Lúpulo, de aromatizar la cerveza a tratar patologías hepáticas
Algunos compuestos de este extracto vegetal podrían ser la clave para terminar con la acumulación de grasa en este órgano
Son muchos los esfuerzos de la comunidad científica por avanzar en los tratamientos de patologías como las hepáticas. Concretamente, la enfermedad del hígado graso no alcohólico afecta aproximadamente a una cuarta parte de las personas en los Estados Unidos y Europa. Y, aunque las enfermedades relacionadas con el hígado suelen relacionarse con el consumo de alcohol, un 25% de los pacientes que las tienen no lo consumen o, por lo menos, no en exceso. Además de esto, la resistencia a la insulina, la obesidad, una dieta alta en grasas y niveles elevados de grasa en la sangre son algunos de los factores de riesgo.
Dos compuestos del lúpulo podrían ayudar a terminar con la acumulación de grasa en el hígado
El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo porque le ayuda a procesar los nutrientes y también actúa como un filtro para el sistema circulatorio, por lo que cuando tenemos demasiada grasa en el hígado puede desarrollarse una inflamación e insuficiencia hepática.
Lúpulo, clave en la elaboración de la cerveza
Esta planta, de la familia del cáñamo, se ha utilizado tradicionalmente para la aromatización de la cerveza y, en parte, es responsable de su color también, pero como se ha podido comprobar, sus propiedades van mucho más allá de esas. Ahora, una nueva investigación de la Universidad Estatal de Oregón sugiere que existen dos compuestos del lúpulo que podrían ayudar a terminar con esa acumulación de grasa en el hígado que se conoce como esteatosis hepática.
El trabajo del equipo liderado por Adrian Gombart, que se ha hecho en roedores, ha demostrado que “los compuestos xantohumol y tetrahidroxanthohumol, abreviados como XN y TXN, pueden mitigar la acumulación de grasa en el hígado inducida por la dieta”. XN es un flavonoide prenilado producido por el lúpulo y TXN es un derivado hidrogenado del XN.
En el estudio, 60 ratones fueron asignados aleatoriamente a uno de cinco grupos: dieta baja en grasas, dieta alta en grasas, dieta alta en grasas complementada con XN, dieta alta en grasas complementada con más XN y dieta alta en grasas complementada con TXN.
Los científicos encontraron que TXN ayudó a frenar el aumento de peso asociado con una dieta alta en grasas y también a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, ambos factores para frustrar la acumulación de grasa en el hígado.
¿Cómo actúan estos componentes?
El mecanismo detrás de la efectividad de los compuestos involucra a la proteína PPARγ, que regula la expresión génica. PPARγ controla el metabolismo de la glucosa y el almacenamiento de ácidos grasos y de los genes que activa estimulando la creación de células grasas a partir de células madre, según apuntan en el estudio.
En esta línea, XN y TXN actúan como 'antagonistas' de PPARγ, "uniéndose a la proteína sin enviarla a la acción, a diferencia de un agonista de PPARγ, que la activaría y se uniría a ella", explican. El resultado del antagonismo en este caso es una menor acumulación de grasa en el hígado.
"Demostramos que TXN fue muy eficaz para suprimir el desarrollo y la progresión de la esteatosis hepática causada por la dieta", afirma Gombart, profesor de bioquímica y biofísica en la Facultad de Ciencias de OSU e investigador principal en el Instituto Linus Pauling. "TXN pareció ser más eficaz que XN tal vez porque los niveles significativamente más altos de TXN pueden acumularse en el hígado, pero XN también puede retrasar la progresión de la enfermedad en dosis más altas".
Los científicos encontraron que TXN ayudó a frenar el aumento de peso asociado con una dieta alta en grasas
Aunque los autores no han conseguido explicar el porqué de la diferencia de la acumulación de estos dos compuestos, sí han visto que el TXN se acumuló mejor en el hígado que el XN. "Puede deberse a que XN es más metabolizado por el huésped y su microbiota intestinal que TXN, pero se necesitan estudios adicionales para averiguarlo", según Gombart.
Además, insisten, "aunque XN y TXN son enfoques preventivos efectivos en roedores, los estudios futuros deben determinar si los compuestos pueden tratar la obesidad existente en humanos". Estos resultados podrían servir como un nuevo enfoque para prevenir y tratar la obesidad inducida por la dieta, la esteatosis hepática y los trastornos metabólicos relacionados.
Cabe destacar que también colaboraron en esta investigación Yang Zhang, Matthew Robinson, Donald Jump y Carmen Wong, de la Facultad de Salud Pública y Ciencias Humanas de OSU; Gerd Bobe, de la Facultad de Ciencias Agrícolas; Cristobal Miranda y Fred Stevens, de la Facultad de Farmacia; Malcolm Lowry, Thomas Sharpton, Claudia Maier y Victor Hsu, de la Facultad de Ciencias; y Christiane V. Löhr, de la Escuela de Medicina Veterinaria Carlson de Oregón.
La financiación del estudio se ha conseguido gracias a los Institutos Nacionales de Salud, el Instituto Linus Pauling, la Facultad de Farmacia de OSU, Hopsteiner, Inc y el Fondo de Investigación Buhler-Wang de la Fundación OSU.
Son muchos los esfuerzos de la comunidad científica por avanzar en los tratamientos de patologías como las hepáticas. Concretamente, la enfermedad del hígado graso no alcohólico afecta aproximadamente a una cuarta parte de las personas en los Estados Unidos y Europa. Y, aunque las enfermedades relacionadas con el hígado suelen relacionarse con el consumo de alcohol, un 25% de los pacientes que las tienen no lo consumen o, por lo menos, no en exceso. Además de esto, la resistencia a la insulina, la obesidad, una dieta alta en grasas y niveles elevados de grasa en la sangre son algunos de los factores de riesgo.