Últimas evidencias de lo que hace la aspirina en el cáncer de colon
Su uso prolongado antes del diagnóstico se asocia con menor mortalidad, tal y como acaba de demostrarse en un nuevo estudio. Alimente habla con el científico que lo ha llevado a cabo y con la Sociedad Española de Oncología Médica
Es el analgésico más consumido en todo el mundo y el que más ha sido investigado. La centenaria y afamada aspirina guarda el potencial de ser, además de un antiinflamatorio, un antitérmico que ayuda, también, a prevenir el infarto y el ictus. Y cada día surgen nuevos datos sobre el papel beneficioso de este antiinflamatorio no esteroideo (AINE) en el cáncer.
"Se ha tomado de forma preventiva para la cardioprotección durante años. No estamos listos para decir eso sobre quimioprevención"
Los últimos en llegar vienen de la mano de Peter Campbell, de la Sociedad Americana del Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés), y constatan que su uso prolongado antes de un diagnóstico de cáncer colorrectal (CCR) puede estar vinculado a una menor mortalidad asociada a la enfermedad oncológica.
Antecedentes
En declaraciones a Alimente, el doctor Campbell argumenta: “La relación entre la aspirina y la incidencia de cáncer colorrectal se conoce desde hace décadas. Este estudio examinó el impacto de su uso en la muerte por la patología después del diagnóstico de la enfermedad. Aquí se sabe mucho menos. Requiere un diseño de estudio considerablemente diferente”.
Según el informe ‘Las cifras del cáncer en España 2020’, realizado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de colon es el de mayor incidencia en España con 44.231 casos estimados para 2020 sin diferenciar por sexos. Sin embargo, se sabe que afecta a uno de cada 20 hombres y a una de cada 30 mujeres antes de cumplir los 74 años.
En España, la supervivencia a los cinco años se sitúa actualmente por encima de la media de los países europeos, con un 64% (la media europea es de un 57%).
Nuevos datos
El nuevo estudio, publicado en 'The Journal of the National Cancer Institute', sugiere que el uso de aspirina antes del diagnóstico podría ayudar a reducir la mortalidad por CCR en la población general al limitar la diseminación metastásica de los tumores colorrectales antes de su detección. La prevención de metástasis a distancia conduce a menos muertes por culpa de la enfermedad oncológica.
El trabajo se llevó a cabo con datos de hombres y mujeres inscritos en la Cohorte de Nutrición del Estudio de Prevención del Cáncer II (CPS-II) de la ACS que no tenían la enfermedad al inicio del mismo (año 1992/1993) y que fueron diagnosticados de CCR durante el seguimiento hasta 2015. Los resultados de mortalidad se completaron hasta finales de 2016.
"Estos hallazgos son importantes porque los pacientes con cáncer colorrectal buscan orientación sobre los factores del estilo de vida para mejorar su pronóstico", asevera el Dr. Campbell.
El estudio también examinó las asociaciones del uso previo y posterior al diagnóstico de aspirina y otros AINE distintos al producto centenario con la mortalidad específica por CCR.
"Si bien se necesita más evidencia, preferiblemente de ensayos controlados aleatorios, los hallazgos de este estudio son un recurso importante para informar a los médicos y sobrevivientes de CCR sobre los posibles beneficios y perjuicios del uso de AINE", aclara.
Quimioprevención
Reconoce además que “aspirina se ha tomado de forma preventiva para la cardioprotección durante muchos años. No estamos preparados aún para decir eso sobre la quimioprevención. Próximamente se publicarán los resultados de algunos estudios más”.
El especialista defiende "que es importante hacer balance de los riesgos y beneficios de su consumo dado que existe riesgo de hemorragia gastrointestinal. Un dato a tener en cuenta es que los efectos detallados en este estudio se obtuvieron con el consumo diario de una aspirina infantil”.
En cuanto al mecanismo de acción establece que “la aspirina inhibe las plaquetas. La reducción de las mismas es probablemente lo que está impulsando micrometástasis más bajas y una mejor supervivencia en algunos pacientes”.
La doctora Ana Fernández Montes, vocal de la junta directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga médica del Complexo Hospitalario de Ourense, reconoce a este diario que "contextualizando el tema, las estrategias para prevenir las enfermedades son de dos tipos: prevención primaria, cuando la enfermedad no ha acontecido, y prevención secundaria, cuando sí lo ha hecho. Estas últimas se realizan para prevenir que reaparezca. El artículo contempla ambas estrategias".
Aportaciones
"Estamos ante un trabajo que evaluó la toma de aspirina y antiinflamatorios no esteroideos (AINE, lo que conocemos como naproxeno e ibuprofeno), antes y tras el diagnóstico de cáncer de colon, y realmente la asociación que encuentra es que aquellos que han tomado aspirina previamente y desarrollan un cáncer de colon tienen una menor mortalidad". Pese a ello, "este hallazgo no justifica la toma de aspirina o de los AINE de forma indiscriminada con objeto de prevenir un posible cáncer de colon, dado que no son medicamentos inocuos, y con efectos adversos importantes como son el sangrado y las úlceras gastroduodenales, como se ha mencionado anteriormente, efectos que a su vez se incrementan con la edad. Por otro lado, tal y como exponen los autores, no hay una clara justificación racional de cómo lo consigue y tampoco queda clara la dosis, no la frecuencia, con la que la tenemos que tomar. Por todo ello, los hallazgos no van a cambiar nuestro día a día".
¿Debemos tomar aspirina?
"Sabemos que hay diferentes estudios que sugieren que la aspirina reduce la incidencia de pólipos y a su vez la mortalidad por cáncer de colon y en el global de los tumores, pero son estudios a menudo con diferentes factores de confusión, sesgos, por lo que no se ha extrapolado a la población general la toma de aspirina. Todo ello asociado a las dudas sobre la posología y la toxicidad hacen que no se recomiende su empleo", insiste la doctora de la SEOM.
Destaca la especialista que hay casos distintos para el consumo de ácido acetilsalicílico. "Si tuviésemos un subgrupo específico en el que se contemple su uso es en pacientes con síndrome de Lynch, o como se conoce de otro modo, cáncer colorrectal no polipósico. Se trata de un síndrome hereditario asociado con diferentes tumores, entre los que los más frecuentes son el colorrectal y el endometrio. El uso de 600 mg diarios durante 2 años se asoció a una reducción del riesgo de cáncer de colon en el estudio CAPP2".
E insiste: "Sin embargo, se encuentra en marcha un estudio, CAPP3, específicamente para determinar la posología más conveniente por los riesgos expuestos previamente para la medicación con las posologías de 100, 300 y 600 mg diarios durante 2 años. Estamos hablando de prevención primaria".
¿Cómo actúa?
Conocemos el mecanismo de acción de la aspirina, "pero no el de por qué previene los pólipos, el cáncer de colon y otros tumores. Sabemos que el cáncer se favorece por estados inflamatorios, como puede ser la obesidad, y su mecanismo antiinflamatorio, al inhibir la producción de prostaglandinas, podría ser una de las posibles explicaciones. De momento, se debe insistir en que aún no se recomienda de forma generalizada".
Es el analgésico más consumido en todo el mundo y el que más ha sido investigado. La centenaria y afamada aspirina guarda el potencial de ser, además de un antiinflamatorio, un antitérmico que ayuda, también, a prevenir el infarto y el ictus. Y cada día surgen nuevos datos sobre el papel beneficioso de este antiinflamatorio no esteroideo (AINE) en el cáncer.