Crecen los contagios: las medidas que debes tomar para no pasar la Navidad confinado

A una semana de la Navidad, el avance de la variante ómicron ha forzado a las comunidades autónomas a ampliar el uso del pasaporte covid. Baleares, Galicia y Euskadi han conseguido esta semana el aval de sus tribunales para ampliar las actividades en las que se exige el certificado, que también se ha implantado en Ceuta, en un momento en el que los casos están disparados.

En este contexto, la tasa de incidencia acumulada sigue aumentando y se sitúa ya en los 511 puntos, frente a los 472,90 del pasado jueves. Las CCAA con una incidencia acumulada más alta siguen siendo Navarra, cuya tasa alcanza en esta jornada los 1.359,20 puntos, seguida de País Vasco, con 1.038,59 casos positivos por cada 100.000 habitantes, y Aragón, con 843,09 puntos.

El Ministerio de Sanidad también ha notificado este viernes un total de 33.359​​ nuevos contagios, de los que 18.773 se han diagnosticado el día previo, que hacen ascender los casos desde que el SARS-CoV-2 llegó a territorio nacional hasta los 5.455.527.

Ante este escenario de aumento de casos, además del temor de enfermar, muchas personas tienen miedo a tener que pasar las Navidades solas, encerradas en sus casas. Un confinamiento que comience ahora por contraer la enfermedad o un contacto con un positivo implicaría no poder pasar –mínimo– la Nochebuena y la Navidad en familia.

Medidas para frenar la trasmisión

Para frenar al coronavirus y poder festejar austeramente las Navidades “es fundamental entender que hay que cortar la trasmisión y esto no se hace únicamente con las vacunas. Las vacunas son muy importantes para reducir el riesgo de muerte, hospitalización y el riesgo de ingreso en UCI, pero no evita los contagios”, explica a El Confidencial Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la Organización Mundial de la Salud.

El epidemiólogo señala que para evitar los contagios tenemos que tomar las medidas necesarias para cortar la trasmisión:

• Usar la mascarilla en interiores y exteriores.
• Mantener la distancia física a rajatabla.
• No permitir aglomeraciones de ninguna índole.
• Introducir elementos restrictivos que habíamos quitado para no tener grandes concentraciones de personas, especialmente en interiores mal ventilados.

Respecto al último punto, el exdirectivo de la OMS considera que “lo mejor sería volver a establecer aforos en los espacios internos, medidas como las de Francia o Noruega de cerrar o limitar notablemente los horarios del ocio nocturno y las actividades en ocio interior".

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“No se deben permitir las celebraciones masivas de cenas navideñas o prenavideñas de empresa. Tampoco concentraciones, ni religiosas, ni culturales, ni deportivas. Ningún acto masivo. Hay que olvidarse de las carreras, las cabalgatas, las celebraciones, las campanadas… De aquí a Reyes más vale que nos cuidemos, porque al ritmo que va creciendo la penetración de la variante ómicron y al ritmo que va creciendo el número de casos por delta podemos estar situados en un escenario donde la incidencia pueda llegar a 900-1.000 por cada 100.000 habitantes y esto tenga consecuencias para todo”, añade Acuña.

Las cenas y encuentros familiares

A pesar de que la sombra del covid sobrevuele todo lo que hagamos en las próximas semanas, las cenas y comidas familiares de las fechas señalas seguirán adelante en muchos hogares. Para minimizar riesgos en estos encuentros, el epidemiólogo recomienda que estas se realicen solo con la burbuja de convivientes habituales.

Pero si el grupo se va a abrir, “que no sea de forma masiva y se realice con todas las cautelas”. En este sentido recomienda:

• Que todo el mundo esté vacunado.
• Realizarse una prueba de antígenos antes del encuentro.
• Mantener medidas como la mascarilla y la distancia de seguridad.
• Ventilar todo lo que podamos.

La viróloga del CSIC Margarita del Val destaca la importancia de la ventilación como medida preventiva de contagio.

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Hasta el momento estaba infravalorada la capacidad de las partículas exhaladas por la gente al hablar, toser, reír o gritar –los aerosoles– de mantenerse en el aire y contagiar. La experta subraya que “antes se pensaba que los aerosoles eran muy pequeños y no entraban tan fácil y rápidamente en la persona receptora, y que no tenía suficiente virus. Pero ahora se conoce que permanecen varias horas en el aire en suspensión y si se multiplica por la cantidad de tiempo exhalando..., pues la trasmisión es mucho más eficaz que una gotita que emites y cae a una superficie, que sería necesario tocarla rápidamente u acercársela a una mucosa para que el virus tuviese éxito de enfermar”.

“El tiempo de suspensión en el aire no se conocía y ahora se está reconociendo que hay otros agentes infecciosos de enfermedades respiratorias que también es probable que se extiendan por aerosoles. Por eso la ventilación es muy importante para luchar contra todos ellos”, apostilla la experta.

Asimismo, Del Val recuerda que la ventilación es “muy fácil y muy eficaz”. “Quien haya tenido algún elemento de medida de la cantidad de CO2 que hay en el aire, que es una medida indirecta, habrá visto que solo con la ventilación se mejora la calidad de este. Solo con abrir las ventanas, si es ventilación cruzada, funciona. Y cuando se cierra se pierde. Es una solución sencilla, barata para cuando el tiempo lo permite y podrá ser eficaz frente a muchos agentes infecciosos”, explica la estudiosa de los virus.

La experta matiza que, además del valor de la ventilación, no debemos restar importancia a las vacunas, antivirales y antibióticos para frenar todo tipo de enfermedades. Una correcta circulación del aire puede suponer un gran avance asequible en el control de patologías, pero debe funcionar como complemento "al control por fármacos y vacunas". No se trata de regirnos solo por medidas naturales para el control de estos virus.

La viróloga hace hincapié en que la clave para una buena gestión del aire en espacios cerrados es que la ventilación sea cruzada. Para ello debe haber puertas y ventanas abiertas simultáneamente en lados opuestos de la sala. “No hace falta que sea muy intensa, con una pequeña apertura basta”, señala la viróloga.