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Las enfermedades relacionadas con la ansiedad que aún desconoces
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Las enfermedades relacionadas con la ansiedad que aún desconoces

La cifra no es nada despreciable y aumentará por culpa del coronavirus. Hablamos de este trastorno de salud mental que acaba de relacionarse con una enfermedad orgánica. Alimente te lo cuenta

Foto: Foto: Unsplash/anthonytran.
Foto: Unsplash/anthonytran.

Hay binomios que están destinados a perjudicarse. Sucede cuando el propio organismo sufre de ansiedad, ese trastorno tan frecuente que ni se percibe aunque es el pan del día a día que consume a quienes lo padecen. Y podemos estar seguros de que va en aumento, máxime si tenemos en cuenta la 'invasión' de covid-19. Si tomamos un poco de perspectiva, tenemos que valorar estos datos.

Nueve de cada diez personas en España han sentido estrés en el último año y cuatro de cada diez lo ha hecho de manera frecuente o continuada, porcentaje que equivale a casi 12 millones y medio de españoles. Así lo advierte el último estudio Cinfasalud (2018) sobre 'Percepción y hábitos de la población española en torno al estrés', elaborado por laboratorios Cinfa y avalado por la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), con el fin de conocer la incidencia de este problema entre mujeres y hombres españoles de todas las comunidades autónomas, atendiendo a su edad, ocupación y situación familiar.

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Foto: iStock.

Un estudio revela que las personas con ansiedad también pueden tener inflamación en la glándula tiroides. Según la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), "la tiroides en una glándula situada en la parte anterior del cuello cuya función es la regulación de los metabolismos del cuerpo a través de la producción de hormona tiroidea. Esta hormona se transporta por la sangre y va a todas las células que componen el organismo donde realiza sus funciones. En ella pueden ocurrir diversas alteraciones". Hablaremos brevemente de cada una de ellas:

Hipotiroidismo

Aparece cuando la glándula tiroides produce menos hormona de la necesaria para el buen funcionamiento del organismo. Es una enfermedad muy frecuente, sobre todo en mujeres de mediana edad y tras el parto. Los síntomas más importantes son cansancio, dificultades para concentrarse, frío y, en ocasiones, ganancia de peso. Es de destacar que muchas otras enfermedades pueden dar síntomas parecidos. Por ello, para diagnosticar esta enfermedad hay que hacer una sencilla prueba de sangre.

Hipertiroidismo

Se produce "cuando la glándula tiroides produce un exceso de hormona tiroidea. Es menos frecuente que el hipotiroidismo y se caracteriza por sudoración, taquicardia, cansancio y a veces pérdida de peso. Se trata con una medicación específica durante varios meses y luego se retira para ver si la enfermedad se ha resuelto. En caso de que no se haya resuelto, hay otras formas de tratamiento como la administración de yodo 131 que produce una curación definitiva.

Sin contar con otras patologías como el bocio, los nódulos tiroides y el cáncer de tiroides. La ciencia pone sobre la mesa que los pacientes con inflamación autoinmune de la tiroides pueden tener un mayor riesgo de desarrollar ansiedad, según los últimos estudios.

Así un trabajo encontró que las personas con ansiedad también pueden tener inflamación en la glándula tiroides que se puede reducir tomando el antiinflamatorio no esteroideo, ibuprofeno. Estos hallazgos sugieren que la función tiroidea puede jugar un papel importante en el desarrollo de trastornos de ansiedad y que la inflamación de la tiroides debe investigarse como un factor subyacente en estos trastornos psiquiátricos.

En la actualidad, hasta un 35% de la población joven (25-60 años) de los países desarrollados padece un trastorno de ansiedad. Esta puede tener un impacto severo en la calidad de vida y la capacidad de las personas para trabajar y socializar, y los medicamentos contra ella no siempre son de efecto duradero. Los exámenes actuales para los trastornos de ansiedad suelen centrarse en la disfunción del sistema nervioso y no tienen en cuenta el papel del sistema endocrino.

La glándula tiroides produce las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), que son esenciales para regular la función cardiaca, muscular y digestiva, el desarrollo del cerebro y el mantenimiento de los huesos. La inflamación autoinmune en la tiroides ocurre cuando nuestro cuerpo produce anticuerpos que atacan la glándula y causan daño. Estudios recientes indican que los trastornos de ansiedad pueden estar asociados con la disfunción de la glándula tiroides. Por lo tanto, es importante comprender cómo esto puede contribuir a la ansiedad, para que los pacientes puedan recibir un tratamiento más eficaz.

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Foto: iStock.

La Dra. Juliya Onofriichuk, del Hospital Clínico de la ciudad de Kyiv (Ucrania), investigó la función tiroidea en 29 hombres (edad promedio 33,9) y 27 mujeres (de media de 31,7) con ansiedad diagnosticada, que estaban experimentando ataques de pánico. Los ultrasonidos de sus glándulas tiroideas evaluaron su función y se midieron los niveles de estas hormonas. Los pacientes con ansiedad mostraron signos de inflamación de las glándulas tiroideas, pero su función no se vio afectada, con niveles de hormona tiroidea todos dentro del rango normal, aunque ligeramente elevados. También dieron positivo en anticuerpos dirigidos contra la tiroides. El tratamiento durante 14 días con ibuprofeno y tiroxina redujo la inflamación de la tiroides, normalizó los niveles de hormona tiroidea y redujo sus puntuaciones de ansiedad.

"Estos hallazgos indican que el sistema endocrino puede desempeñar un papel importante en la ansiedad. Los médicos también deben considerar la glándula tiroides y el resto del sistema endocrino, así como el sistema nervioso, al examinar a los pacientes con ansiedad", explica.

Este conocimiento podría ayudar a los pacientes con ansiedad a recibir un tratamiento más eficaz que mejore la función tiroidea y podría tener un efecto positivo a largo plazo en su salud mental. Sin embargo, en este estudio no se tuvieron en cuenta las hormonas sexuales y de las glándulas suprarrenales, que también pueden tener un efecto grave sobre este trastorno.

Onofriichuk ahora planea realizar más investigaciones que examinen los niveles de hormonas tiroideas, sexuales y suprarrenales (cortisol, progesterona, prolactina, estrógeno y testosterona) en pacientes con glándulas tiroideas disfuncionales y trastornos de ansiedad. Esta investigación tiene como objetivo ayudar a comprender más claramente el papel del sistema endocrino en el desarrollo de la ansiedad y podría conducir a un mejor manejo de estos trastornos.

Hay binomios que están destinados a perjudicarse. Sucede cuando el propio organismo sufre de ansiedad, ese trastorno tan frecuente que ni se percibe aunque es el pan del día a día que consume a quienes lo padecen. Y podemos estar seguros de que va en aumento, máxime si tenemos en cuenta la 'invasión' de covid-19. Si tomamos un poco de perspectiva, tenemos que valorar estos datos.

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