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Esto es lo que pasa cuando este hongo se reproduce en tu intestino
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Así se manifiesta

Esto es lo que pasa cuando este hongo se reproduce en tu intestino

La candidiasis intestinal por crecimiento excesivo de la cándida puede causar problemas serios para la salud, como afecciones digestivas, lesiones en la piel, fatiga crónica y depresión. En su tratamiento la dieta juega un papel clave

Foto: Foto: iStock.
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Muchos tenemos cándidas viviendo en nuestro intestino, en general se encuentran en escasa cantidad y de manera poco activa. En una persona sana, la cándida es un agente inofensivo que convive en armonía con el resto de componentes de la microbiota, formando un pequeño ecosistema útil para el correcto funcionamiento del organismo. Cuando su equilibrio se ve afectado aparecen los problemas. Este desequilibrio de la microbiota se denomina disbiosis.

La candidiasis intestinal es un tipo de disbiosis y sucede cuando la cándida se reproduce, volviéndose agresiva. Por un lado, se produce inflamación intestinal, lo que favorece la aparición de otras alteraciones en la microbiota, en este caso, el sistema inmune se activa para defenderse y extiende la inflamación a otras partes del organismo. Por otro lado, cuando las propias cepas de la cándida se vuelven patógenas liberan unas micotoxinas que pueden pasar al torrente sanguíneo y causar daños significativos en distintas partes del cuerpo.

placeholder Foto: Unsplash/@rominafa.
Foto: Unsplash/@rominafa.

Los problemas derivados de la candidiasis pueden ser muy diversos y variados, ya que realmente genera un cuadro muy extenso y confuso. A continuación, citamos algunos de los más generales o comunes:

  • Problemas digestivos como pueden ser diarrea, gases e hinchazón abdominal.
  • Infecciones como la candidiasis vaginal, una enfermedad frecuente en mujeres. Sin embargo, la infección por cándida puede afectar también a los genitales masculinos, como a la próstata, o causando enrojecimiento, hinchazón y dolor en el glande.
  • Problemas en la piel como eccemas, erupciones localizadas o rash, que es una irritación generalizada que se presenta en distintas partes del cuerpo.
  • Propensión a alergias muy sintomáticas, como alergias estacionales y a los ácaros que se encuentran en el polvo.
  • Las cándidas producen unas micotoxinas que son neurotóxicas, por lo que es frecuente que aparezcan síntomas de cansancio, cambios de humor, irritabilidad, ansiedad, pérdida de memoria, desmotivación e incluso depresión.

Glosario de patologías

Cabe decir que la aparición de candidiasis puede intensificar la sintomatología de ciertas enfermedades, al mismo tiempo que estas patologías pueden provocar su aparición. Estas son algunas de las más frecuentes que se conocen hasta ahora:

  • Enfermedad inflamatoria intestinal: enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.
  • Enfermedad celiaca.
  • Síndrome de activación mastocitaria.
  • Enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, enfermedad de lupus y tiroiditis.

Como comentábamos, la composición de la microbiota es un equilibrio delicado que se puede ver alterado por distintos factores.

¿Cuáles son los factores que favorecen su aparición?

  • La dieta es uno de los grandes contribuyentes. Después de todo, nuestra microbiota se alimenta de lo que comemos. La cándida prolifera más con una dieta alta en almidones y carbohidratos simples. Podemos decir que le encanta el azúcar, por lo que los alimentos como las tortas, postres o cualquier otro que contenga azúcar refinado son las favoritas de este hongo. De hecho, se piensa que la gente que tiene un problema de candidiasis siente más antojo por cosas dulces, porque la cándida 'pide comida'.
placeholder Foto: Unsplash@/Americanheritagechocolat.
Foto: Unsplash@/Americanheritagechocolat.

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  • El uso de antibióticos. Normalmente todos los microorganismos viven en equilibrio y cuando los tomamos, muchas bacterias mueren facilitando el sobrecrecimiento de otros organismos como la cándida. Para contrarrestar este efecto se recomiendan los probióticos, ya que ayudan a equilibrar el balance de la flora intestinal.
  • Los fármacos antiácidos como el omeprazol o el pantoprazol también facilitan los distintos tipos de disbiosis. El ácido del estómago es un potente antibiótico que mata microorganismos que vienen en la comida, al suprimirlo, muchos de estos pueden colonizar el intestino. Hay otros fármacos, como los anticonceptivos orales, los corticoides y otros inmunosupresores y la quimioterapia, que también favorecen sobrecrecimiento de la cándida.
  • El alcohol, por sí mismo, aumenta el riesgo de padecer candidiasis, especialmente las bebidas fermentadas, como la cerveza, el vino, el champán y la sidra, entre otros.
  • Los problemas digestivos crónicos también favorecen la alteración del delicado equilibrio de nuestro aparato digestivo, provocando cambios en el pH intestinal, déficit de enzimas digestivas o trastornos en la motilidad intestinal.
  • El estrés afecta de muchas maneras a nuestra salud y una de ellas es alterando el 'ambiente' de nuestro intestino, al disminuir la secreción de ácido y otras sustancias.
  • Otros factores pueden ser los cambios hormonales que por ejemplo se producen en el embarazo y en la menopausia. También debido a muchas enfermedades que disminuyen las defensas, como el VIH, enfermedades autoinmunes y cáncer, entre otras.

¿Cómo saber si se tiene sobrecrecimiento de cándida?

Si bien es cierto que se trata de un mal un tanto común, en realidad es muy poco conocida su naturaleza. Diagnosticar la candidiasis intestinal no siempre es fácil, puesto que no existe una prueba que nos dé una valoración certera. Aun así, existen algunos test que nos pueden ayudar: Cuestionario de síntomas, medir anticuerpos IgG, IgM e IgA anticándida y el estudio de complejos inmunes circulantes para cándida. Asimismo, se puede mirar la existencia de ácidos orgánicos en orina o en los cultivos de heces.

Soluciones

La candidiasis intestinal tiene solución y en su tratamiento la dieta juega un papel fundamental. La eliminación de azúcares simples y la reducción al máximo de otros carbohidratos como los almidones es una medida importante para no alimentar a este hongo. Junto a esta, se suelen recomendar medicamentos antifúngicos, que son como antibióticos que evitan el crecimiento de este tipo de hongos, estos pueden ser farmacéuticos o derivados de plantas. Los probióticos también ayudan a reequilibrar la microbiota, así como otras medidas no menos importantes, como reforzar el sistema inmune, manejar el estrés, hacer ejercicio y dormir adecuadamente. Todo esto condiciona la 'calidad' del microclima en el que crecen los microorganismos intestinales.

Lo más recomendable en todo caso es que si se sospecha este problema se consulte con un profesional especializado en este tipo de trastornos, para hacer un adecuado diagnóstico y seguimiento.

Ana Esteban es médica y consultora nutricional, lleva más de 15 años en una Unidad de Cuidados Intensivos. Trabajó en el Hospital Clínico de San Carlos de Madrid y actualmente en Hospiten Rambla, en Santa Cruz de Tenerife. Con el fin de darle un enfoque más integral a su práctica ha ampliado sus conocimientos en nutrición, suplementación y hábitos de vida en prestigiosas escuelas extranjeras como Bauman College, Holistic Nutricion Lab, American Institute of Integrative Cancer Care, entre otras. Sobre salud intestinal se ha formado con grandes especialistas en la materia, como la Dra. Allison Siebecker, la Dra. Nirala Jacobi o el Dr. Jason Hawrelak (www.probioticadvisor.com), entre otros.

Muchos tenemos cándidas viviendo en nuestro intestino, en general se encuentran en escasa cantidad y de manera poco activa. En una persona sana, la cándida es un agente inofensivo que convive en armonía con el resto de componentes de la microbiota, formando un pequeño ecosistema útil para el correcto funcionamiento del organismo. Cuando su equilibrio se ve afectado aparecen los problemas. Este desequilibrio de la microbiota se denomina disbiosis.

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