La yerba mate: más antioxidantes que el té verde
Es un indispensable de la cultura de muchos países de Sudamérica. Ya sea por tradición o por simple entusiasmo por su sabor, esta bebida sigue en la cresta de la ola y con razón
Muchos argentinos no conciben la vida sin su célebre té mate. Lo cierto es que pocas culturas cuentan con una bebida tan icónica y representativa como esta particular yerba que obsequia a sus contumaces consumidores con un sinfín de beneficios, además de con momentos de relax único y especialmente cotizados en estos tiempos acelerados.
El mate resulta muy nutritivo, pues contiene vitaminas B1, B3, C y minerales como el potasio, el magnesio, sodio y fósforo. También merece mención su carácter digestivo, estimulante y antioxidante. Además, llegadas estas fechas se convierte en la bebida favorita de los estudiantes argentinos y uruguayos (donde su consumo también está fuertemente afianzado) pues, al parecer, les ayuda a sobrellevar las exigentes horas de estudio gracias a la cafeína.
Sin ir más lejos, los nativos guaraníes fueron quizás los primeros en tomar mate y apreciar este reprís que les otorgaba su consumo. “Los españoles notaron que llevaban con sus armas una pequeña bolsa de cuero con hojas trituradas y tostadas”, cuentan en la web de Yerba Mate Argentina.
Así es el té mate que empieza a extender sus dominios más allá de Argentina y que se hace fuerte en España. De hecho, es tal su capacidad de conquista que Viggo Mortensen, tras haber vivido parte de su infancia en este país, es un consumidor habitual de yerba mate. Vamos a indagar un poco en las razones para incorporarlo en nuestra vida. Porque ¿de dónde viene esta ancestral costumbre?
Argentina, la principal productora
“Esta antigua hierba proveniente de las selvas de América del Sur es una bebida exclusiva que se produce a través de la fermentación de mate y otros ingredientes naturales, con una combinación original de cafeína y tanino. Es menos dulce que un refresco, pero más suave que una infusión de mate. Puede tomarse solo o mezclado con tu bebida favorita, siempre bien frío”, explican en Club Mate.
En cualquier caso, es un error pensar que los argentinos son los mayores consumidores de mate. De hecho, según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) este honor corresponde a Uruguay, aunque el principal productor es Argentina.
Tampoco hay que perder de vista a Brasil y Paraguay, que también la consumen con bastante devoción. Incluso los árabes la toman, aunque en mucha menos cantidad y debido a sus virtudes digestivas.
Y si creíais que el té verde era el colmo de lo saludable, es que todavía no conocéis al té mate. Según afirman en el INYM, “tiene un 90% más de antioxidantes que el té verde, propiedad que contribuye a mejorar las defensas naturales del organismo y lo protegen contra el daño celular que causa que el cuerpo se deteriore”.
Además, el té mate requiere más tiempo de elaboración que el más cotizado de los jamones curados dado que la planta necesita cuatro años para crecer y poder ser cosechada. Una vez recogida, deberá permanecer al menos un año en depósitos especialmente acondicionados. En ellos se controlarán tanto la humedad y temperatura a fin de obtener un producto de calidad repleto de aroma e intensidad.
En la variedad está el gusto
Lo cierto es que la ancestral bebida se ha reinventado y ofrece nuevas versiones para que el hartazgo por su sabor sea prácticamente imposible. Elegir el más adecuado será una difícil tarea para los debutantes del mate.
- Mates más suaves. Las marcas del mercado tienen un 70% hojas secas y trituradas y un 30% de palo. Con este último ingrediente se atenúa su sabor.
- Mates más intensos. En este caso suprimimos el palo de la ecuación y obtenemos un mate de mayor intensidad y sabor.
- Yerba mate compuesto. Además del mate, se le añaden hierbas adicionales como el boldo, el tilo, la manzanilla o el poleo, entre otras. De esta manera, reforzamos las propiedades antioxidantes y energizantes del mate con las propiedades que nos brindan las hierbas naturales citadas.
- Yerba mate saborizada. La receta perfecta para los innovadores del sabor que no quieren despedirse de este símbolo cultural. Así, en el mercado se pueden encontrar una gran variedad de yerbas elaboradas con esencias naturales y sabores cítricos (como el pomelo, el limón o la naranja) y un cariz más exótico como frutos del bosque y tropicales.
- Yerba mate para tereré. En este caso, la molienda es más gruesa. Pero ¿qué es el tereré? “El tereré es una bebida típica del Paraguay y del litoral de la Argentina. Se toma con agua fría o jugos naturales”, cuentan en INYM.
Es muy nutritivo: contiene vitaminas B1, B3, C, así como potasio, magnesio, sodio y fósforo
- Yerba mate barbacuá. El mate se somete a un proceso de secanza que ya empleaban los nativos guaraníes. De hecho, 'barbacuá' significa 'tostado' en la lengua de estas tribus. En concreto, las hojas quedan expuestas al calor del fuego durante todo un día, lo que le acaba atribuyendo un ligero sabor a ahumado.
- Yerba mate soluble o mate instantáneo. “La yerba mate soluble se elabora a partir de mate cocido concentrado. Luego se le extrae toda el agua mediante el sistema de spray similar al utilizado para otros productos instantáneos”, explican en Yerba Mate Argentina.
Por supuesto, el mate exige que completemos el ritual bebiendo este rico brebaje en un recipiente hecho de calabaza, madera o de otro material similar. En algunos países, se llama guampa, mate o porongo.
Muchos argentinos no conciben la vida sin su célebre té mate. Lo cierto es que pocas culturas cuentan con una bebida tan icónica y representativa como esta particular yerba que obsequia a sus contumaces consumidores con un sinfín de beneficios, además de con momentos de relax único y especialmente cotizados en estos tiempos acelerados.
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