Este es el motivo por el que te salen cardenales

Algunas personas son más propensas a desarrollar cardenales en su piel. Ya sea por su tendencia a golpearse, sobre todo en edades tempranas, o por la práctica de alguna actividad deportiva de contacto (como boxeo) o de aventura, siempre aparecen 'tatuadas' con un moretón en alguna parte de su piel.

Cuando estos hematomas se deben a un golpe, que ha roto algún pequeño capilar y que ha derivado en un pequeño desbordamiento, no existe ningún riesgo para la salud. No obstante, en función del tamaño y de su causas, estas señales pueden demostrarnos la existencia de una hemorragia interna grave u otras enfermedades que pueden poner en riesgo nuestra salud.

Enfermedades detrás de los hematomas 'espontáneos'

La primera razón por la que pueden aparecer cardenales en las piernas o en los brazos sin necesidad de haberse producido un golpe anteriormente es que se produzca alguna anomalía en el sistema vascular. Nuestro sistema circulatorio conduce la sangre a través de todo el organismo gracias al impulso de nuestro corazón y de una membrana basal que construye el recorrido de capilares, venas y arterias a lo largo de todo nuestro cuerpo.

Algunas disfunciones, como el adelgazamiento de la capa basal, pueden generar filtraciones de sangre que se manifiestan de diversas formas, desde manchas en la piel hasta orinas sanguinolentas. Sin embargo, esta alteración no es grave y puede ser perfectamente controlada a través de un buen tratamiento médico.

Las vitaminas K, C y B12 son especialmente importantes para evitar que se produzcan

Otro motivo que puede favorecer la aparición visible de estos coágulos es la estrechez de la piel. Con la edad, nuestra dermis externa va perdiendo tono y grosor, de manera que las venas de nuestras manos, nuestros pies o nuestro rostro van ganando protuberancia y, además, nuestros moretones aparecen más fácilmente, incluso a partir de golpes que anteriormente habríamos considerado insignificantes.

También existen otro tipo de alteraciones inmunológicas que pueden causar moretones 'espontáneos' en nuestro cuerpo como consecuencia de la actividad de anticuerpos que, en el caso de los trastornos plaquetarios, por ejemplo, identifican a las plaquetas como agentes extraños al organismo y las eliminan.

Tratamiento de los hematomas

Algunos medicamentos tan frecuentes como la aspirina, algunos corticoides y, por supuesto, las sustancias anticoagulantes también pueden explicar la aparición de hematomas superficiales. El uso moderado de estas pastillas es el primer mecanismo para prevenir la aparición de coágulos de sangre. Si un médico te prescribe alguno de estos medicamentos y tienes tendencia a desarrollar hematomas, considera facilitarle esta información al profesional sanitario.

Además, algunos suplementos nutricionales como el omega-3 o la vitamina E también pueden provocar su formación. Por el contrario, la falta de vitaminas y nutrientes esenciales puede ser la causa de que aparezcan cardenales en nuestro cuerpo. En este sentido, la vitamina K (encargada de la coagulación) es especialmente importante, así como la vitamina C (responsable de la creación de nuevos tejidos) o la vitamina B12, involucrada en la creación de glóbulos rojos. Una alimentación variada y equilibrada será el mejor aliado de una piel brillante y libre de hematomas.

Otra de las razones más comunes para la aparición de cardenales es la práctica de deportes extremos o simplemente de contacto. El uso de protecciones adecuadas es el remedio más efectivo en estas situaciones.

Una vez que los hematomas han hecho aparición en nuestra piel, el tratamiento inmediato debe ser la aplicación de hielo. El contacto de una superficie fría sobre la zona afectada genera un doble efecto -analgésico y antiinflamatorio- que mejorará la evolución del cardenal.

Más allá de los remedios naturales, algunos medicamentos también ayudarán a reducir las molestias y la inflamación derivada de golpes, como el ibuprofeno, entre otros. Recuerda que la presencia injustificada de cardenales en tu cuerpo es una razón suficiente para visitar la consulta de tu médico.