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Siete posturas de yoga para hacer la digestión
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Siete posturas de yoga para hacer la digestión

Esta práctica tradicional ha demostrado ser muy efectiva para el bienestar psicológico y físico. Y en los últimos años se ha convertido en tendencia. No deja de ganar seguidores

Foto: Foto: iStock.
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Fomentar la paz interior y el equilibrio emocional son algunas de las premisas del yoga, técnica de herencia india que se ha convertido en una de las más demandadas, ya que se calcula que es practicado por unos 500 millones de personas en el mundo.

El yoga combina movimientos específicos (asanas), con técnicas de respiración (pranayama) y meditación (dyana). Pero cuando hablamos de yoga no solo se trata de efectos psicológicos, ya que tiene un enfoque holístico, y la salud física también sale ganando cuando lo practicas.

Activar la circulación sanguínea, oxigenar los órganos, liberar endorfinas, mejorar el sistema nervioso y endocrino, estimular la concentración o aliviar el estrés son algunos de los beneficios que buscan las personas en el yoga. Aunque también puede ayudar con la digestión, ya que estimula el sistema nervioso parasimpático.

Os traemos algunas posturas para que podáis hacer este proceso más fácil. ¡Preparad esterilla que vamos!

Primera: Parsva Sukhasana

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Con este movimiento estiramos los oblicuos, los músculos del abdomen, la espalda y los hombros. Además, puede aliviar la molesta hinchazón y los gases.

¿Cómo lo hacemos?

  1. Nos sentamos en el suelo con las piernas cruzadas y con las manos tocando el suelo.
  2. Levantamos el brazo izquierdo en el aire y nos inclinamos suavemente hacia el lado derecho.
  3. Mantenemos el antebrazo derecho en el suelo, mirando hacia fuera.
  4. Inhalamos y exhalamos cuatro o cinco veces lentamente y cambiamos de lado.

Segunda: Ardha Matsyendrasana

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El movimiento de torsión promueve la regularidad intestinal al ayudar a los intestinos delgado y grueso en la peristalsis, que es la contracción natural del estómago y los intestinos, que permite que bajen las materias contenidas en el tubo digestivo.

¿Cómo lo hacemos?

  1. Nos sentamos en el suelo con las dos piernas estiradas. Doblamos la rodilla izquierda y la cruzamos sobre la derecha o sobre el muslo, colocando el pie izquierdo en el suelo (debemos mantener el pie izquierdo plantado en el suelo durante todo el movimiento)
  2. Nos inclinamos despacio sobre la cadera derecha y doblamos la rodilla derecha de modo que la planta del pie derecho mire hacia adentro, hacia la nalga izquierda. Aunque es cierto que no todo el mundo puede hacer este tipo de posturas, si se complica, podéis mantener la pierna derecha estirada.
  3. Colocamos el codo derecho en la parte exterior de la rodilla izquierda mientras giramos el tronco suavemente hacia la izquierda. Y tenemos que colocar la mano izquierda en el suelo, al lado de los glúteos.
  4. Giramos el cuello por encima del hombro izquierdo y mantenemos la posición durante una repetición de cuatro o cinco respiraciones. Y cambiamos de lado.

Tercera: Apanasana

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'De rodillas al pecho', así se podría traducir esta postura. Además de ser muy relajante, alivia los dolores y la tensión lumbar. Esta postura, según los expertos, masajea el intestino grueso y favorece las deposiciones.

¿Cómo lo hacemos?

  1. Nos tumbamos boca arriba con las piernas estiradas.
  2. Doblamos las rodillas despacio y las llevamos hacia nuestro pecho. Podemos usar los brazos para ayudarnos.
  3. Mantenemos la posición durante cuatro o cinco respiraciones.

Cuarta: Marjaryasana-Bitilasana

Esta postura se conoce como la del gato y la vaca, y es una de las más populares del yoga. Es muy útil para estirar los músculos de la espalda y el abdomen. Además de mejorar la circulación, es clave para promover la peristalsis intestinal.

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Postura de la vaca: ¿cómo lo hacemos?

  1. Comenzamos con las rodillas y las palmas de las manos apoyadas en el suelo y con la espalda y el cuello planos. Las rodillas tienen que estar alineadas con las caderas, las muñecas y los hombros.
  2. Para la postura de la vaca tenemos que inclinar la pelvis para que el coxis suba y el vientre se mueva hacia abajo.
  3. Giramos los hombros hacia atrás despacio y levantamos la cabeza mirando hacia arriba. Hay que evitar que se extienda demasiado el cuello.
  4. Sostenemos la postura durante cuatro o cinco respiraciones.
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Postura del gato: ¿cómo lo hacemos?

  1. Una vez estamos en la posición neutral del principio, colocamos la parte superior de los pies en el suelo con las plantas de los pies hacia arriba. Metemos el coxis, llevamos el ombligo hacia la columna y giramos los hombros hacia adelante para arquear la espalda.
  2. Bajamos suavemente la cabeza, permitiendo que la gravedad controle esto en lugar de forzarla hacia abajo.
  3. Sostenemos la postura durante 4 a 5 respiraciones.
  4. Repetimos ambas posturas un par de veces.

Quinta: Bhujangasana

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También se la denomina 'postura de la cobra', ya que imita a este animal en posición vertical. Y es una de las posturas que ayuda a la digestión en general (además es una postura muy beneficiosa para estirar la espalda).

¿Cómo lo hacemos?

  1. Empezamos por acostarnos boca abajo, con los pies separados a la altura de las caderas y las palmas de las manos apoyadas en el suelo junto a las costillas inferiores, con los codos doblados.
  2. Extendemos los pies de modo que la parte superior de sus pies toque el suelo.
  3. Presionamos con las manos y lentamente llevamos la cabeza y el pecho hacia arriba.
  4. Mantenemos los codos ligeramente doblados mientras estiramos los brazos lentamente.
  5. Giramos los hombros hacia atrás y hacia abajo e intentamos levantar el esternón en lugar de levantar la barbilla.
  6. Debemos asegurarnos de mantener la pelvis en el suelo y llevar el pecho y la parte superior de la espalda hacia arriba y hacia adelante.
  7. Miramos ligeramente hacia arriba sin extender demasiado el cuello ni levantar la barbilla.
  8. Sostenemos la posición durante cuatro o cinco respiraciones.

Sexta: Dhanurasana

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La 'postura del arco' imita la forma del arco de un arquero. Estira la espalda, ayuda a la digestión y es una aliada contra los problemas de estreñimiento. Además contribuye a aliviar los cólicos menstruales. Es una postura bastante complicada y no es apta para todo el mundo.

¿Cómo lo hacemos?

  1. Nos acostamos boca abajo, con las piernas estiradas y las manos a los lados con las palmas hacia arriba.
  2. Doblamos las rodillas hacia atrás y acercamos los pies a los glúteos tanto como podamos.
  3. Nos estiramos hacia atrás y agarramos suavemente los tobillos. Nos aseguramos de mantener las rodillas más estrechas que las caderas.
  4. Tiramos de los pies hacia el cuerpo y levantamos ligeramente los muslos del suelo. Al mismo tiempo, levantamos el pecho y la cabeza hacia arriba. Y mantenemos la pelvis plana en el piso.
  5. Sostenemos la postura durante cuatro o cinco respiraciones.

Séptima: Supta Matsyendrasana

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La postura de giro espinal supino es ideal para estirar la espalda baja y aumentar la movilidad espinal. Además, alivia el estreñimiento y la hinchazón y favorece la digestión general.

¿Cómo lo hacemos?

  1. Nos acostamos sobre nuestra espalda, también llamada posición supina.
  2. Doblamos ambas rodillas, con las plantas de los pies apoyadas en el suelo. Levantamos las caderas de 2,5 a 5 cm del suelo y las movemos hacia la derecha aproximadamente 2,5 cm. Esto permitirá que las caderas se apilen al completar este movimiento.
  3. Bajamos las caderas hacia el suelo.
  4. Estiramos la pierna izquierda, agarramos la rodilla derecha y la llevamos hacia nuestro pecho.
  5. Mientras mantenemos la pierna izquierda estirada, giramos suavemente hacia la izquierda y llevamos la rodilla derecha sobre la izquierda. En lugar de forzar la rodilla hacia el suelo, dejamos que se cubra suavemente sobre la pierna izquierda.
  6. Llevamos el brazo derecho hacia atrás y lo colocamos recto en el suelo, perpendicular a nuestro cuerpo.
  7. Con la mano izquierda presionamos suavemente la rodilla derecha para un mayor estiramiento. Alternativamente, dejamos el brazo izquierdo estirado.
  8. Mantenemos esta posición durante cuatro o cinco respiraciones profundas. Y repetimos en el otro lado.

Fomentar la paz interior y el equilibrio emocional son algunas de las premisas del yoga, técnica de herencia india que se ha convertido en una de las más demandadas, ya que se calcula que es practicado por unos 500 millones de personas en el mundo.

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