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Consejos para acabar con la eyaculación retardada lo antes posible
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Un problema real

Consejos para acabar con la eyaculación retardada lo antes posible

Esta disfunción sexual afecta hasta el 4% de la población masculina, sin embargo, hoy en día sigue siendo un tabú social. Os damos algunos consejos para acabar con ella

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La eyaculación precoz es una de las disfunciones sexuales más conocidas, ya que es una de las más frecuentes entre los hombres sexualmente activos. Gracias a ser tan común, también está relativamente normalizada a nivel social. A pesar de que siga siendo demasiado frecuente que los hombres se nieguen a afrontar este problema (craso error), al menos son capaces de reconocer sus síntomas. Sin embargo, la otra cara de la moneda, la eyaculación retardada, no es ni mucho menos tan reconocible, y es igualmente perjudicial para la relación en pareja, la autoestima del varón que la padece y disfrutar una vida sexual realmente plena.

Tal y como señala el doctor Peinado, experto en cirugía urológica y medicina sexual: “La eyaculación retardada se define como la dificultad o incapacidad del hombre para lograr una eyaculación”. Es decir, si un hombre es capaz de mantener una erección completa y realizar el coito durante demasiado tiempo sin eyacular, padece eyaculación retardada.

¿Cuánto tiempo se considera demasiado?

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Algunos estudios, como el dirigido por el doctor Eric Corty, de la Universidad de Pennsylvania para la revista especializada 'Journal of Sexual Medicine', que reunió los datos de más de 500 parejas heterosexuales, han establecido un tiempo promedio de entre siete y trece minutos para una relación sexual satisfactoria. Sin embargo, “no se puede hablar de una disfunción sexual significativa hasta pasado un tiempo prudencial, desde luego mayor que trece minutos”, apunta el doctor Peinado.

Algunos expertos hablan de eyaculación retardada a partir de 30 minutos de coito sin culminar en una eyaculación. No obstante, esta disfunción no ocurre exclusivamente durante las relaciones sexuales en pareja, ya que ocasionalmente también puede detectarse durante la masturbación. De hecho, el 15% de los pacientes que sufren eyaculación retardada tampoco logran alcanzar el orgasmo mediante el onanismo.

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En estos casos, la eyaculación retardada es doble: esta persona no es capaz de eyacular al mantener una relación ni al masturbarse (o bien tarda demasiado tiempo en lograrlo). Esta situación puede provocar inseguridad en ambos miembros de la pareja y problemas de autoestima de diversa consideración en el individuo que lo sufre en primera persona.

¿Cómo aparece la eyaculación retardada?

El origen de esta disfunción es psicológico en la mayor parte de los casos. Sin embargo, según el urólogo: “Las causas orgánicas existen, aunque son más raras”. Entre ellas podemos encontrar la diabetes, alteraciones neurológicas o sustancias farmacológicas (como antihipertensivos y medicamentos psicofármacos), entre otros.

Las causas orgánicas son las que se estudian en primer lugar con el fin de garantizar un diagnóstico médico lo más preciso posible, algo especialmente importante a la hora de tratar esta disfunción, ya que partimos de la base de que no existe un consenso científico acerca del periodo de tiempo específico que debe tardar un hombre en eyacular ni en qué momento aparece la eyaculación retardada.

Los factores desencadenantes pueden ser tanto endógenos como exógenos, apunta el urólogo

La eyaculación retardada como efecto secundario de algunos tratamientos médicos es una de las causas orgánicas más frecuentes. Entre las sustancias que pueden desencadenar esta disfunción se encuentran los inhibidores de la serotonina (los ISRS), así como los fármacos analgésicos o los calmantes.

Además, el abuso de las bebidas alcohólicas o el consumo de sustancias estupefacientes también pueden acarrear un problema de eyaculación retardada. En tercer lugar situaríamos otro tipo de enfermedades, como la esclerosis o la diabetes, que también pueden estar vinculadas a la aparición de esta disfunción sexual.

¿Y cuál es la solución?

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Por su parte, las causas psicológicas de la eyaculación retardada son mucho más frecuentes y variadas, y para solucionarlas de manera efectiva es imprescindible un diagnóstico adecuado por parte de profesionales médicos.

Los factores desencadenantes pueden ser tanto endógenos como exógenos, desde experiencias sexuales traumáticas hasta problemas en la relación, como el rechazo a la pareja, pasando por temor al embarazo, la infidelidad o el miedo a ser interrumpido, entre muchos otros.

Tal y como nos explica el doctor Peinado, “el tratamiento de esta disfunción se basa fundamentalmente en un enfoque terapéutico psicológico, ya que en la mayor parte de los casos ese es el origen del problema”. Sin embargo, en casos mucho más complejos de origen orgánico, como daños en la espina dorsal o los nervios pélvicos, podría llegar a ser necesaria una intervención quirúrgica.

En cualquiera de los casos, la solución común a la eyaculación retardada pasa por vencer el miedo y acudir en busca de ayuda médica especializada de un urólogo.

La eyaculación precoz es una de las disfunciones sexuales más conocidas, ya que es una de las más frecuentes entre los hombres sexualmente activos. Gracias a ser tan común, también está relativamente normalizada a nivel social. A pesar de que siga siendo demasiado frecuente que los hombres se nieguen a afrontar este problema (craso error), al menos son capaces de reconocer sus síntomas. Sin embargo, la otra cara de la moneda, la eyaculación retardada, no es ni mucho menos tan reconocible, y es igualmente perjudicial para la relación en pareja, la autoestima del varón que la padece y disfrutar una vida sexual realmente plena.

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