Aumentan las sobredosis por opiáceos durante la pandemia
Opioides sintéticos, como el fentanilo y metanfetamina, y la cocaína son las sustancias que con más frecuencia están detrás del alarmante incremento de casos de consumo abusivo de fármacos y drogas
Detrás de la pandemia del coronavirus se esconde otra: la de las muertes por sobredosis de opiáceos que se han cobrado la vida de 81.230 personas en los últimos doce meses (siendo mayo el último en contabilizarse), según las últimas cifras aparecidas en un artículo publicado en 'JAMA Psychiatry' y escrito por Thomas R. Kosten, profesor de Psiquiatría, Farmacología, Inmunología, Neurociencia y Psicología en la Baylor College of Medicine, de Houston.
Las sobredosis de opiáceos han aumentado hasta un 40% desde el inicio de la pandemia
A esto se le suma que ambas epidemias tienen todas las esperanzas depositadas en la vacuna, con la diferencia de que el apoyo a la vacuna antifentanilo no cuenta con inversión farmacéutica y la del coronavirus tiene en cola más de 120 prototipos apoyados por el Gobierno de EEUU.
En una entrevista con Alimente, el autor del artículo explica los mensajes que quiere hacer llegar al Gobierno estadounidense con su escrito: “En primer lugar, las sobredosis de opiáceos han aumentado hasta un 40% en lugar de disminuir desde el inicio de la pandemia. En segundo lugar, que no tenemos el tratamiento o la prevención para las sobredosis con el opiáceo fentanilo. Y en tercer lugar, que la vacuna antifentanilo evitaría estas sobredosis y merece al menos una fracción del apoyo federal dado a la vacuna covid-19”.
Causas de este aumento
Según el profesor R. Kosten, el coronavirus ha aumentado las sobredosis de opiáceos por muchas razones, entre ellas la dificultad de conseguir sustancias en la pandemia. “El transporte encubierto de opioides ilícitos a los consumidores ha sido más difícil en estos meses, y el fentanilo se transporta de forma más rentable que cualquier otro opiáceo (cabe recordar que el fentanilo es de 100 a 1.000 veces más potente que la heroína)”
Por otro lado, explica que “las dosis muy pequeñas de fentanilo matan muy rápidamente a los consumidores y es difícil para los traficantes de drogas medir con precisión la cantidad o potencia de fentanilo que están vendiendo”. Y si a esto le sumamos que muchas veces los consumidores de droga actúan solos, y más en época de coronavirus, no hay nadie que pueda reanimarlos cuando dejan de respirar por una sobredosis.
“Las dosis habituales de naloxona que se administran intranasalmente para revertir las sobredosis de heroína son demasiado bajas para, incluso potencialmente, revertir una sobredosis de fentanilo”, añade R. Kosten.
Además, los que sobreviven a una dosis excesiva necesitan un ingreso hospitalario que suelen rechazar “por temor a ser arrestados, a que se les trate mal debido al estigma que sufren, por miedo a contraer el coronavirus en el hospital y miedo a morir por ello”.
Por otro lado, los grupos de apoyo han sido clausurados, por lo que estas personas no han tenido refuerzo psicológico. “Varios grupos de apoyo como AA o NA dependen de las reuniones de grupo, pero han sido canceladas por las restricciones impuestas a las reuniones de personas extrañas, por el coronavirus”, lamenta.
Las cifras en Europa
Las autoridades de vigilancia europea informaron en noviembre de 2020 que entre los años 2013 y 2014 hubo un aumento significativo de las muertes por 'contaminación sintética'; hablamos de un 79%.
“A esto le siguió otro aumento (72%) de muertes entre 2014 y 2015. Los datos más recientes muestran un incremento de la prevalencia de SO en toda Europa, en países como Estonia, Alemania, Finlandia, Suecia, Bélgica, el Reino Unido y los Países Bajos. “Como el número de SO, las sobredosis relacionadas y las muertes por sobredosis están creciendo, el SO se está convirtiendo en un importante amenaza a la salud pública en Europa”, argumenta el experto.
Kentucky informó de un aumento del 17% en las sobredosis dirigidas a emergencias
De acuerdo con el último Informe Europeo sobre Droga, publicado por la Asociación Europea Observatorio de las Drogas y las Toxicomanías, un organismo de la Unión Europea, Estonia sufrió 110 muertes inducidas por drogas en 2017, lo que equivale a 130 muertes por cada millón de personas de 15 a 64 años. Por su parte, Suecia y Noruega ocuparon el segundo y el tercer lugar, con 92 y 74 muertes por millón de habitantes, respectivamente. El promedio fue de 23 en toda la Unión Europea, lo que significa que los estonios tienen casi seis veces más probabilidades de morir por sobredosis de drogas que los europeos. Estas se deben ahora principalmente al fentanilo y sus derivados.
Según el programa de aplicación de detección y mapeo de sobredosis, los casos aumentaron un 16% más en febrero de 2020 con respecto al mismo mes de 2019, incrementándose un 42% más en mayo de 2020 en comparación con el año anterior.
Kentucky, que ha liderado en EEUU las sobredosis de opioides, informó de un aumento del 17% en las sobredosis atendidas por los servicios médicos de emergencia durante los 52 días antes y después de la declaración del estado de emergencia por covid-19.
En otros lugares, de marzo a julio de 2020, en comparación con 2019, las admisiones en Urgencias por sobredosis de opioides se duplicaron (pasando de 102 a 227), mientras que otros ingresos en estos servicios disminuyeron en un 29%.
La importancia de la vacuna
Desde el punto de vista del autor del texto, lo más importante es “el apoyo federal para el desarrollo de vacunas antifentanilo, sobre todo el apoyo financiero”, además de “la aceleración de la aprobación de la FDA y el acceso a recursos comerciales para el desarrollo de vacunas”.
“Estas vacunas antifentanilo son relativamente duraderas. Después de la vacunación, tanto el refuerzo como la muerte por fentanilo son bloqueados durante meses en nuestros animales, y se produce un bloqueo similar en estimulantes como la cocaína, que ya se han demostrado en estudios anteriores en humanos. El bloqueo puede alargarse simplemente proporcionando una vacuna de refuerzo cada pocos meses -si es necesario- para la prevención continua de las sobredosis y el abuso”.
Preguntamos al experto si existe una posibilidad de que los tratamientos dados desde el principio de la pandemia a los afectados por coronavirus hayan aumentado el riesgo de adicción a los opiáceos. Y responde: “Los tratamientos de mantenimiento con metadona, buprenorfina y la naltrexona de depósito han sido muy efectivos antes y después de la pandemia para reducir el abuso y la sobredosis de todos los opiáceos, excepto el fentanilo y sus derivados”.
La buprenorfina, a 300 mg mensuales, parece atenuar la depresión respiratoria
Y añade: “Desde nuestro punto de vista, tal vez la buprenorfina podría bloquear el abuso de fentanilo, pero probablemente no frente a una sobredosis. Sin embargo, la dosis de buprenorfina que se necesitaría es mucho más alta que las dosis que se utilizan actualmente por vía sublingual y podrían alcanzarse aumentando una dosis de buprenorfina inyectable mensual en la alta formulación de dosis de 300 mg al mes. Esta dosis no se está utilizando actualmente en EEUU y probablemente tampoco en Europa. La vacuna antifentanilo se añadiría a estos tratamientos ya aprobados por la FDA para el abuso de opiáceos sin fentanilo”.
Detrás de la pandemia del coronavirus se esconde otra: la de las muertes por sobredosis de opiáceos que se han cobrado la vida de 81.230 personas en los últimos doce meses (siendo mayo el último en contabilizarse), según las últimas cifras aparecidas en un artículo publicado en 'JAMA Psychiatry' y escrito por Thomas R. Kosten, profesor de Psiquiatría, Farmacología, Inmunología, Neurociencia y Psicología en la Baylor College of Medicine, de Houston.