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¿Padre primerizo? Esta guía te dará la vida
  1. Bienestar
Elaborada por dos pediatras

¿Padre primerizo? Esta guía te dará la vida

'Dos pediatras en casa' es la herramienta perfecta para aquellos padres que se embarcan en la aventura de formar una familia

Foto: Foto: @dospediatrasencasa.
Foto: @dospediatrasencasa.

Si estás leyendo esto, enhorabuena, por tu paternidad/maternidad o por lo menos por pensártelo. Formar una familia es uno de los proyectos más importantes en la vida de una persona y es algo mágico. Te da una felicidad y un aprendizaje de amor incondicional que pocas lecciones en la vida te ofrecen.

Pero, claro, las ganas y la ilusión no vienen solas. Querido padre o madre primerizo, es normal tener dudas y miedo. ¿Y si se enferma? ¿Cómo sé si tiene hambre? ¿Duerme suficiente? ¿Por qué llora tanto? ¿Lactancia materna o leche de fórmula? ¿Y la alimentación mixta? ¡Tiene fiebre!

“Es importante que las madres pidan ayuda a expertos cuando lo necesiten”, dice Elena Blanco


A partir de ahora se te presentarán mil situaciones completamente nuevas y para las que, desde luego, nadie te ha dado herramientas. Sin embargo, estás de suerte. Elena Blanco y Gonzalo Oñoro han decidido aunar fuerzas y preparar una guía salvavidas en la que te explican paso a paso algunas de las dudas más frecuentes.

placeholder Elena Blanco y Gonzalo Oñoro, autores de 'Dos pediatras en casa'.
Elena Blanco y Gonzalo Oñoro, autores de 'Dos pediatras en casa'.


Estas 304 páginas y los 48 capítulos de ‘Dos pediatras en casa’ llega después de un éxito rotundo en su blog y sus redes sociales, que, bajo el mismo título, ha servido a muchos de ayuda. Y muestra de su triunfo es que han sido galardonados con el Premio 20Blogs 2020 y el Premio Madresfera al mejor blog de salud de 2018.

Juntos suman más de 20 años de experiencia como médicos especialistas en pediatría, además de ser padres de dos hijos. A pesar de que admiten que el hecho de ser pediatras no les convierte en 'superpapás', sí prometen que sus consejos servirán de ayuda ante las dudas más comunes, eso sí, sin pretender sustituir al médico.

Aunque ser padres es una gran noticia, Oñoro avisa de que “tener las expectativas muy altas puede hacer que no disfrutes realmente de lo que estás viviendo en cada momento”. Alimente ha hablado con los dos autores sobre las preocupaciones más comunes de los padres y sobre esta guía que está a la venta desde el pasado 13 de enero.

placeholder 'Dos pediatras en casa'.
'Dos pediatras en casa'.

Lactancia materna: consejos para el éxito

Elena Blanco destaca la importancia de que las madres estén informadas sobre cómo es todo el proceso de la lactancia “para que sepan solventar los problemas que pueden surgir, que normalmente son muchos, sobre todo en las madres primerizas”.

“Aunque hay varios baches, lo más difícil son los primeros días. Muchas abandonan por dolor o por problemas con el enganche del bebé, y se produce como consecuencia de un apoyo insuficiente a la lactancia. En este sentido, es muy importante que las madres sepan que la lactancia no tiene por qué doler y que pidan ayuda cuando lo necesiten a expertos y asesores en lactancia, pediatras o matronas, del centro de salud, etc”, explica la pediatra.

Entre los principales problemas que puede haber están la mastitis o las crisis de lactancia, que a veces, en palabras de Blanco, son problemas que “desesperan a las madres”, pero matiza: “Una vez que se instaura y que pasan los primeros diez días, y que el bebé comienza a ganar peso, normalmente las lactancias suelen ser exitosas e ir bien”.

“A los adultos nos iría muy bien si comiéramos como los niños de un año en vez de como comemos nosotros”, apunta Gonzalo Oñoro


Los consejos para el destete dependen de la edad del bebé: “Si son pequeños (cuatro o seis meses) es mejor que vaya sustituyendo una toma de pecho por una de biberón y poco a poco irá disminuyendo tanto la demanda como la producción de leche materna por parte de la madre”.

“Cuando son un poco más mayores y tienen las conductas y las tomas de lactancia materna muy asociadas, por ejemplo, al hecho de irse a dormir o de calmarse, es un poco más complicado. En este sentido hay que intentar distraerlos y, cuando son más mayores, hay que intentar explicárselo”, añade Blanco.

Lactancia materna vs. artificial

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.


Hay muchas mujeres que optan por la lactancia artificial, pero ¿qué diferencias hay entre ambas?, ¿es mejor o peor una que otra? Oñoro lo tiene claro: “Obviamente lo mejor para un niño es la lactancia materna, ya que es lo que ha diseñado la naturaleza para que se alimenten al menos hasta los seis meses de vida”. Aunque insiste en que “las leches que hay ahora mismo en el mercado son buenas y están diseñadas para que el niño pueda crecer de forma adecuada”.

“Alimentos prohibidos para los niños: sal, azúcar, verduras de hoja grande, miel, frutos secos enteros y leche de vaca”, detalla Blanco


Oñoro enumera los beneficios en la lactancia materna. “Disminuye el número de infecciones que tienen los niños durante el primer año de vida que toman pecho en vez de biberón, ya que la madre, a través de la leche, está pasándole defensas al niño a través de las inmunohemoglobinas. Además, se ha visto que protege contra ciertas enfermedades como la obesidad y algunos tipos de alergias, y es beneficiosa para la madre también, ya que disminuye la probabilidad de desarrollar cáncer de mama y de ovario en el futuro”.

En cuanto a la alergia a las proteínas de leche de vaca, una de las más frecuentes en los niños pequeños, la lactancia materna influye de manera positiva, ya que a través de ella se expone al niño no solo a las proteínas de los alimentos que consume la madre, sino a los nuevos sabores. “De esta forma, un niño que pudiese ser alérgico a las proteínas de la leche de vaca, y que se está exponiendo a esa proteína a través de la lactancia, está creando tolerancia”.

La introducción de la comida: sin prisa y sin pausa

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Foto: iStock.


Lo primero que recomienda Blanco es intentar una lactancia exclusiva hasta los seis primeros meses, y a partir de esta edad, cuando el cuerpo del bebé está preparado para recibir el resto de alimentos, se deben introducir poco a poco, aumentando la cantidad de la ingesta y la variedad hasta tener una alimentación parecida a la que tiene un adulto. “Todo ello sin prisa, pero sin pausa”, asegura.

En el bloque '1, 2, 3, todos a comer' damos algunos consejos de cómo se debe hacer todo, poco a poco y separando un alimento de otro al menos cuatro días, y respetando los alimentos prohibidos que son “la sal, el azúcar, las verduras de hoja grande, la miel, los frutos secos enteros y la leche de vaca”. El método depende de los padres, algunos deciden comenzar con el triturado y otros son más atrevidos y deciden introducir sólidos con el método Baby-Led Weaning (alimentación complementaria a demanda, es decir, el proceso de destete de un bebé en el que introducimos alimentos sólidos en su dieta que puede comer de forma autónoma con sus propias manos)”.

“Los niños no cogen fiebre por estar a bajas temperaturas, en todo caso una hipotermia, que se soluciona abrigando al niño”, explica Oñoro


Por su parte, Oñoro añade que “a los adultos nos iría muy bien si comiéramos como los niños de un año en vez de como comemos nosotros”. En este sentido, recuerda que la alimentación de un niño de un año de vida “no debería variar de la de un niño más mayor, simplemente adaptar el volumen de las raciones que van a comer y la forma de presentar los alimentos”.

Otro de los errores que se suelen cometer es la introducción tardía de los sólidos. Con respecto a este tema, Oñoro alerta de que “hay padres que mantienen los triturados más allá del año de vida, cuando la Asociación Española de Pediatría recomienda que, a partir de los 10 meses, los niños empiecen a entrar en contacto con los sólidos para que la masticación y la deglución se puedan ejercitar y que no sean niños que puedan desarrollar un trastorno de conducta alimentaria de niño pequeño, como la aversión por ciertas texturas”.

Sueño y fiebre: consejos para principiantes

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Foto: iStock.


Lo primero que deben saber los padres con respecto al sueño de sus hijos es que es un proceso completamente diferente al suyo. Es decir, siguen otros patrones y mecanismos que nada tienen que ver con lo que conocemos los adultos. En esta guía ambos pediatras explican cómo es el sueño del niño, cuáles son las diferentes fases, qué podemos hacer para acompañar la maduración de los sueños de los niños y toda la información necesaria para no desistir y no desesperar cuando un niño se despierta varias veces en la noche.

“El consejo más importante que podemos dar -señala Blanco- es que el sueño en los niños es muy distinto al de los adultos y que tarda en madurar; hay algunos niños que con 3 o 4 años no consiguen hacer noches del tirón”. Y afirma que “los primeros seis meses son los peores, porque el sueño es completamente diferente al de los adultos, pero es fundamental para los padres conocer cómo es el sueño del niño para ayudarle en el proceso de aprendizaje del sueño y de maduración”.

“Un uso excesivo de pantallas o móviles aumenta la obesidad en los niños”, alerta Oñoro

En cuanto a la fiebre, otra de las preocupaciones más comunes, es Oñoro quien aclara la eterna duda de muchos padres: “Los niños no cogen frío, es decir, por exponer a un niño a temperaturas bajas no coge fiebre, en todo caso puede exponerse a una hipotermia, problema que se soluciona abrigando al niño, pero eso no va a hacer que desarrolle fiebre, mocos o neumonía, porque estos síntomas se dan por enfermedades infecciosas que se contagian de unas personas a otras”.

Y bromea: “Yo siempre pongo el ejemplo de que si caminases desnudo por Siberia y no te encontrases con nadie, no te contagiarías de nada, es decir, no tendrías fiebre, morirías antes de una hipotermia que de una infección”. En este sentido, Oñoro explica que es normal sentir esa sensación de 'angustia', pero destaca: “Prefiero mil veces ver a un niño con 40 de fiebre que está corriendo por la consulta y pidiendo unas pegatinas que a un niño con 38 de fiebre al que, nada más entrar, le veo mal color y que no consigue despertarse o solo hace algún ruido pequeño cuando le estimulo”.

Pantallas: hacer a los niños competentes digitales

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Foto: iStock.


Vivimos en la era tecnológica, pero los datos son aterradores. En España, más de un 72% de los menores de 12 años tiene un teléfono móvil, y los menores de 6 años pasan unas dos horas frente a las pantallas, según Empantallados.

En esta línea, Oñoro afirma que es difícil poner remedio a este problema porque “vivimos en una sociedad hiperconectada y todos tenemos un móvil y un ordenador, que es la herramienta de trabajo y de ocio de muchos mayores, por lo tanto los niños no son ajenos a la sociedad en la que vivimos”.

Y las consecuencias son claramente negativas en la salud. “Se sabe que un uso excesivo de pantallas o móviles aumenta la obesidad en los niños y por tanto es una cosa que habría que limitar. Y por otro lado, en niños pequeños se ha visto que el uso de pantallas puede interferir en su neurodesarrollo, sobre todo porque no trasladan lo que están viendo en la imagen a la realidad, es decir, están viendo cosas en dos dimensiones cuando la realidad es en tres dimensiones”, asevera.

Y concluye: “El empleo de las nuevas tecnologías es inevitable en los niños, lo que tienen que hacer los padres es hacer que sean competentes digitales y que hagan un buen uso, sobre todo en los más pequeños evitar el uso frecuente y utilizarlo con ellos”.

Si estás leyendo esto, enhorabuena, por tu paternidad/maternidad o por lo menos por pensártelo. Formar una familia es uno de los proyectos más importantes en la vida de una persona y es algo mágico. Te da una felicidad y un aprendizaje de amor incondicional que pocas lecciones en la vida te ofrecen.

Leche
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