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La variante delta se ceba con Israel: ¿está en riesgo la estrategia de inmunización de España?
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Los límites de las vacunas

La variante delta se ceba con Israel: ¿está en riesgo la estrategia de inmunización de España?

El país mediterráneo se presentaba como un espejo donde mirarse para llegar al fin de la pandemia. Pero, a pesar de la rápida inoculación de una gran parte de su población, las autoridades están observando como los contagios están disparados

Foto: Imagen de un hospital en la ciudad israelí de Petaj Tikva. (Reuters)
Imagen de un hospital en la ciudad israelí de Petaj Tikva. (Reuters)

La variante delta está haciendo estragos en el país que quería ser el espejo donde el resto del mundo se mirase para acabar con la pandemia. A pesar de la celeridad en la vacunación de una gran parte de su población, las autoridades de Israel están observando en las últimas semanas como los contagios se están disparando.

Aunque hace dos meses las mascarillas dejaron de ser obligatorias en el país de Oriente Medio –lo que fue el gran espejismo del fin del coronavirus–, la velocidad de propagación del covid-19 actualmente es “una de las más altas del mundo”, según el presidente del grupo de expertos que asesora al Gobierno, Ran Balicer, médico experto en salud pública. Cabe destacar que registran cerca de 8.000 nuevos contagios cada día y una tasa de positividad de 5,5% en las pruebas efectuadas el pasado miércoles (en el último pico se rondaban los 10.000 casos diarios, con una positividad que rozaba el 10%).

placeholder Tel Aviv. (Reuters)
Tel Aviv. (Reuters)

Aunque Israel actualmente tiene menos población vacunada que España, parecía que tocaba con la punta de los dedos la inmunidad de rebaño, pero este método para acabar con la pandemia parece que se haya dado de bruces con la variante delta. Una situación que pone de manifiesto que también debemos estar alerta en nuestro país ante el surgimiento de nuevas cepas que puedan entorpecer nuestra estrategia de inmunización.

Los datos de Israel son muy reveladores de que hay límites con las vacunas”, señala a El Confidencial Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS. “No debemos olvidar que la inyección nos protege en cuanto a la severidad de la enfermedad y el riesgo de muerte, pero no del peligro de infección. La vacuna no es esterilizante. Y, evidentemente, tiene menos eficacia ante las nuevas variantes que van surgiendo, como la delta”, explica el epidemiólogo.

“El hecho de que Israel haya vuelto a una incidencia de casi 700 por cada 100.000 habitantes, teniendo a gran parte de la población inoculada, nos habla de la mayor contagiosidad y mayor virulencia de la variante delta”. Por ello, el exdirectivo de la OMS avisa de que esta mutación del coronavirus “resulta particularmente amenazante. Siendo una situación que toda Europa podría enfrentar, España incluida”.

Vigilar las variantes

El epidemiólogo recuerda que el virus muta y puede generar variantes en todo el planeta: “Tenemos altas tasas de contagio en el mundo entero, por lo que hay una alta posibilidad de surgimiento de variantes. Si esto ocurre, estas variantes son amenazantes no solo por su contagiosidad y severidad, sino que escapan del efecto de las vacunas actuales. Por ello, habrá que preparar formulaciones para las nuevas variantes, que nos podrían llevar a tener un segundo periodo de inmunización con nuevas formulaciones, que no tengan que ser distintas, sino que incluyan los antígenos asociados a las nuevas variantes”.

En este sentido, respecto la aplicación de una tercera dosis que se lleva planteando estas semanas, el epidemiólogo apunta a que debemos tener especial cuidado con generar una “falsa ilusión” del funcionamiento de la misma. “Una tercera dosis, con el mismo tipo de vacuna que no contempla las nuevas variantes, no nos va a dar la protección que necesitamos y puede llevarnos a gastar esfuerzos y recursos sin ser suficientemente eficaz”, explica.

Por el momento, un estudio publicado en ‘Nature’ concluye que las dosis de Pfizer y AstraZeneca continúan siendo efectivas contra la delta, pero solo tras la segunda dosis. En la misma línea, la de Janssen también protegen contra esta variante hasta ocho meses después de recibirla, según otro informe.

Foto: Foto: Unsplash/@glencarrie.

Acuña resalta la necesidad de vigilar las variantes del coronavirus “de cerca”. “Hay que evitar el surgimiento de variantes. Pero para reducir el riesgo de que haya nuevas hay que bajar la incidencia y vacunar ampliamente el mundo, y esto no lo estamos logrando. Se está haciendo en Europa y América, pero no en el resto del mundo”.

El epidemiólogo recuerda que no ha acabado la pandemia y que para el control del coronavirus no basta solo con la inoculación (aunque es muy importante): “Tenemos que tener mucho cuidado en España porque no hemos llegado al fin de la pandemia. El virus sigue circulando, las incidencias son altas, la variante delta es amenazante y tenemos que proseguir con medidas restrictivas, de protección y avanzar en la vacunación todo lo que podamos”. “Pensar que podemos apostarlo todo a que estamos libres, con un 70% de la población con pauta completa, es absolutamente ilusorio”, apostilla.

La inmunidad colectiva: una ilusión

La viróloga del CSIC Margarita del Val señala a este periódico que desde que se comenzó a hablar de las dosis ya se percibía que no iban a servir para generar el tan ansiado efecto rebaño: “Llevamos ocho meses hablando de la posibilidad de la inmunidad colectiva cuando, desde el principio, se intuía imposible y desde hace unos meses sabemos con certeza que es imposible”.

“Hay que darse cuenta de que las personas que no están vacunadas tienen el mismo riesgo personal de infectarse que tenían hace seis meses. A la gente que no se haya inyectado no les va a proteger en casi nada que los demás estemos vacunados, seamos un 70, un 80 o un 90%, no les vamos a proteger nada. Porque con estas vacunas la inmunidad colectiva no se puede proporcionar, ya que cuando llega el virus a los vacunados lo multiplicamos y lo podemos contagiar y con bastante eficacia. No somos ese escudo donde se para la infección, la mayoría seremos personas infecciosas asintomáticas”, detalla la viróloga. Además recuerda que la probabilidad de que alguien se infecte es más alta si no está inoculado y que lo padezca con mayor gravedad.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

Hablar de inmunidad colectiva no tiene sentido con estas vacunas. El grado de la inmunidad colectiva que haría falta, si tuviésemos unas vacunas que la pudiesen proporcionar, sí que dependería de las sucesivas variantes, de lo contagiosas que fueran”, añade.

En contraposición a los riesgos que pueden sufrir los no infectados, Del Val destaca que la situación es muy buena para los vacunados y para la sociedad en general. Incluso seguirá siéndolo en la siguiente oleada de otoño aunque haya muchos casos, “que esperamos que no sean graves para la mayoría de los vacunados por lo buenas que son las vacunas”.

El riesgo que no ha mejorado nada es para los adultos mayores de 40 que no se han vacunado y que parece que no piensan hacerlo, pues se ha estancado la progresión de inoculados en esas edades”, añade. Por eso insiste en que se inyecten en cuanto retomen la normalidad tras las vacaciones, a tiempo de enfrentar la oleada de otoño; y que no confíen en una inmunidad colectiva que, como dice, siempre intuimos que no se podría generar con estas dosis, y que desde hace un par de meses ya lo sabemos.

Foto: Foto: Unsplash/@hakannural. Opinión

Asimismo, recuerda que se deben seguir las medidas preventivas y no olvidar la importancia de la ventilación.

Respecto al caso del Israel considera que, más allá de que la variante delta sea más contagiosa, “es que les ha llegado otra oleada, porque estaban en un valle entre dos oleadas, y le ha pillado confiados. Ya sabemos que lo que no se puede hacer con este virus es confiarnos”.

Las oleadas las vamos a tener igual todos, las ha tenido Islandia, que tenía a mucha población vacunada, pero son intrínsecas a que el virus está circulando y a que estas vacunas no hacen de escudo, permiten que el covid se trasmita más silenciosamente, algo que es peor para los no vacunados”, aclara.

La variante delta está haciendo estragos en el país que quería ser el espejo donde el resto del mundo se mirase para acabar con la pandemia. A pesar de la celeridad en la vacunación de una gran parte de su población, las autoridades de Israel están observando en las últimas semanas como los contagios se están disparando.

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