"La gran amenaza son los virus de la gripe, campeones de la mutación"
¿Por qué el viaje a China de la OMS no ha podido esclarecer el origen del covid? ¿De dónde vendrán las futuras pandemias? El catedrático Juan José Badiola expone sus teorías
En mayo del año pasado, la OMS comunicó a China su deseo de visitar el país para intentar esclarecer el origen del SARS-CoV-2, causante de la mayor pandemia -precedida por la de sida- de los últimos 50 años. Después de superar numerosos obstáculos burocráticos, el pasado 14 de enero una comisión de la autoridad sanitaria mundial llegó a Wuhan, aunque hasta el 30 de enero los científicos no pudieron comenzar sus inspecciones. El 9 de febrero emitieron su informe: el origen del coronavirus es animal y surgió en diciembre de 2019. Nada más (y nada nuevo).
El veterinario Juan José Badiola, director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza (de nivel 3 de seguridad biológica), y un referente científico europeo en encefalopatía espongiforme bovina ('mal de las vacas locas'), tiene una hipótesis para explicar el ‘fracaso’ de la delegación: "La estrategia de China de quitarse responsabilidad y hablar de un animal intermediario es reconocer que el virus ha surgido allí".
Pregunta. ¿Cuál es su valoración sobre la visita de los científicos de la OMS?
Respuesta. Los chinos han querido exculpar de toda responsabilidad al laboratorio de virología de Wuhan y han intentado a toda costa evitar la asociación entre la pandemia y la 'fuga accidental’ del virus. De hecho, la OMS considera creíble que el origen no esté en el laboratorio.
¿En qué ha quedado la inspección? En mi opinión, en nada. Yo pensaba que la rueda de prensa estaba condicionada por haberse dado en China, y que de regreso a Europa se expondrían los hallazgos más detalladamente. Al final no ha sido así, y el objetivo de saber cuál es la especie intermedia entre los murciélagos y los humanos no se ha conseguido.
P. Usted dirige un laboratorio de alta seguridad biológica. ¿Cree que hay razones para sospechar la fuga accidental del SARS-CoV-2?
R. Es muy difícil que se escape nada de un laboratorio de nivel 3 de seguridad. Todos estos laboratorios tienen presión negativa (el aire va de fuera adentro, nunca al revés), se esteriliza todo (incluidas las personas), todo se autolava a 133º C y 3 atmósferas de presión y eso mata hasta los priones, así es que mucho más el virus.
La teoría de que el coronavirus se escapó del laboratorio surge a raíz de que un consultor de Estados Unidos manifestara, en 2017, sus dudas sobre la seguridad de esta instalación (creada a partir de la irrupción del SARS), pero está descartada por la mayoría de los científicos. Imposible no es, de hecho, el gran brote de fiebre aftosa que se produjo en Inglaterra en 2007 procedía de un escape en un laboratorio productor de vacunas (Merial Animal Health ). Podría ocurrir, pero es muy improbable porque se controla mucho.
Detrás del brote tiene que haber un animal intermedio entre el murciélago y los humanos, seguro; así ocurrió con los coronavirus del SARS y del MERS, entonces, ¿por qué va a ser diferente con este?
P. ¿Cuáles son sus candidatos?
R. Tiene que ser un animal que se infecte con un virus humano. Mi hipótesis apunta a los mustélidos y los felinos. Los primeros son: visones, hurones, tejones y garduñas; animales de vida silvestre que son carnívoros pequeños. Y si es un felino silvestre, quizá se trate nuevamente de una civeta (como en el SARS). También se han señalado a los perros mapache...
Debe de ser algún animal que tenga contacto con los murciélagos y que se vendiera en el mercado de Huanan, porque las dos terceras partes de los primeros infectados habían estado allí y las condiciones higiénicas eran penosas.
P. ¿Cree que la comisión de la OMS ha podido determinar realmente el momento del origen?
R. China sostiene que la primera vez fue cuando lo comunicaron [diciembre de 2019] pero yo creo que lo tenían circulando desde mucho antes. Han dicho que alguien introdujo el virus; también han señalado a alimentos congelados procedentes de otros países, pero ese es un origen altamente improbable. La estrategia de China es quitarse responsabilidad, y hablar de un animal intermediario es reconocer que el virus ha surgido en ese país.
P. Los ciudadanos hemos aprendido que las pandemias son un riesgo que, tarde o temprano, ocurre. ¿De dónde puede venir la próxima?
R. Hemos descubierto que los murciélagos son unos animales con los que hay que tener mucho cuidado, porque tienen connivencia con los coronavirus pero también con otros virus. Creo que debería haber una investigación a fondo sobre los murciélagos, aunque es complejo porque hay muchas especies.
Otros con los que hay que tener cuidado son los virus nipa, que se encuentran en los murciélagos comedores de fruta (frugívoros) que viven en la zona del Índico. Pero hemos de admitir que no hay distancias, y la gente y los animales se pueden contagiar con los jugos de algunos vegetales y extender el virus. Por ello, hay que tener a los nipa en el punto de mira porque son bastante patógenos y causan enfermedades graves.
P. La gripe ha provocado importantes pandemias. ¿Debemos temerla? Este año no hemos tenido gripe…
R. Los virus gripe no nos van a abandonar. Están especializados en epidemias y en pandemias. En los últimos días hemos sabido que el virus H5N8, hiperpatógeno, causante de gripe aviar, ha infectado a 8 trabajadores de una granja en el sur de Rusia. Este es un punto de atención.
Los virus de gripe aviar son muy peligrosos. Mutan y se recombinan, porque tienen un juego curioso entre los cerdos (que actúan como tubos de ensayos), las aves y las personas. A la vez, un virus gripe humano también infecta a la especie porcina. Se recombinan, se hacen virus mixtos y al final se crea un virus con componentes aviares, porcinos y humanos, y esos son los más peligrosos porque tienen mayor potencial pandémico. Estas son las gripes fuertes.
P. Entonces, ¿qué virus son los más temibles?
R. Para mí, los virus de la gripe son las principales amenazas porque están cambiando continuamente y son los campeones de la mutación y de la recombinación.
P. ¿Cree que después del covid-19 estamos más preparados para afrontar una pandemia?
R. No, ni en España ni en la mayoría de los países europeos. Los sistemas sanitarios del continente están basados en la enfermedad individual, en el cáncer, los ictus, el politraumatismo, las patologías crónicas, pero no son afecciones infecciosas.
Las únicas enfermedades contagiosas que se previenen son las infantiles, y son las que se evitan con las vacunas porque de lo contrario tendríamos poliomelitis, tosferina, etc. Por eso, los médicos que saben más de vacunas son los pediatras, el resto no.
P. Está claro que los animales pueden ser una amenaza para la salud humana. ¿Qué papel les corresponde a los veterinarios?
R. Se está abriendo paso el concepto 'un mundo, una salud' (one world, one health), porque ya no podemos hablar de salud humana por un lado y de salud animal por otro, ese paradigma se ha roto.
Los veterinarios tenemos que convencer a los compañeros médicos de este concepto en el mundo actual; hay que cuidar de la salud humana pero también de la animal -porque si no lo hacemos así, se van a transferir patógenos- y de la salud medioambiental. Cuando se agrede un ecosistema, tiene malas consecuencias porque se estrecha el contacto entre animales, personas y microbios, con lo que la posibilidad de transferencia de patógenos se incrementa cada vez más.
Ese lema de 'un mundo, una salud' es la única manera de hacer previsiones. Y actuar pronto. La detección temprana es fundamental, y aquí estuvo el error de esta pandemia. Si dejas que una epidemia se expanda, estás perdido.
En mayo del año pasado, la OMS comunicó a China su deseo de visitar el país para intentar esclarecer el origen del SARS-CoV-2, causante de la mayor pandemia -precedida por la de sida- de los últimos 50 años. Después de superar numerosos obstáculos burocráticos, el pasado 14 de enero una comisión de la autoridad sanitaria mundial llegó a Wuhan, aunque hasta el 30 de enero los científicos no pudieron comenzar sus inspecciones. El 9 de febrero emitieron su informe: el origen del coronavirus es animal y surgió en diciembre de 2019. Nada más (y nada nuevo).