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Cara B de la digitalización: así será la salud visual de las futuras generaciones
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Abuso de pantallas

Cara B de la digitalización: así será la salud visual de las futuras generaciones

La miopía o el síndrome de fatiga visual son trastornos que están aumentando entre la población y lo más preocupante es que aparecen cada vez en edades más tempranas

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La vista es el sentido más desarrollado que tenemos, ya que detecta la luz y la transforma en impulsos nerviosos, los cuales llegan hasta el cerebro para ser procesados. Además, se sostiene bajo el funcionamiento de seis músculos intrínsecos que permiten el movimiento ocular y que se mantenga sostenido en su cavidad.

Un 80% de la información que recibe nuestro cerebro es visual. Por esta razón, los oftalmólogos insisten en que es imprescindible mantener una buena salud ocular y recomiendan realizar una revisión oftalmológica obligatoria al año, ya que esto puede prevenir complicaciones o enfermedades futuras.

Es frecuente que la miopía aparezca y empeore en la niñez o adolescencia

En este sentido, José María Martínez de la Casa, jefe de Sección de Glaucoma del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y profesor titular de Oftalmología en la Universidad Complutense de Madrid, advierte de que "hay multitud de patologías que no dan síntomas y que solo pueden ser detectadas tras un examen completo del ojo, por lo que la ausencia de revisiones periódicas puede provocar que algunas enfermedades se diagnostiquen en estadios ya muy avanzados con daños irreversibles".

Patologías oculares más comunes

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La instauración masiva del teletrabajo ha hecho saltar las alarmas por el abuso del uso de pantallas, tanto en el ámbito escolar como en el laboral o de ocio. Durante los meses de confinamiento, la única vía posible de comunicación externa se realizaba a través de teléfonos móviles, tablets, ordenadores o televisiones, ya que incluso las actividades al aire libre habían sido restringidas.

Se prevé que en 2050 habrá más de 500 millones de personas con miopía con más de 5 dioptrías

Andrés Gené, presidente del Colegio de Ópticos Optometristas de la Comunidad Valenciana (COOCV) y vicepresidente del Consejo General de Colegios de Ópticos Optometristas de España (CGCOO), subraya que, a pesar de que todavía falta analizar las consecuencias que ha tenido el confinamiento a nivel visual, “es muy probable que se haya producido un aumento importante de los casos de visión borrosa en niños y adolescentes”.

Martínez de la Casa explica que “el abuso de tablets o teléfonos está relacionado con un mayor desarrollo de la miopía en niños o de otras patologías como la conocida como síndrome del ojo seco, una afección que provoca visión borrosa, escozor y enrojecimiento de los ojos”.

La miopía, que se expresa en dioptrías, es un trastorno común de la visión en el que adviertes con claridad los objetos que están cerca de ti, pero percibes borrosos los lejanos. A pesar de que habitualmente es hereditaria, el uso de las pantallas ha hecho que este trastorno se agrave y sea más común que hace unas décadas.

Durante el confinamiento, 7 de cada 10 adultos aumentó el tiempo que pasaba frente a pantallas

Según cifras facilitadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se prevé que en 2050 habrá más de 500 millones de personas que sufrirán miopía con más de 5 dioptrías.

Por su parte, Javier Montero de Espinosa y Orna, vocal de Óptica y Optometría del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, detalla el efecto que tiene en los ojos el uso descontrolado de pantallas: “Cuando observamos objetos cercanos, se produce una acomodación del cristalino para poder enfocar y poder ver correctamente estos objetos, lo que provoca una contracción de los músculos oculares, generando fatiga si se mantiene durante mucho tiempo, y, normalmente, cuando se descansa de esa tarea de cerca, los síntomas de fatiga visual tienden a desaparecer”. Y añade: “El problema suele aparecer por el exceso de horas que pasamos delante de los dispositivos electrónicos”.

¿Cuáles son las consecuencias?

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El estudio '¿Estamos cuidando la visión en la 'nueva normalidad'?', elaborado por la asociación Visión y Vida en octubre de 2020, refleja que, durante el periodo de confinamiento, 7 de cada 10 adultos aumentó el tiempo que pasaba frente a pantallas electrónicas por motivos principalmente laborales.

Sin embargo, actualmente el 61,6% de los encuestados del estudio afirma que sigue pasando más tiempo frente a pantallas que antes de que apareciera el covid-19. Casi la mitad de la población española (48,6%) dedica entre dos y cinco horas más que antes al uso de este tipo de dispositivos electrónicos.

A pesar de haber terminado el confinamiento, el 21,6% de las personas sigue sufriendo dolores de cabeza y el 28,4% percibe que continúa forzando la vista, síntomas que comenzaron en los meses de encerramiento por este abuso en el uso de pantallas.

Por su parte, el Centro de Educación Superior CUNIMAD de la Universidad de Alcalá alerta de los problemas y peligros que conlleva la exposición prolongada a las pantallas, ya que ha crecido el número de personas que padecen el síndrome de fatiga ocular o astenopía.

Con más de 7 dioptrías se multiplica por 44 las posibilidades de sufrir un desprendimiento de retina

El optometrista y profesor de máster universitario en Salud Visual de CUNIMAD, Víctor García Molina, apunta que la principal consecuencia de esta situación es que una de cada cuatro personas en España afirma haber empeorado su vista debido a la fatiga ocular.

El síndrome de fatiga ocular es el resultado de un constante esfuerzo visual al realizar tareas durante un periodo de tiempo prolongado. Desde CUNIMAD aseguran que en los últimos años se ha experimentado un crecimiento de los casos debido al uso de pantallas digitales, lo que ha hecho que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconozca finalmente como una enfermedad laboral.

¿Cómo podemos prevenir problemas?

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El COOCV ha elaborado una serie de recomendaciones, especialmente enfocadas a los niños, para procurar no agravar las consecuencias que tendrá el uso excesivo de las pantallas electrónicas:

  • Por cada 40 minutos frente a una pantalla, se debe descansar 10 y procurar mirar a lo lejos desde la ventana.
  • La distancia mínima entre los ojos y la pantalla debe ser mínimo de 40 centímetros.
  • Parpadear con frecuencia para favorecer la hidratación ocular.
  • A la hora de estudiar o trabajar en casa con aparatos electrónicos, se debe disponer de una mesa y silla adecuada para mantener una postura correcta (90 grados), ya que una mala posición del cuerpo puede desembocar en problemas físicos posteriores.
  • El ambiente debe estar ventilado y, en la medida de lo posible, utilizar luz natural, intentando evitar las sombras y reflejos que se generan, además de controlar el brillo y el contraste de las pantallas.
  • El descanso y una buena alimentación son dos de las claves imprescindibles para la buena salud general del cuerpo.
Foto: Alimentos buenos para la vista. (iStock)
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Desde la clínica Vista Sánchez Trancón indican que existen multitud de alimentos buenos para la vista. Sin embargo, aclaran que no es el alimento en sí lo que mejora nuestra capacidad visual, sino la alta concentración de carotenoides, que es un pigmento orgánico que se encuentra de forma natural en las algas, plantas y otros organismos fotosintéticos.

Estos pigmentos son los responsables de dar los colores amarillos, naranjas y rojos a alimentos como la zanahoria, las naranjas o el tomate. Además, es importante incluir en nuestra dieta este tipo de alimentos porque nuestro organismo no es capaz de generar carotenoides, por lo que debemos ingerirlos.

Estos especialistas aseveran que los alimentos como el aceite de oliva, los frutos secos, los lácteos y derivados, los vegetales de hoja verde, los pimientos o el pescado azul, debido a su alta concentración de vitaminas, también favorecen la salud ocular.

¿Qué ocurrirá con las generaciones futuras?

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Múltiples estudios concluyen que es muy posible que los niños que utilizan pantallas electrónicas desde muy pequeños desarrollen miopía. De hecho, el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega recomienda fomentar, en la medida de lo posible, las actividades al aire libre.

El informe 'Prevalencia de la miopía en los jóvenes de España', elaborado en 2018, recoge que 6 de cada 10 jóvenes de entre 17 y 27 años son miopes. El análisis refleja que el estilo de vida de las nuevas generaciones se caracteriza, en gran parte, por el sedentarismo. Además, la investigación señala que el 45% de los jóvenes ha tenido su primer teléfono móvil entre los 6 y 12 años.

Por otro lado, el informe manifiesta cómo las nuevas generaciones experimentan problemas oculares desde edades más tempranas, concretamente entre los 7 y 12 años, y desarrollando mayores dioptrías, mientras que las generaciones anteriores comenzaban a tener este tipo de afecciones en la universidad.

El doctor César Villa, miembro de la Academia Americana y Europea de Optometría y catedrático de la Universidad Europea de Madrid (UEM), advierte de que un paciente con más de 7 dioptrías multiplica por 44 las posibilidades de sufrir un desprendimiento de retina.

La vista es el sentido más desarrollado que tenemos, ya que detecta la luz y la transforma en impulsos nerviosos, los cuales llegan hasta el cerebro para ser procesados. Además, se sostiene bajo el funcionamiento de seis músculos intrínsecos que permiten el movimiento ocular y que se mantenga sostenido en su cavidad.

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