Menú
Por fin, una prueba no invasiva para las enfermedades intestinales
  1. Bienestar
Frente a la colonoscopia

Por fin, una prueba no invasiva para las enfermedades intestinales

Hay buenas noticias para el diagnóstico de las patologías digestivas. La molesta (y engorrosa) colonoscopia pasará a un segundo plano a la hora de detectar, por ejemplo, Crohn, y se impondrá el examen de las muestras de sangre y heces

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Son crónicas y cada vez más frecuentes en todo el mundo, especialmente en los países industrializados. Hablamos de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). La EII engloba dos patologías: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. En España, afectan a 300.000 personas, aunque la primera es más frecuente que la segunda (58% frente al 42%).

"En España, 300.000 personas padecen enfermedad inflamatoria intestinal"

Según la Confederación ACCU (Crohn y Colitis Ulcerosa), se caracterizan por ser enfermedades del intestino esencialmente, inmunomediadas, inflamatorias y crónicas, que evolucionan en brotes (fases activas) y periodos de remisión (fases inactivas).

Ambas, además, “alteran la capacidad del organismo para digerir los alimentos y absorber los nutrientes y comparten características clínicas y patológicas. Algunos síntomas comunes son: diarrea, sangre en las heces, cansancio, dolor abdominal, pérdida de apetito y de peso y fiebre”. Y se puede tener una u otra o las dos a la vez.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Según la Sociedad Americana de Radiología (RNA, sus siglas en inglés), ante la “sospecha de la enfermedad el doctor le hará un examen físico para evaluar su condición y utilizará pruebas de sangre y de heces para buscar indicios de sangrado y descartar otras causas subyacentes tales como una infección”. Pero "también le podrían someter a una sigmoidoscopia flexible, una colonoscopia, escáner o una resonancia magnética”.

Sangre y heces

De hecho, como aclara la ‘Revista Biomédica’, en los afectados por EII, “ la colonoscopia se puede utilizar en el diagnóstico diferencial”. Ahora llegan las buenas noticias. Un estudio publicado en 'Experimental Physiology' propone una prueba no invasiva novedosa para evaluar la función intestinal que puede ayudar a detectar y monitorear el tratamiento de enfermedades intestinales utilizando solo una pequeña muestra (1 ml) de sangre y heces.

La función de la barrera intestinal está determinada por la barrera de la sangre intestinal, un complejo sistema de múltiples capas. Esto se puede comparar con un filtro ajustado que controla con precisión el paso de nutrientes y evita que las bacterias pasen del interior del intestino al torrente sanguíneo.

En las personas con EII, la barrera de la sangre intestinal está deteriorada: es más como un tamiz rasgado, permitiendo que más productos bacterianos pasen del intestino a la sangre. Esto se conoce comúnmente como un intestino con fugas.

Esta prueba mide la concentración de productos bacterianos intestinales (fruto del metabolismo) en la sangre y las heces del paciente. Los autores creen que con más investigación esta evaluación de la fuga intestinal será muy importante en el diagnóstico y tratamiento de la EII y otras enfermedades intestinales.

La estrategia habitual para diagnosticar y monitorizar la EII se basa en una colonoscopia, que es invasiva, a menudo requiere anestesia y evalúa las lesiones estructurales, en lugar del mal funcionamiento intestinal.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Los trastornos intestinales pueden ocurrir antes de que existan cambios estructurales visibles, por lo que el diagnóstico basado en pruebas funcionales que evalúan la fuga intestinal podría permitir a los médicos detectar la enfermedad precozmente.

Si bien no hay cura para la EII, es controlable. El diagnóstico temprano permitiría a los pacientes controlar los síntomas antes de que se vuelvan graves, mejorando su calidad de vida.

La investigación de Experimental Physiology proporciona una prueba simple no invasiva que no solo podría ser útil para el diagnóstico de las enfermedades mencionadas, sino también de otros trastornos intestinales, como la celiaquía y las alergias a los alimentos. También es válida para detectar enfermedades que producen un intestino permeable, como insuficiencia cardiaca, presión arterial alta y enfermedades del hígado.

Marcin Ufnal, autor principal del estudio, defiende: "Esta puede ser una herramienta muy importante para el diagnóstico y el tratamiento del intestino y otras enfermedades, utilizando el intestino permeable como marcador de la enfermedad, así como un posible objetivo para el tratamiento".

Son crónicas y cada vez más frecuentes en todo el mundo, especialmente en los países industrializados. Hablamos de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). La EII engloba dos patologías: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. En España, afectan a 300.000 personas, aunque la primera es más frecuente que la segunda (58% frente al 42%).

El redactor recomienda