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Mejorar la calidad del aire protege de la demencia
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Nuevos datos

Mejorar la calidad del aire protege de la demencia

Durante la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer de EEUU, que se está celebrando actualmente, se ha presentado una ponencia que constata que las partículas PM2.5 pueden hacerte perder la memoria

Foto: Foto: iStock.
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Ni que decir tiene que sabemos -se ha dicho hasta la saciedad- que en plena era covid la ventilación en espacios interiores es una medida efectiva en la prevención de la transmisión del SARS-CoV-2. Ni que decir tiene que la contaminación del aire, en abierto o cerrado, es la causa silenciosa de multitud de enfermedades. Eleva el riesgo de enfermedad cardiovascular como documentan varios trabajos

A pleno grito de pulmón llevamos años reivindicado aire limpio. También, cómo no, la lucha por el cambio climático, pero son dos cosas distintas aunque tienen una estrecha relación.

Foto: El presidente Adolfo Suárez, durante una acto oficial en Madrid. (EFE)

Ahora durante la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer de EEUU, que se está llevando a cabo en Denver, se acaba de presentar una ponencia que recoge varios estudios que constatan que la contaminación del aire te puede hacerte perder la memoria.

"Estos nuevos datos exploran cómo los contaminantes del aire podrían afectar la demencia y qué podría significar reducirlos"

De hecho, una revisión sistemática publicada en 'Journal of Alzheimer Disease' que analizó todos los trabajos indexados desde 2018 en Medline, Embase, and PsychINFO® relacionados con la exposición a la polución y el riesgo de demencia encontró que, de los 3.720 registros, 13 artículos eran relevantes, con estudios de EEUU, Canadá, Taiwán, Suecia y el Reino Unido.

El seguimiento del estudio varió de uno a 15 años. Los contaminantes examinados incluyeron material particulado ≤2.5 μ (PM2.5), dióxido de nitrógeno (NO2), óxidos nitrosos (NOx), monóxido de carbono (CO) y ozono. La conclusión: "Está surgiendo evidencia de que una mayor exposición a contaminantes en el aire se asocia con un mayor riesgo de demencia", según los autores de la Universidad Nueva Gales del Sur en Sídney (Australia).

Función cognitiva

Ahora, durante la conferencia anunciada anteriormente, se ha concluido que mejorar la calidad del aire puede beneficiar la función cognitiva y reducir el riesgo de demencia.

Ensayos anteriores han vinculado la exposición a la contaminación del aire a largo plazo con la acumulación de placas cerebrales relacionadas con la enfermedad de Alzheimer, pero esta es la primera evidencia acumulada de que reducir la contaminación, especialmente las partículas finas (PM2.5) en el aire y los contaminantes de la quema de combustible, se asocia con un menor riesgo de la demencia por todas las causas y la enfermedad de Alzheimer.

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Tanto el aumento de los niveles de contaminación del aire como el incremento de los casos de demencia son crisis de salud pública en todo el mundo. Si bien la investigación ha vinculado la calidad del aire y la cognición anteriormente, estos nuevos datos presentados exploran cómo los contaminantes del aire podrían afectar la demencia y qué podría significar reducirlos para la salud del cerebro a largo plazo. Entre los hallazgos clave se encuentran:

  • La reducción de partículas finas (PM2.5) y contaminantes relacionados con el tráfico (NO2) por 10% del estándar actual de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) durante 10 años se asoció con reducciones del 14% y 26% en el riesgo de demencia, y más lento deterioro cognitivo, en mujeres estadounidenses mayores. Estos beneficios ocurrieron en mujeres independientemente de su edad, nivel de educación, la región geográfica donde vivían y si tenían enfermedad cardiovascular.
  • La reducción de la concentración de PM2.5 en 10 años se vinculó con una reducción del riesgo de demencia por todas las causas en los franceses en un 15% y de enfermedad de Alzheimer en un 17% por cada microgramo de contaminante gaseoso por metro cúbico de aire (μg / m3).
  • La exposición prolongada a contaminantes del aire se asoció con niveles más altos de beta amiloide en la sangre en una gran cohorte de EEUU. Lo que muestra una posible conexión biológica entre la calidad del aire y los cambios físicos del cerebro que definen la enfermedad de Alzheimer.

"Sabemos desde hace algún tiempo que la contaminación del aire es mala para nuestro cerebro y para la salud en general, incluida una conexión con la acumulación de amiloide en el cerebro", dijo Claire Sexton, DPhil, directora de programas científicos y divulgación de la Asociación de Alzheimer de EEUU. "Pero lo emocionante es que ahora estamos viendo datos que muestran que mejorar la calidad del aire en realidad puede reducir el riesgo de demencia. Estos datos demuestran la importancia de las políticas y acciones de los gobiernos y empresas federales y locales que abordan la reducción de los contaminantes del aire".

"Lo emocionante es que ahora estamos viendo datos que muestran que mejorar la calidad del aire en realidad puede reducir el riesgo de demencia"

En un estudio estructurado de manera similar, Noemie Letellier, de la Universidad de California (San Diego), y sus colegas trabajaron con el French Three-City Study, con una gran cohorte de más de 7.000 participantes de 65 años o más, para investigar los vínculos entre la exposición a la contaminación del aire y el riesgo de demencia. Los investigadores observaron una reducción de la concentración de PM2.5 entre 1990-2000, que se asoció con una reducción del 15% en el riesgo de demencia por todas las causas y una reducción del 17% en las probabilidades de enfermedad de Alzheimer por cada microgramo de contaminante gaseoso por metro cúbico de aire (μg / m3), independiente de factores sociodemográficos y de comportamiento de salud, y genotipo APOE.

"Estos datos, por primera vez, destacan los efectos beneficiosos de la reducción de la contaminación del aire sobre la incidencia de la demencia en los adultos mayores", asevera Letellier. "Los hallazgos tienen implicaciones importantes para reforzar los estándares de calidad del aire para promover un envejecimiento saludable. En el contexto del cambio climático, la urbanización masiva y el envejecimiento de la población mundial, es crucial evaluar con precisión la influencia del cambio de contaminación del aire en la demencia incidente para identificar y recomendar estrategias de prevención".

Placas beta amiloide

La acumulación de placas de beta amiloide es una de las características distintivas de la enfermedad de Alzheimer. Si bien se ha encontrado una relación entre la contaminación y el aumento de las mismas en estudios en animales y humanos, se sabe relativamente poco acerca de los efectos de la exposición a largo plazo.

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Christina Park, estudiante de doctorado en el Departamento de Epidemiología de la Universidad de Washington, y sus colegas examinaron las asociaciones entre la exposición a niveles contaminantes del aire de partículas finas (PM2.5), partículas más grandes (PM10) y dióxido de nitrógeno (NO2), y los niveles de Aβ1-40 (uno de los principales componentes proteicos de las placas) en más de 3.000 personas que estaban libres de demencia al comienzo del Estudio de Evaluación de la Memoria de Ginkgo. En él se evaluaron los niveles de contaminación del aire en las direcciones residenciales de los participantes durante periodos de tiempo de hasta 20 años antes de realizar análisis de sangre para medir su beta amiloide

Las personas que estuvieron en el estudio por más tiempo (ocho años) mostraron un fuerte vínculo entre los tres contaminantes del aire y Aβ1-40. Estos son algunos de los primeros datos en humanos que sugieren que la exposición prolongada a contaminantes del aire está asociada con niveles más altos de Aβ1-40 en la sangre.

"Nuestros hallazgos sugieren que la contaminación puede ser un factor importante en el desarrollo de la demencia", asegura Park. "Muchos otros factores que afectan a la enfermedad no se pueden cambiar, pero las reducciones en la exposición a la contaminación sí".

Ni que decir tiene que sabemos -se ha dicho hasta la saciedad- que en plena era covid la ventilación en espacios interiores es una medida efectiva en la prevención de la transmisión del SARS-CoV-2. Ni que decir tiene que la contaminación del aire, en abierto o cerrado, es la causa silenciosa de multitud de enfermedades. Eleva el riesgo de enfermedad cardiovascular como documentan varios trabajos

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