¿Cómo es la hora de la comida para una persona con TOC?

Las enfermedades mentales han crecido considerablemente en los últimos años. El problema es que esta área de la medicina se ve también afectada por un déficit crónico de financiación, según revela la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, la pandemia provocada por el covid-19 hizo que los servicios de salud mental esenciales se vieran saturados.

Un estudio realizado por la OMS, llevado a cabo entre junio y agosto de 2020 y que cuenta con datos de 130 países, determinó que más del 60% de los países sufrieron perturbaciones en los servicios de salud mental destinados a personas vulnerables (incluidos niños y adolescentes), personas mayores y mujeres que requerían servicios prenatales o posnatales. De la misma manera, este desorden también se vivió en escuelas (78%) y lugares de trabajo (75%).

El TOC es una patología mental crónica e invalidante que genera gran ansiedad en aquellas personas que la padecen

En el caso del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), según el Ilustre Colegio de Farmacéuticos de Valencia, a pesar de que las cifras son difusas, se estima que afecta a un 3% de la población general, aproximadamente. El TOC es una patología mental crónica e invalidante que genera gran ansiedad en la persona que lo padece junto a obsesiones o compulsiones frecuentes y recurrentes.

A pesar de que se desconocen las causas del TOC, es posible que la genética, la biología cerebral y la química, junto a factores externos del entorno, puedan ser factores de riesgo a la hora de que aparezca el trastorno. La historia familiar (parientes de primer grado como padre o madre), estructura y funcionamiento del cerebro o los traumas infantiles suelen ser las causas más frecuentes.

Síntomas más comunes

Generalmente, el TOC suele aparecer en la adolescencia o en la adultez temprana, aunque es frecuente que surja con anterioridad en el género masculino y llegue a desarrollarse en la niñez.

Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes mentales que el paciente crea en su cerebro y que, al repetirse con tanta frecuencia, causan ansiedad. Las obsesiones pueden originar efectos diversos:

• Es frecuente que tengan miedo a los gérmenes o la contaminación.
• Se obsesionan con perder o extraviar algo.
• Preocupaciones por perjuicios que puedan afectar a uno mismo u a otros cercanos.
• Pensamientos agresivos hacia uno mismo o hacia otros.
• Tener la necesidad de perfección: objetos alineados de forma exacta o dispuestos de una manera particular y precisa.

Por su parte, las compulsiones son comportamientos que habitualmente intenta hacer repetidamente la persona para reducir su ansiedad o detener esos pensamientos obsesivos.

¿Cómo es el día a día?

Para poder diagnosticar un TOC, generalmente se le hace al paciente una evaluación psicológica y un examen físico para descartar que los síntomas no guarden relación con otros problemas o enfermedades.

En general, no existe un tratamiento para hacer que desaparezca el trastorno, pero sí se pueden aliviar los síntomas. La psicoterapia y los medicamentos ayudan a reducir la sintomatología, y es más eficaz una combinación de ambos.

Además, debemos conocer cuáles son las dificultades sociales de una persona con TOC para poder saber actuar mejor, sobre todo en el caso de niños y adolescentes, ya que, por ejemplo, los niños con TOC tienden a ser muy rutinarios en su día a día. El trastorno puede llegar a afectar a las tareas o actividades, tanto en el ámbito escolar como en el laboral. En general, una de las mejores medicinas es hacer que el paciente, desde pequeño, forme y desarrolle un grupo de amigos y familia que le ayuden a conciliar con el trastorno.

Entre los más frecuentes destacan el de limpieza compulsiva (suelen lavarse mucho las manos durante el día y limpiar su hogar y entorno de manera muy meticulosa), ultraverificación (comprueban muchas veces haber realizado una actividad o gesto correctamente), simetría, repetición (reiterar la misma palabra o frase muchas veces) o acumulación (el paciente tiende a amontonar objetos insignificantes, siendo incapaz de desprenderse de ellos).