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Se identifica la hormona que acabará con la malabsorción infantil
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Un nuevo horizonte

Se identifica la hormona que acabará con la malabsorción infantil

En ocasiones, una mutación puede provocar que los intestinos de los bebés recién nacidos sean incapaces de absorber los nutrientes, requiriendo alimentación intravenosa. Un nuevo descubrimiento les da mucha esperanza

Foto: Foto: iStock.
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El bienestar de los más pequeños es uno de los principales objetivos de la ciencia médica. En muchos casos son las personas más desprotegidas frente a multitud de enfermedades.

Una de ellas, la que nos ocupa hoy, es la mala absorción intestinal. Esto se debe a un defecto congénito que provoca que la pared intestinal sea incapaz de captar y absorber los nutrientes que contienen los alimentos durante el proceso de la digestión.

"Décadas de investigación básica acerca de cómo funcionan los órganos nos llevan a grandes avances para identificar y tratar diversas enfermedades"

Hay diversas causas que pueden ser las culpables de los síntomas. Entre ellas se encuentran la enfermedad celiaca, la intolerancia a la lactosa, el síndrome del intestino corto, la enfermedad de Whipple (una infección bacteriana) y algunas condiciones genéticas.

Los síntomas de la malabsorción infantil son los siguientes:

  • Diarrea crónica
  • Anemia
  • Desnutrición
  • Dolor abdominal

Ahora, un grupo de investigadores del Cincinnati Children's Hospital Medical Center, en Estados Unidos, han conseguido llevar a cabo un descubrimiento trascendental para conseguir tratar a los niños que nacen con esta condición.

Sus descubrimientos son esenciales dado que los bebés con esta dificultad extrema para absorber los nutrientes de la comida necesitan nutrición a través de una vía intravenosa para poder sobrevivir.

La doctora Heather McCauley ha descubierto que la hormona peptídica YY, también conocida como PYY, es capaz de revertir la malabsorción congénita en el estudio que ha llevado a cabo con ratones que padecían esta circunstancia. El único tratamiento necesario es una inyección de PYY al día. Con ella, un 80% de los ratones sobrevivieron de forma absolutamente normal. En el grupo de control en el que los ratones no recibían ningún tipo de tratamiento, la tasa de supervivencia se situaba entre el 20% y el 30%.

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Es evidente, por tanto, que este descubrimiento abre nuevas vías para mejorar la calidad de vida de miles de bebés nacidos cada año en el mundo que son incapaces de alimentarse por sí mismos.

Además, debemos tener en cuenta que los principales problemas de desnutrición en el planeta se deben a la falta de determinados alimentos en diferentes regiones del planeta. Pero no en este caso. Los bebés que nacen con los problemas congénitos de malabsorción están en riesgo ya sea en Noruega, en España o en Suazilandia. El problema que genera esta enfermedad es que los niños nacen sin células enteroendocrinas (o que estas son disfuncionales). En estos casos, sin una nutrición intravenosa, los niños mueren.

Foto: Las nueces de Brasil aportan un 3.485,4% de la cantidad diaria recomendada de selenio. (iStock)

"Este estudio nos ha permitido comprender cómo de importantes son este tipo de células a la hora de controlar cómo el intestino absorbe los nutrientes y funciona en el día a día", explica la doctora McCauley. La función concreta de estas células es identificar cuándo entran nutrientes en el intestino. Una vez son detectados este tipo de células, empiezan a controlar el flujo hacia el interior y hacia el exterior de electrolitos y de agua. Este movimiento arrastra consigo tanto carbohidratos como aminoácidos.

Pero para ser capaces de identificar la PYY, los investigadores debían, primero, descubrir cómo funcionaba exactamente el intestino. Para ello, gracias a un cultivo de células madre recrearon en un laboratorio secciones de pared intestinal para identificar los procesos que llevan a cabo.

Otro de los autores principales del estudio, el doctor James Wells, señala que "las décadas de investigación básica acerca de cómo los órganos de nuestro organismo están hechos y cómo funcionan nos llevan ahora a grandes avances para identificar y tratar diversas enfermedades y encontrar nuevas terapias".

El bienestar de los más pequeños es uno de los principales objetivos de la ciencia médica. En muchos casos son las personas más desprotegidas frente a multitud de enfermedades.

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