Adiós bulos: esto es lo que realmente te pasa cuando te pita el oído
No, no es porque hablen mal de ti, como se ha dicho tradicionalmente. Es un órgano muy sensible y se ha demostrado que este síntoma significa algo
Todos los días nos exponemos a miles de ruidos del exterior, como los que genera la televisión, la radio, el tráfico de los coches, los aparatos electrodomésticos o incluso el viento, entre otros. De manera general, este nivel de ruido no tendría por qué afectar negativamente a la estructura interna del oído, aunque puede ocurrir, y su deterioro es lo que provoca la pérdida de audición.
El oído externo es el encargado de recoger las ondas sonoras y reproducirlas en el tímpano. El oído medio traslada esas ondas al oído interno gracias al yunque, estribo y los martillos (pequeños huesos que componen el oído medio) y finalmente el oído interno las transforma en impulsos eléctricos que llegan hasta el cerebro.
¿Cómo prevenir problemas auditivos?
El volumen alto de la música cuando conectas los cascos o simplemente estando en una sala con mucho ruido son algunos de los motivos más habituales por los cuales perdemos audición a lo largo de los años. Además, hacernos revisiones periódicas ayudará a prevenir enfermedades del oído en la vejez.
El doctor Martínez Monche, fundador del Centro Terapéutico de Audición Ototech, licenciado en Medicina y especialista en otorrinolaringología, ofrece algunos consejos para cuidar nuestra salud auditiva:
- Eliminar o reducir el sonido ambiente. Por ejemplo, evita poner varios aparatos electrónicos al mismo tiempo y baja el volumen de los mismos.
- No utilices más de una hora los auriculares o cascos y reduce el volumen del sonido.
- Cuando compres algún aparato, es bueno que preguntes por el nivel de ruido que produce y elijas los más silenciosos.
- Si por el tipo de trabajo que tienes, sueles estar expuestos a sonidos fuertes, toma medidas de seguridad auditiva. En este caso, puedes utilizar cascos insonorizados.
- Algunas enfermedades como catarros, gripes o infecciones del oído pueden causar pérdida auditiva, por lo que es recomendable que acudas a tu médico cuando aparezca el más mínimo de los síntomas.
Según los expertos, existe riesgo de pérdida auditiva a partir de los 85 dB
- Sécate los oídos cuando salgas del baño porque la humedad puede producir afecciones por hongos. En el caso de la piscina o la playa, lo mejor es utilizar tapones, por ejemplo, para evitar que el agua entre en el interior.
- Algunos niños también tienen dificultades en el aprendizaje debido a la falta de capacidad auditiva, por lo que es importante ponerle remedio si esto ocurre.
- Ciertos medicamentos pueden provocar problemas auditivos, por lo que no debemos automedicarnos y siempre dejarnos aconsejar por un especialista.
- Las revisiones se vuelven todavía más imprescindibles a partir de los 50 años, ya que es más frecuente que empiecen a aparecer problemas de audición.
Las consecuencias del volumen alto
Es muy común estar expuesto a un volumen de música alto, y más si se es joven. Sin embargo, ¿te has preguntado alguna vez por qué te pita el oído después de un concierto o de haber estado en una sala con la música muy alta?
El sonido más suave que captamos los humanos es de 20 decibelios (dB), aproximadamente, pero en una conversación normal y fluida esta cifra se eleva normalmente hasta 40 o 60 dB. En el caso de los auriculares, los dB ascienden a 105 y, cuando vamos a un concierto de rock, esta cifra sube a 140 dB. Sin embargo, la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello advierte de que existe riesgo de pérdida auditiva a partir de los 85 dB.
La parte interna del oído está formada por células pilosas diminutas (terminaciones nerviosas encargadas de transformar el sonido que captamos en señales eléctricas) y los sonidos fuertes dañan estas células, lo que provoca hipoacusia, una sordera parcial caracterizada por la pérdida de sensibilidad auditiva.
En esta línea, uno de los síntomas auditivos más frecuentes que indica que puede haber un problema de audición son los acúfenos, que son ruidos en la cabeza, zumbidos o, en general, sonidos molestos dentro del oído (llamados también tinnitus) que aparecen sin la presencia de ninguna fuente externa que lo esté provocando.
Entre el 10 y 17% de la población experimenta zumbidos, ruidos o sonidos molestos en el oído
Además, esta molestia va asociada a la pérdida auditiva y, como puede llegar a ser muy incómoda, puede provocar trastornos del sueño, malestar diario, estrés, ansiedad o incluso depresión. Se trata de una afección que afecta entre el 10 y el 17% de la población, aunque en la mayoría de casos suele pasar desapercibida porque no molesta y no precisa tratamiento específico.
Los acúfenos pueden presentarse en distintas enfermedades como hipoacusia, otitis, tapones de cerumen o tumores del sistema auditivo, por lo que se precisa una revisión médica en caso de sufrirlo.
En general, exponernos a niveles de ruido o volúmenes muy altos provoca que las terminaciones nerviosas del oído interno se irriten y provoquen acúfenos, pero algunas profesiones o actividades hacen que la probabilidad de problemas auditivos aumente: músico, miembro de un grupo de música, ingeniero de grabación, trabajar en un club nocturno, asistir a conciertos o usar dispositivos con audífonos.
Todos los días nos exponemos a miles de ruidos del exterior, como los que genera la televisión, la radio, el tráfico de los coches, los aparatos electrodomésticos o incluso el viento, entre otros. De manera general, este nivel de ruido no tendría por qué afectar negativamente a la estructura interna del oído, aunque puede ocurrir, y su deterioro es lo que provoca la pérdida de audición.
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