Paperas: todo lo que necesitas saber sobre esta infección viral
Esta enfermedad afecta principalmente a niños y adolescentes, sin embargo, su gravedad se incrementa si la padece una persona adulta
La parotiditis, conocida comúnmente como paperas, es una infección vírica y muy contagiosa que provoca un aumento de tamaño de las glándulas salivales, llamadas parótidas. Un proceso que suele resultar muy doloroso. Aunque se trata de una enfermedad que puede padecer cualquier tipo de persona, suele ser más común durante la edad infantil y la adolescencia. No obstante, “la parotiditis es raro que se presente en un adulto, pero si se produce, la enfermedad es más grave y suele presentar complicaciones con más frecuencia”, explican desde el Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid.
Tal y como acabamos de ver, las paperas son muy contagiosas y suelen propagarse a través de la saliva, es decir, con los estornudos, al hablar muy cerca de otra persona, al compartir utensilios o por contacto directo con dichos fluidos. Lo más habitual es que estás cepas de contagio tengan lugar al final del invierno o al principio de la primavera. Afortunadamente, una vez superadas las paperas, estas suelen proporcionar al paciente inmunidad de por vida.
El responsable de dicha afección no es otro que el paramixovirus, un virus que penetra en las células del aparato respiratorio, se multiplica en su interior y después es transportado por la sangre al resto de los tejidos. Eso sí, tiene especial predilección por las glándulas salivales, en especial por la glándula parótida. Bajo esta premisa, ¿cuáles son los síntomas más importantes de la parotiditis?
Síntomas principales de las paperas
La evolución de la enfermedad va muy ligada a los síntomas que también la acompañan. En primer lugar, el paciente sufre dolor y endurecimiento en una zona muy concreta: entre el lóbulo de la oreja y la mandíbula. Después, la glándula parótida suele elevarse y las glándulas salivales, y en ocasiones la mandíbula, se inflaman a lo largo de dos o tres días. Además, dicha hinchazón puede afectar a uno o ambos lados de la cara y suele ir asociada a un estado febril que oscila entre los 39º y los 40º. Pérdida de apetito, dolor muscular, debilidad y fatiga o dolor al masticar y tragar son otros de los indicios de las paperas. Este conjunto de síntomas puede durar hasta un máximo de siete días, aproximadamente.
Las paperas es una infección muy contagiosa y suele propagarse a través del contacto con la saliva
Sin embargo, como ocurre con cualquier otra enfermedad, las complicaciones son poco frecuentes, pero pueden aparecer. En este caso, hablamos de la inflamación de las meninges, los testículos, los ovarios, el riñón o las articulaciones.
¿Y cómo se diagnostica? “El médico diagnostica las paperas basándose en los síntomas característicos, particularmente cuando ocurren en coincidencia con un brote de la enfermedad. Las pruebas de laboratorio identifican el virus de la parotiditis (paperas) y sus anticuerpos. Estas pruebas se pueden utilizar para confirmar el diagnóstico y se realizan para documentar los brotes con fines de salud pública”, según reza en el Manual MSD de información médica.
Tratamiento y métodos de prevención
Una vez que la infección ya ha aparecido, lo único que se puede hacer es dejar que siga su curso. En la mayoría de casos, para aliviar las molestias, nuestro médico de cabecera puede recetarnos el consumo de analgésicos o ibuprofeno, sobre todo para el dolor de cabeza y el malestar general que provocan las paperas. Por otro lado, “la prevención se hace mediante vacunación. Además de todas las medidas higiénicas para evitar la transmisión”, añaden desde el Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid.
Eso sí, incluso las personas que ya han sido vacunadas pueden contraer las paperas, “particularmente en los entornos donde las personas tienen contacto cercano prolongado. Algunas de las personas que reciben dos dosis de la vacuna todavía podrían enfermarse si se exponen al virus durante uno de estos brotes. Los expertos no están seguros de por qué sucede; es posible que el sistema inmunitario de estas personas no haya respondido a la vacuna de la manera anticipada o que su capacidad de luchar contra la infección se haya reducido con el tiempo”, alertan desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Con el objetivo de hacer más llevadera la enfermedad, también se suele recomendar reposo absoluto, en especial a los niños y adultos que han experimentado inflamación testicular; que podrá complementarse con la aplicación de compresas frías en la zona afectada para calmar el dolor. Asimismo, es fundamental controlar la temperatura corporal con antipiréticos.
En cuanto a la alimentación -uno de los factores más importantes para no empeorar el problema-, esta dependerá de las condiciones de cada paciente, por lo que debe ser un médico quien determine la dieta más adecuada de acuerdo a nuestro estado. Generalmente, se suele recurrir a alimentos blandos y fáciles de digerir. Es decir, una dieta blanda que no incluya ingredientes de difícil masticación o sean ácidos. Además, beber líquidos con frecuencia puede facilitar dicha ingesta, pues recordemos que las glándulas salivales suelen estar muy inflamadas.
La parotiditis, conocida comúnmente como paperas, es una infección vírica y muy contagiosa que provoca un aumento de tamaño de las glándulas salivales, llamadas parótidas. Un proceso que suele resultar muy doloroso. Aunque se trata de una enfermedad que puede padecer cualquier tipo de persona, suele ser más común durante la edad infantil y la adolescencia. No obstante, “la parotiditis es raro que se presente en un adulto, pero si se produce, la enfermedad es más grave y suele presentar complicaciones con más frecuencia”, explican desde el Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid.
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