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Así es la relación entre problemas del sueño y covid-19
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Personas con más riesgo

Así es la relación entre problemas del sueño y covid-19

Los expertos no dudan de que trastornos como la apnea del sueño son un factor de riesgo grave en caso de contraer el coronavirus. La pandemia, además, está disparando el insomnio. La buena noticia, según Eduard Estivill, son los 'nuevos horarios'

Foto: Foto: Unsplash/mshfoto.
Foto: Unsplash/mshfoto.

Si hay algo en lo que estamos todos de acuerdo es en la necesidad imperiosa de dormir bien. Descansar como se debe es mucho más que un auténtico seguro de vida, al que cada vez más españoles están renunciando, queriendo o sin querer.

“Se ha producido un notable aumento, un 30% más, de la venta de los productos sin receta, los famosos OTC, para paliar el insomnio"

Y buena parte de la culpa la tiene el covid-19. En declaraciones a Alimente, el doctor Eduard Estivill, director de la Clínica de Sueño que lleva su propio nombre, además de ser miembro de varias sociedades científicas, como es la Asociación Americana del Sueño o la Sociedad Europea del Sueño, entre otras muchas, destaca: “Se está produciendo un aumento muy significativo de los problemas de insomnio y pesadillas entre la población por culpa de la pandemia. La incertidumbre es en parte responsable de ello”.

Este especialista reconoce que sabemos “poco del virus, hay información que varía cada día y la población se siente insegura”. Afirma, además, que se ha “producido un notable aumento de la venta de los productos sin receta, los famosos OTC. Hablamos de un 30% más de productos para conciliar el sueño".

Los españoles duermen mal

Un problema si tenemos en cuenta que ya el pasado año y con motivo de Día Mundial del Sueño se llevó a cabo una encuesta (elaborada por la compañía tecnológica Philips en colaboración con la Sociedad Española del Sueño, SES) que puso de manifiesto que el 58% de los españoles considera que duerme mal. De hecho, “el 75% de los conciudadanos se despierta, al menos, una vez por la noche, y tres de cada 10 aseguran que padecen insomnio".

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Foto: iStock.

Pero si hay algo que preocupa a los expertos son los afectados por la apnea del sueño. “Al principio de la pandemia, las recomendaciones que se hacían a las personas mayores, pero también a las más jóvenes que tuvieran alguna patología era que poseían más riesgos de gravedad por el covid-19. Se hacía referencia a problemas respiratorios como el asma o la apnea del sueño. Enseguida se supo que este tipo de trastorno, un factor de riesgo en personas con obesidad y síndrome metabólico, empeoraba el pronóstico de la enfermedad”, destaca el doctor Estivill.

Los ronquidos

La apnea obstructiva del sueño, según aclara la Clínica Mayo, es un problema que ocurre cuando la respiración se detiene mientras se está dormido. Esto sucede porque las vías respiratorias se han estrechado o bloqueado, y una de las formas de manifestarse es por los ronquidos. Se estima que afecta al 5% de la población y que por su culpa tienen más riesgo de hipertensión, enfermedad cardiovascular, problemas metabólicos y neurocognitivos.

Precisamente, un estudio publicado en el último 'Sleep Medicine and Disorders: International Journal' destaca que el trastorno es un factor de riesgo de covid-19.

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Todo surgió en un ensayo realizado por el Hospital Universitario de Turku y la Universidad de Turku (en Finlandia) en pacientes de la primera ola de la pandemia. Este es el primer estudio relacionado con el covid-19 donde la apnea del sueño como factor de riesgo sospechado surge como el hallazgo principal.

Con pacientes hospitalizados

Se centró en la información del registro de los pacientes que fueron admitidos en el Hospital Universitario de Turku durante la primera ola de la pandemia en la primavera de 2020. El suroeste de Finlandia, con una población de 480.000 habitantes, manejó la primera ola de la pandemia con un relativo pequeño número de personas infectadas. Los pacientes con un resultado de prueba positivo ascendieron a 278 individuos. De los infectados, 28 fueron ingresados ​​en atención hospitalaria en el Hospital Universitario de Turku antes del 3 de mayo de 2020. Se estudió la información del registro de estos pacientes con el objetivo de desentrañar los riesgos de la forma grave del coronavirus y la necesidad de cuidados intensivos.

"La idea detrás del estudio era la necesidad de información en tiempo real sobre el covid-19. El permiso de investigación fue extenso, porque se sabía poco sobre el nuevo coronavirus. Rápidamente observamos que había bastantes casos de apnea del sueño entre los pacientes", afirma el doctor Thijs Feuth, investigador en enfermedades pulmonares y primer autor del artículo de investigación.

"En el estudio, el 29% de los pacientes ingresados tenían apnea del sueño"


La comparación de la información del registro reveló que el 29% de los pacientes ingresados ​​en el hospital ya habían sido diagnosticados con apnea del sueño. El número es significativo, ya que solo el 3,1% de la población del suroeste de Finlandia está recibiendo tratamiento para el trastorno. Aunque el número total de pacientes en el estudio fue bajo, la proporción de pacientes con apnea del sueño fue alta. La extensión de la apnea del sueño entre los pacientes no solo puede explicarse por la obesidad que a menudo se encuentra en los pacientes que la sufren, que es uno de los factores de riesgo ya conocidos de covid-19 grave.

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"El hallazgo fue lo suficientemente fuerte como para justificar la apnea del sueño como factor de riesgo del virus. En principio, un paciente puede necesitar atención hospitalaria cuando tiene la infección si también sufre la mencionada enfermedad del sueño. La apnea anticipa una forma severa de covid-19", estima Feuth a la luz de los hallazgos de la investigación.

La conexión entre apnea del sueño y covid-19 ha sido confirmada por otros estudios que ahora están en revisión, pero que ya están disponibles como prepublicaciones. Los hallazgos de este nuevo trabajo fueron comparables con otros resultados de otros trabajos. Otros hallazgos incluyeron niveles más altos de proteína C reactiva (PCR) en aquellos pacientes que finalmente ingresaron en cuidados intensivos. La mayoría de las enfermedades virales no elevan tanto los niveles de PCR.

El doctor Estivill reconoce que aunque "no existen protocolos en los hospitales para la atención de afectados por covid-19 que tengan apnea, la experiencia de los facultativos sí les conduce a valorar esta situación y no se les escapa. El problema de base que tenemos es que una buena parte de los afectados tarda 10 años en recibir un diagnóstico y, por tanto, el tratamiento adecuado".

Tratamiento

El experto reconoce la necesidad "de llevar a cabo un estudio exhaustivo por polisomnografía (estudio de sueño nocturno de ocho horas) para demostrar la existencia de este problema en unidades especializadas. Pero lo más importante es no abandonar el tratamiento, que consiste en el uso de la CPAP, presión continua en la vía aérea. De hecho, ante la llegada de la pandemia hemos insistido mucho a nuestros pacientes de que sigan con la terapia".

Los nuevos horarios

El experto reconoce que si hay "algo bueno para la salud del sueño y la general son los horarios que estamos siguiendo ahora forzados por la pandemia y son los que más se acercan a nuestros ritmos biológicos. España, a diferencia de otros países de nuestro entorno, lleva unos tiempos primitivos. Lo que tendríamos que tener es una jornada laboral que como muy tarde acabe a las 19:00, cenar a las 20:00 y que el prime time de la televisión fuese a las 21:00, para a las 23:00 estar ya en la cama y podernos levantar a las 7:00". De hecho, insiste: "Contrariamente a nuestros países vecinos, como Francia o Portugal, la costumbre tan arraigada de cenar tarde a las 21:30 o incluso a las 22:30 el fin de semana va en contra de estos ciclos naturales y además dificulta un buen descanso".

Si hay algo en lo que estamos todos de acuerdo es en la necesidad imperiosa de dormir bien. Descansar como se debe es mucho más que un auténtico seguro de vida, al que cada vez más españoles están renunciando, queriendo o sin querer.

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