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Esofagitis eosinofílica, cuando tragar puede resultar una pesadilla
  1. Bienestar
Una afección desconocida

Esofagitis eosinofílica, cuando tragar puede resultar una pesadilla

En muchas ocasiones los médicos no son capaces de resolver las dolencias relacionadas con el sistema digestivo. Te hablamos de una descubierta hace poco

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El esófago es el tubo muscular encargado de transportar alimentos y líquidos de la boca al estómago. De hecho, todos nos hemos atragantado alguna vez y lo que ocurre es que un trozo de comida se atasca en este tubo e impide que baje correctamente hasta el estómago.

La cifras señalan que 1.518 de cada 100.000 hombres padecen una enfermedad digestiva

Entre las enfermedades más comunes del estómago encontramos algunas como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), el cáncer de esófago, acidez o esofagitis eosinofílica (EoE), que, a pesar de que esta última puede parecer menos conocida, la sufren miles de personas en España.

De hecho, según datos de 2019 recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), las enfermedades del aparato digestivo ocuparon el segundo puesto en las principales causas de hospitalizaciones en los hospitales públicos de España.

En cuanto a los hombres, el INE apunta que “las mayores tasas de morbilidad de los hombres corresponden a las enfermedades del aparato digestivo (1.518 por cada 100.000 hombres) y a las del aparato circulatorio (1.512)”.

Un diagnóstico tardío

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Cuando hablamos de esofagitis eosinofílica, nos referimos a la enfermedad crónica del esófago donde los glóbulos blancos (llamados eosinófilos) se acumulan en el tubo muscular.

A pesar de que no es una de las enfermedades más típicas porque ha sido descubierta hace poco, es peligrosa porque su diagnóstico es tardío. Entre los síntomas más destacados que aparecen son daño o inflamación, lo que puede derivar en dolor a la hora de tragar o puede ocurrir que se nos atasque la comida en la garganta. De hecho, en muchas ocasiones se confunde con la ERGE.

Estamos ante una enfermedad que puede afectar a cualquier persona, pero afecta en mayor medida a los hombres caucásicos que padecen otro tipo de anomalías como asma, alergias alimentarias o eccemas en la piel, aunque en ocasiones también se debe a un factor genético.

Los síntomas, físicos y psicológicos

Se trata de una enfermedad de difícil diagnóstico porque los síntomas varían dependiendo de la edad o el sexo, entre otros factores.

Los bebés y niños pequeños que lo padecen suelen sufrir problemas de alimentación, vómitos, bajo peso y crecimiento o reflujo que no mejora con medicamentos. En ocasiones, los niños no comen o les cuesta mucho debido a que padecen esta afección, lo que afectará negativamente a su desarrollo posterior. Sin embargo, en el caso de niños más mayores, los vómitos y el reflujo se repiten y se le añade dolor abdominal, poco apetito o problemas para tragar alimentos sólidos.

Los adultos por su parte, suelen experimentar también acidez y dolor en el pecho, y también sufren problemas para tragar alimentos y reflujo que no se cura.

En este sentido, tanto adultos como niños padecen la pesadilla de no poder alimentarse correctamente por los atragantamientos constantes que sufren cada vez que el alimento pretende deslizarse por el tubo hasta el estómago, y esta es la razón por la que muchos de ellos vomitan.

En España, al menos, 45.000 personas padecen esofagitis eosinofílica

Para poder diagnosticar este tipo de afecciones, la prueba más común sería una endoscopia gastrointestinal superior (se introduce un endoscopio -cámara- por la boca a través del tubo digestivo para conocer el problema), y, en ella, practicar una biopsia (tomar pequeñas muestras a través de una endoscopia).

El problema principal reside en que, como los tratamientos y diagnósticos actuales no llegan a ser enteramente útiles, el enfermo se va acostumbrando a que hay alimentos que no puede ingerir y poco a poco los va eliminando de su dieta, en vez de ponerse solución al problema.

Tratamiento experimental

Una previsión de estudio, que en el futuro estará liderado por el doctor Alfredo Lucendo, jefe de Sección de Aparato Digestivo del Hospital General de Tomelloso (Ciudad Real), pretende “identificar nuevas posibilidades terapéuticas a través del conocimiento del efecto potencia de un nuevo producto sobre los mecanismos que producen la EoE y que permita impactar sobre otras vías de tratamientos no exploradas”, según ha indicado el doctor.

La Asociación Española de Esofagitis Eosinofílica (AEDESEO) inició el pasado mes de febrero una campaña que tiene como objetivo recaudar fondos para poder llevar a cabo la investigación. La iniciativa parte porque, según la asociación, los últimos estudios realizados en 2017 y 2018 reflejaron que actualmente en España hay al menos 45.000 personas que padecen esta enfermedad que, todavía hoy, “no está suficientemente diagnosticada”, declaran.

El esófago es el tubo muscular encargado de transportar alimentos y líquidos de la boca al estómago. De hecho, todos nos hemos atragantado alguna vez y lo que ocurre es que un trozo de comida se atasca en este tubo e impide que baje correctamente hasta el estómago.

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