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La dieta que ayuda a hombres y mujeres a preservar la fertilidad
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Embriología

La dieta que ayuda a hombres y mujeres a preservar la fertilidad

Las células de nuestro cuerpo necesitan 'alimento', nutrientes para poder realizar sus funciones correctamente. Entre ellas se encuentran el óvulo y el espermatozoide

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Que existe una relación directa y esencial entre la alimentación y la fertilidad es muy obvio hoy en día, cientos de estudios científicos así lo aseguran y es muy sencillo de entender.

Las células de nuestro cuerpo necesitan 'alimento', nutrientes para poder realizar sus funciones correctamente, y entre ellas se encuentran el óvulo y el espermatozoide. Dentro de estas células está el ADN, que es vital para que se forme un embrión que sea evolutivo en el útero.

Fecundación

"Tanto en la mujer como en el hombre, este ADN se puede romper y fragmentar, y se ha demostrado que cuanta más rotura, menor tasa de fecundación, menor tasa de implantación del embrión y mayor tasa de abortos", declara Antonia González, embrióloga de Onêt.

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Hay muchas razones por las que se altera este ADN, las más destacadas: el consumo de tóxicos, el estrés, el exceso de temperatura (en el caso del hombre) y, por supuesto, la alimentación, insiste la experta.

Si tenemos una dieta basada en carbohidratos simples, azúcares, productos procesados, ingerimos alimentos que contienen disruptores endocrinos…, estamos “estropeando” nuestro cuerpo.

Y el primer lugar que se altera es la pared intestinal, en ella se forma el 80% de nuestro sistema inmunológico, además de que es determinante para nuestras hormonas y nuestro sistema nervioso.

Sistema nervioso

No hemos de olvidar que nuestro sistema nervioso es capaz de alterar al sistema inmune y al sistema hormonal (psiconeuroinmunoendocrinología).

Nuestro intestino tiene millones de bacterias que son beneficiosas para nuestra fertilidad, y si llevamos una alimentación desequilibrada, estamos reduciendo las bacterias 'buenas' y estamos dando de comer a las bacterias 'malas', y deben estar en equilibrio para que funcione correctamente. El simple hecho de tomar un antibiótico ya modifica nuestra microbiota totalmente.

El intestino, por ejemplo, "es uno de los responsables de eliminar los desechos, entre ellos las hormonas que no necesitamos, pero si tenemos un intestino demasiado permeable, esas hormonas (desecho) vuelven a entrar en nuestro torrente sanguíneo y, por tanto, estamos acumulando hormonas (estrógenos) que nos provocarán más inflamación en nuestros órganos y tejidos, y esto provoca un exceso de radicales libres (oxidación) que afectará a nuestros óvulos y espermas", agrega. Y esto solo es un pequeño ejemplo…

Porque la fertilidad no solo son las células, hay un momento determinante en la reproducción, la implantación del embrión, y para que un embrión decida quedarse en el útero tienen casi que alinearse los planetas.

Lo que no debemos tomar

Necesitamos que existan unos niveles de insulina y de glucosa en sangre adecuados, y si tenemos una alimentación con exceso de harinas refinadas y azúcares, será mucho más complicado, además de que la probabilidad de desarrollar una posterior diabetes gestacional es muy alta.

Además, nuestra tiroides debe funcionar a la perfección, ya que esta glándula será de gran ayuda para la implantación, y en el caso de tener hipotiroidismo, las pautas alimenticias deberían ser muy específicas, para no empeorar la condición. Además, en el supuesto de que el hipotiroidismo sea autoinmune, ahí entra en juego la pared intestinal, y todos aquellos alimentos que dañen la pared harán que el ataque autoinmune sea mayor; por tanto, peor trabajo de la glándula; por tanto, menor tasa de implantación del embrión.

Además, tener una alimentación rica en antioxidantes se ha visto que ayuda a la calidad del óvulo y esperma, por lo que el mantener hábitos alimenticios saludables solo nos aporta ventajas.

Pero, cuidado, no entremos en la obsesión, porque en ese caso, si miramos todo lo que comemos, si no nos damos permisos, si nos obsesionamos con una vida sana, puede provocar el efecto contrario, ya que el estrés que nos provoca acabará siendo peor que un tóxico en nuestra sangre, y como comentaba antes, sistema nervioso alterado, sistema hormonal alterado. Hay que buscar siempre el equilibrio, ¡siempre!

A modo de resumen muy esquemático, qué sería una buena alimentación fértil:

  • Tomar 5 raciones entre fruta y verdura al día, preferiblemente más verdura que fruta. Si además esa fruta es de temporada y de comercio local, perfecto, y si ya queremos hacerlo lo mejor posible, recurrir siempre que se pueda a alimentos ecológicos para así evitar alteradores hormonales y tóxicos.
  • Cuanto más colorido sea el plato, mejor; significará que hay más variedad de vitaminas.
  • No tomar azúcares -sean eco o no, siguen siendo azúcar-, y no solo el que nos echamos en un café, sino fijarnos en todos los productos que lo contienen (muy bien escondido).
  • Tomar cereales integrales, legumbres, y si tienes una enfermedad autoinmune, intentar recurrir a aquellos granos que de manera natural no contienen gluten.
  • No olvidar el pescado y la carne, procurando siempre que sea más pescado que carne. Evitar aquellos pescados que se ha visto que tienen una mayor carga de mercurio, como el atún, pez espada, mero… En cuanto a las carnes, no abusar de la roja, intentar que sean de vacas de pasto o ecológicas. Y darle preferencia a la carne blanca.
  • Los huevos, podemos comer a diario (si no hay ninguna contraindicación médica), nos aportan proteínas y son un alimento muy socorrido para las cenas.
  • No abusar de los lácteos de vaca, recurrir más a los de cabra o de oveja.
  • Tomar frutos secos a diario, tostados o al natural, nunca fritos y con sal.
  • Grasas saludables: hubo una época en la que se demonizaron las grasas, y tenemos que distinguir entre grasas saludables y no saludables. Porque las hormonas que necesitamos para reproducirnos necesitan de las grasas para formarse; por consiguiente, ¡son necesarias! Grasas saludables son: aguacate, frutos secos, pescados, aceite de oliva virgen extra, aceite de coco…

Y podemos tomar también alimentos que den de comer a las bacterias de nuestro intestino: cacao más del 85%, pepinillos, chucrut, kéfir de cabra, kombucha.

Resumiendo, aclara Antonia González, llevar una vida equilibrada, tanto en alimentación como estrés o ejercicio, y asesorarse por profesionales integrales para valorar si es necesaria la toma de algún suplemento especial para la fertilidad.

Que existe una relación directa y esencial entre la alimentación y la fertilidad es muy obvio hoy en día, cientos de estudios científicos así lo aseguran y es muy sencillo de entender.

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