"Mi libro: el manual de instrucciones del GPS para andar mejor por la vida"
De la mano del Dr. Rojas llega un nuevo libro, 'Todo lo que tienes que saber sobre la vida' (ha vendido más de 3 millones). Lo desgranamos con él y nos adelanta su próxima obra
A estas alturas de su trayectoria profesional, y de sembrar equilibrio emocional en la sociedad española y también a nivel internacional, no son necesarias las presentaciones. Pero si el Dr. Enrique Rojas, catedrático de Psiquiatría y director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas de Madrid nos 'reactiva' los cinco sentidos con su último libro, 'Todo lo que tienes que saber de la vida' (Ed. Espasa Calpe), del que ha vendido ya más de tres millones de ejemplares que han sido traducidos a numerosos idiomas (del inglés al ruso pasando por el alemán), es por algo.
"Tengo ya un nuevo libro en mi cabeza. Y lo voy a hacer con mi hija Isabel, psicóloga, que tiene una alegría contagiosa… El tema: la felicidad"
Y si a sus 72 años, hoy, como hizo en el pasado, alza de nuevo la voz para publicar esta nueva obra (suman ya 21 con esta última), mientras ha permanecido siempre a pie del 'diván' que ocupan sus pacientes, nos preguntamos el motivo.
PREGUNTA. ¿Cuál?
RESPUESTA. Cada paciente es para mí lo más importante. Me pongo a su servicio y por ello esta nueva obra ejemplifica lo que año tras año nos enseñamos mutuamente. Veo mucha gente perdida en lo fundamental. Quiero aportar una visión realista y positiva del ser humano, y trabajar tres instrumentos esenciales de la psicología: la voluntad, la inteligencia y los sentimientos. Tres parques jurásicos interconectados.
P. 'Todo lo que tienes que saber sobre la vida' es su última obra. ¿Podemos saberlo todo o se trata de no tener miedo a la realidad para crecer?
R: Mi libro es un GPS para andar por la vida. Un manual de instrucciones básico.
P. ¿Cómo se asientan los pilares para que una persona pueda ser lo más feliz posible?
R. Dos cosas muy concretas. Tener una personalidad equilibrada, bien construida. Y, además, haber sabido diseñar un proyecto de vida con cuatro notas en su interior: amor, trabajo, cultura y amistad.
P. Su libro se asienta en las propias vivencias de los que le piden ayuda. En nuestro país, el reconocimiento de un trastorno por salud mental siempre ha sido un estigma y se ha ocultado. ¿Cree que hemos logrado evolucionar un poco? ¿Qué nos falta aún para cuidar nuestra mente como hacemos con nuestro cuerpo?
R. La psiquiatría ha pasado de ser una especialidad casi marginal a ser capital. El psiquiatra se ha convertido en el médico de cabecera. Es cierto que hasta hace poco una enfermedad mental era algo que marcaba en negativo a esa persona, esto ha cambiado radicalmente.
P. Precisamente ahora con la pandemia, ¿considera que las personas que antes eran capaces de reconocer sus debilidades a nivel emocional o inestabilidades personales saldrán más favorecidas que las que las enterraban?
R. La pandemia ha parado el mundo. Hay un envoltorio de incertidumbre generalizado y esto conduce a andar perdidos, sin rumbo, inestables. Sugiero este lema: no te rindas, crécete ante las dificultades con fortaleza.
P. La pandemia ya está dejando rastro. ¿En quiénes va a ser más profunda la huella psicológica?
R. Las más afectadas son personas hipersensibles, inseguras, con poca autoestima, hipocondriacas, miedosas. Hay que pedir ayuda con tres series de síntomas: alta ansiedad y crisis de pánico; fuerte descenso del estado de ánimo; y tendencia muy acusada a perder el control de uno mismo.
P. ¿Qué factores nos hacen más resilientes? ¿Qué bases busca la gente ahora para mantenerse bien: cuáles sirven y cuáles no?
R. Los factores que definen la llamada inteligencia auxiliar, que son el orden, la constancia, la voluntad, la motivación y la capacidad de observación. De ellas la voluntad es la clave: la voluntad es más importante que la inteligencia. Es la joya de la corona de la conducta.
"La voluntad es más importante que la inteligencia. La joya de la corona de la conducta"
P. ¿Realmente qué papel juegan el trabajo, la familia y el amor en la estabilidad emocional de una persona? La diferencia entre lo real y lo irreal.
R. No hay estabilidad personal sin amor y sin trabajo. Ambos forman un binomio. La familia bien construida es la mejor escuela; un buen padre vale más que cien maestros y una buena madre es como una universidad doméstica.
P. ¿Qué significa realmente ser feliz?
R. Estar contento con uno mismo al comprobar que hay una buena relación entre lo que uno ha deseado y lo que uno ha conseguido. No equivocarse en las expectativas. Aprender a moderar las ambiciones. La felicidad es un río con cuatro brazos: amor, trabajo, cultura y amistad.
P. De la envidia se dice que es el mal de los españoles ¿Qué piensa al respecto y si tras alardes de generosidad, este tiempo la ha disparado?
R. Tristeza es tristeza ante el bien ajeno o alegría ante el mal ajeno. La envidia es una declaración de inferioridad. Lo mejor es darle la vuelta: emular y copiar eso bueno que veo en otra persona. Lo mejor: tener algunos modelos de identidad atractivos e imitarlos.
P. Todo lo que tienes que saber en la vida... Aceptarla, vivirla, agradecerla, luchar por cambiarla, mejorarla, no resignarse o, simplemente, encontrar un equilibrio emocional entre la realidad y el imposible. El deseo de lo aparentemente imposible es un mal del ser humano.
R. El que no sabe lo que quiere no puede ser feliz. El que quiere demasiadas cosas se dispersa. La mejor fórmula para mí es: tener una voluntad de hierro para sacar lo mejor de uno mismo e intentar hacer algo por dar felicidad en minúscula a los que nos rodean, dar amor y luz.
P. ¿Qué es lo que más ilusión tiene en la vida y qué es lo que más detesta?
R. Mi mujer Isabel es mi ilusión con argumento, es lo mejor que me ha pasado en la vida y después mis cinco hijos. Con cada uno tengo una historia de confidencias y retos. Lo que más detesto: el mundo está cansado de seductores mentirosos… Lo dejo ahí.
P. ¿Cómo podemos ser mejores?
R. Luchar en objetivos muy concretos, medibles y pensar más en los demás y en humanizar este mundo que nos ha tocado vivir. Hay más alegría en dar que en recibir. Tener un sentido humano y espiritual de la vida te lleva a una cierta excelencia, y de ahí no hay más que un paso a una cierta plenitud. Aprender a luchar: mares tranquilos nunca hicieron buenos navegantes.
P. ¿Cómo debemos ayudar a las nuevas generaciones, en una época que parece arrastras al individualismo, al aislamiento social tras las 'pantallas'?
R. Educar es seducir con los valores que no pasan de moda; convertir a alguien en persona. Dar raíces y alas: principios e ilusiones. El individualismo se desliza hacia el hedonismo, el consumismo, la permisividad y el relativismo… Cuatro disolventes graves. Y usar el vendaval de la tecnología con cabeza.
P. Hablemos de maltrato y abusos. Es difícil digerir que, en pleno siglo XXI, las mujeres mueran a manos de sus parejas o se produzca acoso escolar o 'sexting'. ¿Qué estamos haciendo mal?
R. Donde más se retrata el ser humano es en la convivencia, que es un arte repleto de matices psicológicos. Para estar bien con alguien, hace falta estar primero bien con uno mismo. La educación sexual ha caído en manos de la pornografía, que convierte a la mujer en un objeto de usar y tirar.
"Ahora hay que pedir ayuda con tres series de síntomas: ansiedad y crisis de pánico, descenso del estado de ánimo y pérdida de autocontrol"
P. Sin aventurar nada, ¿tiene en mente una nueva obra?
R. Tengo ya un nuevo libro en mi cabeza. Y lo voy a hacer con mi hija Isabel, psicóloga, que tiene una frescura mental poco frecuente y una alegría contagiosa… El tema: la felicidad. Quiero abrirme paso entre masas de pensamientos y dejar unas cuentas fórmulas claves, como esta: la felicidad es una ecuación entre logros, partido por las expectativas.
P. Lo último. Tres consejos para mejorar la vida de la pareja.
R. Evitar discusiones innecesarias, luchar por no sacar la lista de reproches del pasado, aprender a perdonar y olvidar. Y saber darle a las cosas que nos pasan en la vida en común la importancia que realmente tienen: ser capaz de tener 'justeza' de juicio. Valorar las cosas que nos ocurren en su justa medida.
A estas alturas de su trayectoria profesional, y de sembrar equilibrio emocional en la sociedad española y también a nivel internacional, no son necesarias las presentaciones. Pero si el Dr. Enrique Rojas, catedrático de Psiquiatría y director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas de Madrid nos 'reactiva' los cinco sentidos con su último libro, 'Todo lo que tienes que saber de la vida' (Ed. Espasa Calpe), del que ha vendido ya más de tres millones de ejemplares que han sido traducidos a numerosos idiomas (del inglés al ruso pasando por el alemán), es por algo.
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