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La vitamina que habla de tu salud y predice tu riesgo de muerte
  1. Bienestar
Estudio observacional

La vitamina que habla de tu salud y predice tu riesgo de muerte

Está de moda y cada día se conoce un poco más de lo que es capaz de hacer por nuestro bienestar. Lo último que se ha encontrado es que la cantidad de vitamina D circulante en la sangre es un buen predictor de enfermedades

Foto: Foto: Unsplash/@marc_schulte.
Foto: Unsplash/@marc_schulte.

La vitamina D es una de las estrellas del momento. Los científicos se han volcado en su estudio, y con razón, porque, como explicó el Dr. Ángel Durántez en su blog en Alimente, la mayoría de las células del organismo tienen un receptor para esta sustancia, por lo que cualquier alteración (por ejemplo, deficiencia) va a tener consecuencias en diferentes órganos.

Una parte pequeña de la vitamina D que hay en nuestro organismo procede de la dieta (pescado azul, huevos, hígado, lácteos), pero la mayoría se obtiene de la exposición al sol. La paradoja es que, a pesar de lo sencillo que es conseguir la vitamina necesaria (basta con exponerse a los rayos del sol unos 15 minutos, tres veces por semana), buena parte de la población tiene carencia. La situación es llamativa en España, donde entre el 40% y 60% de los ciudadanos presenta este problema, una cifra que alcanza el 80% en los ancianos.

La pandemia de covid-19 ha disparado el interés por la vitamina D debido al papel fundamental que tiene en el sistema inmunitario

Los déficits vitamínicos se han asociado tradicionalmente a raquitismo y a una mala salud ósea, pero la realidad es que todos los sistemas orgánicos se resienten si les falta la D. Con la pandemia de covid-19, el interés de los científicos se ha redoblado debido al importante papel que juega en el sistema inmunitario. Y ajustándonos a la infección por el SARS CoV-2, diferentes voces sostienen que el peligro (y la gravedad) de covid-19 crece cuando los niveles de vitamina D son bajos. La última comunicación en este sentido la han hecho investigadores de la Universidad de Chicago en la revista 'Jama Network' , como recogía ayer Alimente.

Formas más importantes

Por tanto, no es de extrañar que este principio activo haya sido un tema para el debate durante el Congreso de la Sociedad Europea de Endocrinologia, celebrado esta semana. Un equipo internacional, dirigido por el doctor Leen Antonio, del Hospital Universitario de Lovaina (Bégica), y en el que ha participado también el endocrinólogo Felipe Casanueva, catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela, ha confirmado que los niveles de vitamina D libre circulante pueden ser un mejor predictor de los riesgos futuros para la salud en los hombres mayores que la cifra de vitamina D total, que es la que habitualmente se mide en los análisis.

placeholder Foto: Unsplash/@curología.
Foto: Unsplash/@curología.

Este grupo de investigadores parte de que poca vitamina D implica más riesgo de padecer enfermedades asociadas al envejecimiento (problemas cardiovasculares, cáncer y osteoporosis). Para cuantificar la cantidad de esta vitamina que hay en el organismo, lo que suelen medir son sus metabolitos (especialmente la 1,25-dihidroxivitamina D, que se considera la forma activa de vitamina D en nuestro cuerpo). Más del 99% de todos los metabolitos de la vitamina D en la sangre están unidos a proteínas, por lo que solo una fracción muy pequeña está libre para ser biológicamente activa. Por lo tanto, las formas libres y activas pueden ser un mejor predictor de la salud actual y futura.

Para determinar el poder predictor de esos metabolitos libres, los especialistas utilizaron datos de 1.970 varones de entre 40 y 79 años, recopilados entre los años 2003 y 2005 e incorporados al Estudio Europeo de Envejecimiento Masculino. Ajustando los niveles de metabolitos y de vitamina D y comparándolos con su estado de salud actual (adaptándola a factores como la edad, el índice de masa corporal o el tabaquismo), encontraron que los niveles totales de metabolitos de vitamina D libres y unidos se asociaron con un mayor riesgo de muerte. Pero solo la 25-hidroxivitamina D libre fue predictiva de problemas de salud futuros y no la 1,25-dihidroxivitamina D libre.

Sospechas confirmadas

En opinión del director del estudio, "estos datos confirman además que la deficiencia de vitamina D se asocia con un impacto negativo en la salud general y puede predecir un mayor riesgo de muerte".

El Dr. Antonio defiende el carácter novedoso de este resultado, ya que "la mayoría de los estudios se centran en la asociación entre los niveles totales de 25-hidroxivitamina D y la enfermedad y la mortalidad relacionadas con la edad. Nuestros datos ahora sugieren que los niveles de este metabolito son la mejor medida del riesgo futuro para la salud en los hombres", dice el Dr. Antonio

¿Cuánta vitamina D necesitamos?

Las necesidades varían a lo largo de la vida, aunque la edad crítica para la vitamina D es a partir de los 50 años (relacionada con la salud ósea y la fuerza muscular). En términos generales, los límites oscilan entre 400 y 800 UI (unidades internaciones), equivalentes 10 a 20 microgramos al día, pero a partir de los 70 años es cuando hay que llegar a los niveles máximos.

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Foto: iStock.

¿De dónde sacamos más vitamina D?

La exposición a los rayos del sol (sin utilizar protectores solares) es la mejor receta, pero también exige el aporte dietético. Existen dos forma diferentes de vitamina D dietética:

Vitamina D3 (colecalciferol). Se encuentra en algunos alimentos de origen animal, como los pescados grasos y la yema de huevo. Es el doble de eficaz que la D2 para aumentar los niveles sanguíneos de vitamina D.

Vitamina D2 (ergocalciferol). Se encuentra en algunas plantas (aguacates), hongos y levaduras.

Por tanto, la mejor bola de cristal que muestre nuestro futuro saludable pasa por aumentar desde ya mismo la cantidad de vitamina D en nuestra sangre.

La vitamina D es una de las estrellas del momento. Los científicos se han volcado en su estudio, y con razón, porque, como explicó el Dr. Ángel Durántez en su blog en Alimente, la mayoría de las células del organismo tienen un receptor para esta sustancia, por lo que cualquier alteración (por ejemplo, deficiencia) va a tener consecuencias en diferentes órganos.

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