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Síntomas y causas de la sinusitis: ¿cuál es el mejor tratamiento nutricional?
  1. Bienestar
INFECCIÓN DE LA MEMBRANA MUCOSA

Síntomas y causas de la sinusitis: ¿cuál es el mejor tratamiento nutricional?

El 80% de los casos se solucionan con el tiempo y un tratamiento farmacológico. Sin embargo, la alimentación también puede aportar su granito de arena. De los cítricos a las nueces

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Para aquellos que todavía no lo sepan, la sinusitis es la infección o inflamación de la membrana mucosa que reviste la nariz y los senos paranasales, que son aquellos espacios donde pasa el aire al interior de los huesos que rodean la nariz. En términos generales, existen cuatro tipos diferentes de sinusitis. En primer lugar, encontramos la sinusitis aguda, que suele durar hasta cuatro semanas. En su caso, la sinusitis subaguda dura entre cuatro y doce semanas. Si la enfermedad se extiende más de 12 semanas o continúa durante meses o incluso años, se conoce como sinusitis crónica. Mientras que la sinusitis recurrente es aquella que provoca varios ataques en un mismo año.

Tal y como expone la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos en su portal médico MedlinePlus, “la sinusitis aguda suele comenzar como un resfriado, que luego se convierte en una infección bacteriana. Alergias, problemas nasales y ciertas enfermedades también pueden causar sinusitis aguda y crónica”. Así, es posible que el origen de esta afección resida también en la exposición continuada al humo del tabaco, las variaciones climáticas vinculadas a la humedad, algunas alergias, el sometimiento a fuerzas como la gravedad o la presión, o la contaminación, entre otras. ¿Qué síntomas aparecen tras estar sometidos a dichos estímulos?

Muy similar al resfriado

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Como hemos visto anteriormente, la sinusitis suele comenzar como un resfriado común, motivo por el cual sus síntomas son muy similares a los que se experimentan con esta otra dolencia. Hablamos de dolor de cabeza, obstrucción nasal, disminución del sentido del olfato, presión facial, fiebre, presencia abundante de mocos, tos durante todo el día -aunque suele empeorar por la noche-, ojos hinchados, fatiga o dificultad para respirar.

Sin embargo, como ocurre con cualquier otra enfermedad, la sinusitis también puede complicarse hasta convertirse en una infección cutánea en el ojo, una trombosis séptica del seno cavernoso, meningitis o encefalitis. Dolencias de mayor importancia que, aún así, no presentan un alto porcentaje de incidencia. Bajo esta premisa, ¿cómo se realiza su diagnóstico?

Lo normal es que este se haga fundamentalmente con los datos obtenidos de un examen clínico exhaustivo y el historial médico del paciente. Además, si los síntomas no revelan nada o el tratamiento no surte efecto, se suele incluir un estudio del área nasal y los senos paranasales, una endoscopia nasal, una rinoscopia o pruebas de imagen como una resonancia magnética o una tomografía computarizada, entre otras pruebas y exámenes. Una vez determinada la causa de la sinusitis, ¿qué debemos hacer para aliviar su impacto en el organismo?

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Cuidados para paliar la sinusitis

En primer lugar, los expertos suelen recomendar una serie de cuidados para reducir la falta de ventilación en los senos paranasales como, por ejemplo, utilizar un humidificador, aplicar paños húmedos y calientes en la cara, beber mucho líquido, inhalar vapor de dos a cuatro veces al día o recurrir a una solución salina nasal, tal y como expone la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Por otro lado, el consumo de antibióticos u otros medicamentos suele ser una medida poco frecuente, pues “la mayoría de estas infecciones desaparecen por sí solas. Incluso cuando los antibióticos ayudan, solo pueden reducir ligeramente el tiempo que demora la infección en desaparecer”, añaden.

Según explican los expertos, suele comenzar como un resfriado y acaba como una infección bacteriana

Asimismo, la prevención puede ser de gran ayuda. La mejor manera de mantener a raya esta infección es evitando la gripe y los resfriados. ¿Cómo? Lavándose las manos con frecuencia, reduciendo el nivel de estrés o cambiando las bases de nuestra alimentación que, como en otras enfermedades, es un factor a tener en cuenta. ¿Qué ingredientes o nutrientes podemos incluir en nuestra dieta para prevenir la sinusitis?

  • Vitamina C. Como bien es sabido, la vitamina C es famosa por sus propiedades antioxidantes, que aportan una resistencia extra a nuestro organismo frente a las enfermedades. Además, reduce la inflamación de las mucosas de los senos paranasales. Los cítricos, las verduras de hoja verde o el pimiento son ricos en dicho nutriente.
  • Soja y sus derivados. Su presencia en esta lista se debe a su papel como sustituto de la leche en algunas dietas. Y es que los productos lácteos a veces provocan la inflamación de los senos nasales.
  • Vitamina B. Al igual que muchos de sus análogos, la vitamina B refuerza el sistema inmunológico y, por consiguiente, el poder de las defensas. Los alimentos vegetales suelen ser los más generosos, especialmente las legumbres, las nueces o los cereales integrales.
  • Azufre. El ajo y la cebolla pueden actuar como antiinflamatorios y antihistamínicos gracias a la existencia de azufre en su composición. Entre otras de sus funciones destacan aliviar la congestión nasal, calmar la tos, prevenir procesos infecciosos en el aparato respiratorio o relajar las alergias y afecciones como el asma, la bronquitis y, cómo no, la sinusitis.
  • Magnesio. Este otro mineral también regula la excitabilidad del sistema inmunitario y ejerce un papel importante como antiinflamatorio. El queso de Burgos, las pipas de calabaza, el sésamo, los piñones, algunas algas y el salvado de trigo son opciones ricas en este nutriente.

Para aquellos que todavía no lo sepan, la sinusitis es la infección o inflamación de la membrana mucosa que reviste la nariz y los senos paranasales, que son aquellos espacios donde pasa el aire al interior de los huesos que rodean la nariz. En términos generales, existen cuatro tipos diferentes de sinusitis. En primer lugar, encontramos la sinusitis aguda, que suele durar hasta cuatro semanas. En su caso, la sinusitis subaguda dura entre cuatro y doce semanas. Si la enfermedad se extiende más de 12 semanas o continúa durante meses o incluso años, se conoce como sinusitis crónica. Mientras que la sinusitis recurrente es aquella que provoca varios ataques en un mismo año.

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