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Comprueba cómo es tu tipo de personalidad después del covid
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Investigación

Comprueba cómo es tu tipo de personalidad después del covid

Un nuevo estudio propone 19 nuevas formas de temperamento surgidas por la pandemia. Aventura perfiles de comportamiento que solo en tiempos de crisis salen. ¿Con cuál de ellos te identificas tú?

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Y sí, el virus SARS-CoV-2 llegó para quedarse, como sospechábamos, y al parecer nos está mostrando una cara oculta que desconocemos: la de moldear la personalidad. Por ello, se ha instalado trayendo de la mano también lo que puede cambiarnos de arriba abajo. ¿Sabes entonces cómo es tu personalidad ahora? Negador, realista, acaparador…

"El covid saca a la luz hasta 19 tipos de personalidades emergentes distintas, según un nuevo estudio"

Tal vez por ello, la investigación de Mimi E. Lam (de la Universidad de Bergen, Noruega), recién publicada en 'Humanities and Social Sciences Communications' (del grupo de 'Nature'), cobra especial valor a la hora de identificar y explorar los impactos de identidades o comportamientos surgidos por el covid-19.

Así establece: "Estas identidades de comportamiento emergentes con la llegada del covid están siendo secuestradas por identidades sociales y políticas existentes para politizar la pandemia y aumentar el racismo, la discriminación y el conflicto".

Y continúa: "La pandemia nos recuerda que no somos inmunes los unos a los otros. Para unirnos en nuestra lucha contra el virus, es importante reconocer la dignidad básica de todos y valorar la diversidad humana que actualmente nos divide".

"Solo entonces, podremos fomentar la resiliencia social y una agenda covid-19 ética. Esto allanaría el camino para otros desafíos de bienes comunes globales cuyos impactos son menos inmediatos, pero no menos graves para la humanidad", añade.

Nuevas identidades sociales

Como aclara a Alimente Andreu Arenas, del departamento de Economía, sección de Economía Política, Economía Pública y Economía Española (Facultad de Economía y Empresa Universitat de Barcelona), e investigador del Instituto de Economía de Barcelona (IEB): “Mimi Lam en su artículo de 'Nature' propone que la pandemia es tan importante que puede crear, aunque que sea de forma temporal, una nueva dimensión de identidades sociales, basadas en la forma como se percibe la misma y las actitudes que genera, y que pueden de la misma forma crear oportunidades de cooperación”.

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Los humanos, insiste, “somos únicos por nuestra capacidad de cooperación en grandes grupos de ciudadanos anónimos. Históricamente, este tipo de ayuda se ha vehiculado a través de categorías sociales con intereses comunes, en función de su importancia en distintos momentos, como la nacionalidad, la clase social, la religión, el género o el color de la piel”.

El virus, sin embargo, "es mortífero con independencia de estas identidades previas, y en cierta manera las diluye, aunque la incidencia no sea siempre la misma. Mimi Lam propone que la pandemia es tan importante que puede crear, aunque sea temporalmente, una nueva dimensión de identidades sociales, basadas en la forma en que se percibe la pandemia y las actitudes que genera, y que pueden de la misma manera crear oportunidades de cooperación y también de conflicto. Según Lam, ejemplos de nuevos identidades serían los negacionistas, los que reaccionan aislándose por miedo, los partidarios de la inmunidad de grupo, los que se creen invencibles, los supervivientes, los realistas, los rebeldes, los solidarios, los responsables y otras categorías. Esta categorización es inevitablemente arbitraria, aunque posiblemente correlacione con tipos de personalidad y carácter preexistentes, que en situaciones normales pasan más desapercibidos", destaca el experto.

Los tres grandes grupos

En la categorización de la investigadora Lam, "pueden distinguirse tres grandes grupos: los que cumplen de forma incondicional con las recomendaciones de salud pública, los que cumplen con las recomendaciones en función de la situación y la información que poseen, y los que no quieren cumplir bajo ninguna circunstancia. Esta categorización puede parecer pura curiosidad, pero puede ser útil. ¿Por qué? Muchas predicciones epidemiológicas acerca de la evolución de la pandemia están hechas de forma mecánica, sin tener en cuenta que la gente adapta su comportamiento a partir de la información disponible, del estado de la situación e incluso de las previsiones. Por ejemplo, un experimento reciente en Suecia mostraba cómo la llegada de las vacunas hacía que ciertos grupos tomaran menos precauciones.

Identificar los nuevos perfiles de varios grupos sociales con relación a su actitud frente a la pandemia puede ayudar a mejorar modelos epidemiológicos y las previsiones. "Por ejemplo, en poblaciones donde predominen los negacionistas, las predicciones sobre la expansión del virus pueden tener en cuenta que la gente seguirá sin colaborar; mientras que en poblaciones donde predominen los cumplidores condicionales, su colaboración dependerá de la gravedad de la situación. De forma similar, también es posible optimizar las intervenciones de política pública y los mensajes de las autoridades y los expertos enfocándolos y haciéndolos a medida de ciertos grupos, en función de cómo se espera que ajusten su comportamiento", subraya el experto de la UB.

La científica sostiene que las "democracias liberales necesitan una agenda de políticas éticas con tres prioridades: 1. Reconocer la diversidad de los individuos; 2. Deliberar y negociar compensaciones de valor; y 3. Promover la aceptación, la confianza y el cumplimiento del público", agrega.

Pero antes de llegar al final es importante recordar la enumeración que argumenta su trabajo:

"La pandemia está afectando a la humanidad con un enfoque unido no visto desde la última guerra mundial. Además, tampoco se había escuchado desde entonces. En marzo, las campanas de las iglesias sonaron en Bolonia en una novena contra el SARS-CoV-2 que asolaba Italia y se propagaba al resto de Europa. En abril, la pandemia irrumpió en América del Norte con una venganza, ya que el número de muertos en los Estados Unidos lo catapultó más allá de todas las demás naciones en unos juegos olímpicos macabros. En su 'Meditación XVII', John Donne insta a que “nunca se sabe por quién doblan las campanas". La muerte de cada persona nos disminuye, ya que estamos unidos en una humanidad común. Sin embargo, ¿cómo nos las arreglamos cuando la campana suena cuatro veces por minuto, una vez cada 15 segundos, para marcar las 6.000 personas estimadas que se estaban perdiendo diariamente de la humanidad por causa del virus, como sucedió el 4 de abril de 2020".

La diferencia con las dos guerras mundiales

Y recuerda: "El desafío político en la pandemia actual es que, a diferencia de las dos guerras mundiales, el 'enemigo' no es visible. Ningún marcador identifica quién está infectado o es altamente contagioso de SARS-CoV-2. Los marcadores de identidad habituales, como nacionalidad, etnia, raza, religión, clase socioeconómica y género, que caracterizan las actuales 'políticas de identidad', no se aplican en esta 'guerra'. El nuevo virus no respeta fronteras políticas, infecta a todos los grupos demográficos (aunque con impactos diferenciales) y acecha incluso entre los seres queridos. Esta falta de discriminación viral se ve reforzada por historias trágicas, como la del médico chino Li Wenliang, quien advirtió por primera vez sobre la enfermedad infecciosa solo para sucumbir a ella".

Por todo ello, es importante saber cómo se están forjando las nuevas personalidades.

Algunos 'tipos de personalidad COVID-19' emergentes:

  • Negadores: que minimizan la amenaza viral, promoviendo los negocios como de costumbre.
  • Esparcidores: quieren que se propague, que se desarrolle la inmunidad colectiva y que vuelva la normalidad.
  • Perjudicadores: intentan dañar a otros, por ejemplo, escupiéndoles o tosiendo.
  • Realistas: reconocen la realidad del daño potencial y ajustan sus comportamientos.
  • Preocupados: se mantienen informados y seguros para manejar su incertidumbre y miedo.
  • Contempladores: se aíslan y reflexionan sobre la vida y el mundo.
  • Acaparadores: entran en pánico, compran y acumulan productos para calmar su inseguridad.
  • Invencibles: a menudo jóvenes, que se creen inmunes.
  • Rebeldes: defienden las reglas sociales que restringen sus libertades individuales.
  • Culpadores: desahogan sus miedos y frustraciones en los demás.
  • Explotadores: abusan de la situación para obtener poder, ganancias o brutalidad.
  • Innovadores: diseñan o reutilizan recursos para combatir la pandemia.
  • Partidarios: muestran su solidaridad en apoyo a los demás.
  • Altruistas: ayudan a los vulnerables, ancianos y aislados.
  • Guerreros: quienes, al igual que los trabajadores sanitarios que están en primera línea, combaten la cruda realidad como pueden.
  • Veteranos: los que ya experimentaron el SARS o el MERS y voluntariamente cumplen con las restricciones, sin cuestionarlas ni alzar la voz.

Y sí, el virus SARS-CoV-2 llegó para quedarse, como sospechábamos, y al parecer nos está mostrando una cara oculta que desconocemos: la de moldear la personalidad. Por ello, se ha instalado trayendo de la mano también lo que puede cambiarnos de arriba abajo. ¿Sabes entonces cómo es tu personalidad ahora? Negador, realista, acaparador…

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