Este es el poder oculto de los vegetales de hoja verde

Actualmente la mayoría de la población mundial tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años, y se espera que esta cifra aumente con el paso del tiempo. Sin embargo, el deterioro cognitivo sigue siendo una de las consecuencias más habituales del envejecimiento.

Muchas investigaciones apuntan que aproximadamente entre el 5 y el 10% de los mayores de 65 años sufre deterioro cognitivo, aunque esta cifra puede aumentar si se tiene en cuenta su forma inicial.

La depresión, ansiedad o esquizofrenia pueden provocar que ese deterioro se acentúe

Se conoce como tal el declive de las funciones cerebrales, de forma que se trata de una alteración que afecta directamente a la memoria, la capacidad de aprendizaje, el rendimiento motor y las funciones ejecutivas. Debido al aumento de la esperanza de vida, resulta cada vez más esencial estudiar las causas y consecuencias de sufrir esta alteración cerebral, ya sea leve o moderada.

Sin embargo, la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) señala que existen factores de riesgo como la depresión, ansiedad o esquizofrenia que pueden provocar que ese deterioro se acentúe. De la misma manera, el estrés físico o psicológico, el dolor crónico, los déficits sensoriales o el aislamiento social son también factores de riesgo, al igual que algunas enfermedades neurológicas como enfermedad vascular cerebral, párkinson o esclerosis múltiple.

Cómo es el diagnóstico

Teniendo en cuenta que no existe una prueba específica para confirmar si un usuario padece deterioro cognitivo, es el propio médico el que tiene que determinar, en función de los síntomas del paciente y tras la realización de diferentes ensayos diagnósticos, si realmente padece o no dicha alteración cognitiva.

Sin embargo, la Clínica Mayo explica que son muchos los profesionales de la salud que diagnostican esta afección a partir de unos criterios concretos:

• Tienes problemas de memoria o alteraciones en otras funciones mentales como en la planificación de una actividad, seguimiento de instrucciones o toma de decisiones.
• Ha disminuido tu función mental con el tiempo (este tipo de cuestiones suelen ser confirmadas también por los familiares más cercanos).
• A pesar del resto de síntomas, tus actividades diarias no se ven afectadas, aunque puedes sentir un aumento de preocupación o desconcierto.

Una dieta rica en vegetales de hoja verde ayuda a ralentizar la aparición del deterioro cognitivo

• En función del nivel educativo y de la edad del usuario, se realizan unas pruebas para determinar el nivel del estado mental del paciente.
• Tras eliminar la posibilidad de que el paciente sufra enfermedades más graves como la demencia (el grado más extremo de esta afección) o el alzhéimer y evaluar conjuntamente los síntomas, los informes y antecedentes médicos y los resultados de las pruebas de estado mental, el profesional suele inclinarse por un deterioro cognitivo leve.

¿Se puede ralentizar el deterioro cognitivo?

Un estudio realizado conjuntamente por la Universidad Rush de Chicago y el Centro de Investigación y Nutrición Humana Tufts de Boston concluyó que una dieta rica en vegetales de hojas verdes ayudaba a ralentizar la aparición del deterioro cognitivo relacionado con el envejecimiento.

Este análisis se centró principalmente en el consumo de verduras de hoja verde como espinacas, col, acelga y lechuga. Se trata de alimentos que ejercen una función protectora en el cerebro y ayudan a mejorar el rendimiento de las capacidades cognitivas.

El estudio analizaba a 960 adultos con una edad media de 81 años, todos ellos libres de demencia, y durante cinco años se analizó cómo afectaba el tipo de dieta a las capacidades cerebrales. Se hacían pruebas anuales y se evaluaban concretamente cinco dominios: memoria episódica, memoria de trabajo, capacidad visoespaciales y velocidad de percepción.

Al comparar las capacidades de los pacientes que habían seguido un consumo de vegetales de hojas verdes más alto con aquellos que lo tenían más bajo, la tasa de deterioro entre un grupo y otro fue equivalente a tener 11 años menos cognitivamente.

Por tanto, se determinó que este tipo de alimento, que es rico en nutrientes, mejora la salud del cerebro y su ingesta regular ralentiza el deterioro cognitivo en adultos mayores.