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Siete dudas sobre trastorno bipolar con respuesta científica
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Síntomas y tratamientos

Siete dudas sobre trastorno bipolar con respuesta científica

Es una enfermedad mental muy habitual (afecta al 2% de la población), pero no siempre se identifica pronto. A menudo se banaliza pero es un problema grave, crónico, que afecta a la calidad de vida de los pacientes

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La pandemia está dejando lecciones extraordinariamente duras y ha puesto al descubierto la vulnerabilidad de todos los habitantes del planeta, como seres individuales y como sociedad. De ahí también han surgido ‘brotes verdes’ que anuncian cambios positivos para algunas cuestiones que permanecían silenciadas. Es el caso concreto de la enfermedad mental y de la necesidad de mejorar los mecanismos para su detección temprana y atención profesional. En España, esta cuestión lleva meses en el centro del debate político y social, y la urgencia por mejorar la asistencia a las personas con trastornos psiquiátricos y psicológicos queda de manifiesto cuando ocurren hechos tan dramáticos como la muerte de Verónica Forqué.

Foto: La ministra de Sanidad, Carolina Darias. (EFE/Rodrigo Jiménez)

En contraposición al silencio con el que muchos afectados sufren su problema, buena parte de los ciudadanos tendemos a catalogar la tristeza como ‘depre’ -hoy estoy depre, decimos- o un estado de ánimo cambiante como ‘bipolar’, una costumbre que desagrada profundamente a los psiquiatras, ya que consideran que se trata de una banalización de enfermedades mentales graves.

El trastorno bipolar es un gran desconocido. Lo resumimos en que los afectados tienen episodios de euforia alternados con estados depresivos, pero la realidad es bastante más compleja. ¿Qué dice la ciencia?

Tipos de trastorno bipolar

El 2% de la población tiene trastorno bipolar, una enfermedad crónica que afecta a la calidad de vida. La mayoría de los afectados tiene el primer episodio entre los 10 y los 24 años. Existen cuatro tipos básicos de trastorno bipolar:

  1. Bipolar I: se diagnostica cuando una persona tiene uno o más episodios depresivos y uno o más episodios maniacos (la manía se puede definir como un ‘exceso’ de energía física y mental que puede requerir ingreso médico), a veces con características psicóticas como alucinaciones o delirios.
  2. Bipolar II: tiene episodios depresivos como su característica principal y al menos un episodio hipomaniaco. La hipomanía es un tipo de manía menos grave.
  3. El trastorno ciclotímico (ciclotimia): se define por numerosos periodos de síntomas hipomaniacos, así como numerosos periodos de síntomas depresivos que duran al menos dos años (1 año en niños y adolescentes) sin cumplir los requisitos de gravedad para un episodio hipomaniaco y un episodio depresivo.
  4. El trastorno bipolar no especificado: no sigue un patrón particular y se define por síntomas del trastorno bipolar que no coinciden con ninguna de las tres categorías anteriores.

¿Cuáles son los síntomas?

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Aunque cada tipo de trastorno bipolar tiene unos criterios diagnósticos propios, existen unos signos comunes:

10 señales de manía

  1. Sentirse demasiado feliz durante largos periodos de tiempo
  2. Sentirse nervioso
  3. Tener poca necesidad de dormir
  4. Hablar muy rápido, a menudo con pensamientos acelerados y cambios rápido de tema.
  5. Sentirse extremadamente inquieto o impulsivo
  6. Distraerse fácilmente
  7. Sentimientos de grandeza
  8. Convicción de que pueden hacer cualquier cosa
  9. Participar en comportamientos de riesgo, como son relaciones sexuales impulsivas o gastar dinero compulsivamente
  10. Tener poco apetito

10 signos de depresión

  1. Sentirse triste o desesperado por largos periodos de tiempo
  2. Aislarse de amigos y familiares
  3. Perder interés en actividades que alguna vez disfrutó
  4. Tener un cambio significativo en el apetito
  5. Sensación de cansancio o falta de energía
  6. Sentirse ralentizado e incapaz de realizar tareas simples
  7. Hablar despacio
  8. Dormir demasiado o muy poco
  9. Tener problemas de memoria, concentración y toma de decisiones
  10. Pensar en la muerte o el suicidio

¿Es una enfermedad hereditaria?

Se desconoce la causa exacta de la enfermedad, que se atribuye a un conjunto de factores neurobiológicos y psicosociales. Con todo, los antecedentes familiares es uno de los factores de riesgo más importantes y detrás puede haber varios genes, aunque menos del 80% de los casos se pueden explicar por motivos genéticos

La mayoría de los miembros de la familia de alguien con trastorno bipolar no va a tenerlo

Los adultos que tienen familiares con el trastorno tienen un riesgo diez veces mayor de desarrollar el trastorno, y su riesgo aumenta aún más si el miembro de la familia con la afección es un pariente cercano. Eso significa que si uno de sus padres tiene trastorno bipolar, las probabilidades de tenerlo son mayores.

De todas formas, la mayoría de los miembros de la familia de alguien con trastorno bipolar no va a tenerlo.

Detonantes

La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha redactado una serie de indicaciones sobre el trastorno bipolar dirigidas a los pacientes. Entre ellas, apuntan que la influencia de las estaciones, de forma que las recaídas depresivas son más habituales en primavera-otoño mientras que las recaídas maniacas son propias del verano, lo que puede relacionarse con el clima y las horas de luz solar.

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Otros acontecimientos vitales estresantes que impactan en esta enfermedad son los relacionados con la pérdida de una relación afectiva importante (muerte, divorcio, separación...) o el cambio de situación vital (despido laboral, jubilación, cambio de lugar de residencia...).

Eficacia del tratamiento con litio

Desde 1949, el litio ha sido un pilar para el tratamiento del trastorno bipolar. Los medicamentos a base de litio pueden ayudar a estabilizar el estado de ánimo y reducir el riesgo de suicidio, pero solo un tercio de los pacientes con trastorno bipolar responde completamente al tratamiento con litio, y el resto responde solo parcialmente o nada.

Foto: Fuente: Flicker / COP Madrid

Los investigadores aún no conocen bien por qué el fármaco funciona en unos pacientes y en otros no. Una razón podría ser que el medicamento tiene un rango terapéutico extremadamente estrecho, de forma que por debajo de un cierto nivel de litio en la sangre, la mayoría de los enfermos no responde, pero si sube un poco la dosis, pueden experimentar efectos secundarios graves.

Medir las concentraciones de litio directamente en las neuronas de un afectado puede ayudar a comprender cómo funciona el litio y a partir de esa información sería posible optimizar las dosis. Un grupo de investigadores estadounidenses ha presentado en el Congreso de la Sociedad Americana de Química un método para obtener imágenes de este elemento en células vivas, una herramienta con la que podrán descubrir las neuronas que acumulan más cantidad de litio y los resultados iniciales sugieren que esta herramienta podría ser realmente útil.

Cambios cerebrales a lo largo del tiempo

Un estudio multicéntrico internacional -en el que han participado 14 centros de investigación, incluido el español CIBERSAM)- ha encontrado que los pacientes con trastorno bipolar que experimentan episodios maniacos son más propensos a presentar cambios cerebrales atípicos a lo largo del tiempo. Los resultados del estudio, publicado en 'Biological Psychiatry', confirman la relación entre el trastorno bipolar y el agrandamiento acelerado de los ventrículos cerebrales en comparación con las personas sanas.

En los pacientes con más episodios maniacos, también se ha detectado un mayor adelgazamiento de la corteza cerebral, sobre todo en la corteza prefrontal, que es el área asociada a la toma de decisiones, control de impulsos y regulación de las emociones.

¿El CBD ayuda?

El interés terapéutico por el cannabidiol es creciente y ya hay quien defiende su uso para la ansiedad y la depresión. Un trabajo desarrollado por la Universidad de Sao Paulo, publicado en 'Frontiers in Inmunology', sostiene que el CBD tiene propiedades ansiolíticas, antipsicóticas y neuroprotectoras, y se ha estudiado su uso potencial en epilepsia, esquizofrenia, fobia social, depresión o trastorno bipolar, entre otras. Pero lo cierto es que de momento no hay datos concluyentes.

Esta es también la conclusión de una revisión que han llevado a cabo científicos pakistaníes y estadounidenses, que sí que encuentran que determinados compuestos del CBD (nabiximols) son útiles para controlar los síntomas de la ansiedad y la fobia social.

La pandemia está dejando lecciones extraordinariamente duras y ha puesto al descubierto la vulnerabilidad de todos los habitantes del planeta, como seres individuales y como sociedad. De ahí también han surgido ‘brotes verdes’ que anuncian cambios positivos para algunas cuestiones que permanecían silenciadas. Es el caso concreto de la enfermedad mental y de la necesidad de mejorar los mecanismos para su detección temprana y atención profesional. En España, esta cuestión lleva meses en el centro del debate político y social, y la urgencia por mejorar la asistencia a las personas con trastornos psiquiátricos y psicológicos queda de manifiesto cuando ocurren hechos tan dramáticos como la muerte de Verónica Forqué.

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