos modos, dado que la naturaleza no es comunista, no todos funcionamos igual de bien: unos son más altos, otros más guapos, algunos más fuertes y otros más enfermos. Son estos últimos los que requieren nuestra atención. De entre todas las formas de enfermar que existen, las más frecuentes son: que algo no funciona como debería, que tenemos algo que no debería estar ahí (como un veneno) o que nos falte algo. De entre todas las cosas que nos pueden faltar, las más comunes son los nutrientes. Estos son todos los compuestos químicos que obtenemos a través de la dieta y que nos sirven para que nuestro cuerpo funcione.

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