Menú
¿Respiras bien al hablar? Estas son las consecuencias de no hacerlo
  1. Bienestar
Tórax y diafragma

¿Respiras bien al hablar? Estas son las consecuencias de no hacerlo

¿Sabías que una persona en reposo inhala y exhala aire de 12 a 15 veces por minuto? La forma de hacerlo tiene un gran impacto sobre la salud. Te decimos cuál

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

A pesar de que es algo que se produce de forma instintiva y que puede parecer que se hace de manera inconsciente, respirar bien es una labor que debemos aprender desde niños. Aunque la respiración es un proceso automático e involuntario, aprender a respirar correctamente sirve para evitar problemas de salud futuros.

La correcta oxigenación del cuerpo a través de la respiración es esencial porque, a corto plazo, una respiración deficiente puede generar fatiga, falta de energía, falta de concentración e, incluso, fallos en la memoria. A largo plazo, se puede convertir en un problema de salud física y mental.

La respiración torácica se asocia a cuadros de ansiedad, fatiga y tensión

Nuestro estilo de vida influye directamente en nuestra forma de respirar, por lo que ser consciente del acto es importante para no dejar que el estrés o la ansiedad se adueñen de nuestra respiración. Teniendo en cuenta el elevado número de personas con estrés (actualmente el 6,7% de la población española sufre ansiedad o estrés, según la Confederación de Salud Mental España), esta mala oxigenación provocará problemas de salud a largo plazo que se pueden cronificar.

¿Tórax o diafragma?

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Los especialistas distinguen entre respiración torácica y diafragmática. En el primer caso, resulta ineficiente porque los pulmones se inflan y desinflan a través de la expansión y contracción del pecho, ya que los pulmones nunca terminan de llenarse de forma correcta y sientes que la parte que más se mueve es el tórax. Además, se trata de una forma de respirar asociada a la fatiga, ansiedad, tensión, etc.

En cambio, con la respiración diafragmática contraemos el diafragma y el abdomen, el cual sube hacia arriba permitiendo una completa entrada de aire a los pulmones. Esta es la respiración más saludable, aunque en algunos momentos como la realización de ejercicio físico muy intenso se recomienda la respiración torácica.

La respiración diafragmática mejora la función cardiovascular, digestiva, aumenta la capacidad pulmonar, evita la sensación de fatiga proporcionando una sensación de energía, reduce los síntoma de ansiedad y favorece estados emocionales positivos, ya que funciona como técnica de autocontrol.

Foto: Productos típicos de nuestra amada dieta mediterránea. (iStock)

Además, respirar mal también influye en el proceso del habla, y tener una mala calidad de voz puede provocar enfermedades. Cuando no hablamos, las cuerdas vocales se abren para dejar paso al aire y poder respirar. A la hora de hablar, las cuerdas vocales se juntan, el aire de los pulmones pasa haciéndolas vibrar y emitimos sonidos.

La calidad de la voz resultante suele estar determinada por el tamaño y la forma de las cuerdas vocales y las cavidades resonantes, por eso cada persona tiene una voz única y diferente al resto. Uno de los problemas de voz más comunes es el mal o excesivo uso de esta, aunque se trata de un problema que puede revertirse. En este sentido, el estilo de vida y la dieta saludable ejercen un papel primordial.

El estilo de vida en la calidad de la voz

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Muchos de los problemas de garganta, y más concretamente de las cuerdas vocales, se originan por un mal cuidado de la voz. Algunos consejos de estilo de vida saludable que podemos seguir son:

  • No fumes, ya que el humo irrita las cuerdas vocales.
  • Los alimentos picantes se deben evitar en la medida de lo posible, ya que provocan que el ácido estomacal suba a la garganta o hasta el esófago.
  • Incluye cereales integrales, frutas y verduras en la dieta, ya que la vitamina A, E y C que contienen mantiene saludables las membranas mucosas que recubren la garganta.
  • Lavarse las manos con frecuencia evita contagiarnos de gripe o resfriado.
  • Descansar es importante, ya que la fatiga tiene un mal efecto en la voz.
  • Hacer ejercicio de manera regular aumentará la resistencia y el tono muscular, lo que lleva a tener una mejor postura y, en consecuencia, una mejor respiración.
  • No hagas uso de los enjuagues bucales para no dañar la garganta.
  • Procura no cantar, hablar alto o gritar cuando estés cansado para no forzarla.
  • Las enfermedades suponen un estrés adicional que provocará problemas en la voz, por lo que es preciso intentar hablar lo menos posible.
  • Gritar muy alto es tan malo como susurrar, es decir, no utilizar tonos extremos.
  • No sostengas el teléfono entre la cabeza y el oído para hablar, ya que la tensión muscular que provoca afecta también a la garganta.

Las investigaciones acerca de la voz son numerosas, ya que son muchas las enfermedades y tipos de estrés que pueden acabar dañándola. El Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD) asegura la importancia de estudiar la clara conexión entre el control que tiene el cerebro de los músculos y los nervios de la laringe y la lengua, y cómo dichas estructuras se mueven y compenetran para producir el habla.

A pesar de que es algo que se produce de forma instintiva y que puede parecer que se hace de manera inconsciente, respirar bien es una labor que debemos aprender desde niños. Aunque la respiración es un proceso automático e involuntario, aprender a respirar correctamente sirve para evitar problemas de salud futuros.

El redactor recomienda