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La ketamina reduce la depresión y los pensamientos suicidas, según un estudio
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La ketamina reduce la depresión y los pensamientos suicidas, según un estudio

Un nuevo trabajo de revisión demuestra la eficacia de este anestésico en comparación con otro sedante al reducir las autolesiones de forma rápida. Hablamos con un experto

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Es un anestésico bien conocido que se ha colado también como ‘droga de síntesis’ en discotecas y fiestas 'rave’. La ketamina es un agonista del receptor de N-metil-d-aspartato con una seguridad y eficacia bien establecidas como analgésico y anestésico. Desde que se desarrolló en 1964, en gran parte para sustituir como un reemplazo de la fenciclidina, que se ha utilizado principalmente como anestésico para animales, sobre todo caballos, pero también perros o gatos. Como droga, además de peligrosa, tiene propiedades alucinógenas y puede inducir anestesia disociativa, que interfiere en la información del cerebro.

Foto: Una de cada cinco personas sufrirá una depresión mayor a lo largo de su vida. Foto: Universidad de Oxford

En los últimos años, la psiquiatría ha vuelto su mirada hacia ella después de que algunos trabajos de la década de los 70, como el publicado en 'Pychosomatics', pusieran de manifiesto sus efectos antidepresivos de acción rápida. Este interés ha ido en aumento y ha sido foco de investigación formal desde 1990.

Primera aprobación

La primera aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (la famosa FDA) como una terapia derivada de la ketamina para la salud mental se produjo en 2019 para la esketamina intranasal (el enantiómero S de la ketamina) para la depresión resistente al tratamiento.

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En las dos últimas décadas se ha visto su desarrollo para el tratamiento de una amplia gama de afecciones de salud mental más allá de la depresión. En declaraciones a El Confidencial, Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y jefe del Servicio de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, afirma que “su uso para el tratamiento de la depresión es otro ejemplo de serendipia en neuropsicofarmacología. Un fármaco que se desarrolló como anestésico (se utiliza sobre todo en niños) se comprobó que produce efectos de mejoría del estado de ánimo".

"Su tiempo de acción aparece ya en las primeras 24 horas, no como algunos antidepresivos que llegan a los 10 días o dos semanas"

E insiste: "Además, tiene un mecanismo de acción distinto al de otros fármacos que se utilizan para la enfermedad mental mencionada, pues actúa a nivel del sistema glutamatérgico (activador). No solo eso sino que su tiempo de acción, que en algunos antidepresivos llega a los diez días o dos semanas, era mucho menor con mejorías que aparecían ya en las primeras 24 horas después de iniciado el tratamiento".

Recuerda el experto que "en estas últimas dos décadas se han abierto muchos programas para el tratamiento de la depresión resistente con ketamina en todo el mundo con multitud de estudios que demuestran su eficacia. Como efectos secundarios más frecuentes están la cefalea, náuseas, aumento tensión arterial, disociación. Recientemente, se ha desarrollado un derivado de la ketamina, la esketamina, como se narra anteriormente, que se administra de forma inhalada, que no solo ha demostrado eficacia frente a la depresión resistente sino que es eficaz para la ideación suicida. El fármaco está disponible en muchos países, pero en España aún no ha recibido aprobación del Ministerio para ser reembolsable. Un ejemplo más del doble rasero con el que se trata a los fármacos en psiquiatría frente a otras áreas con un gasto farmacéutico mucho mayor de medicamentos que prolongan vidas unas semanas mientras este las salva, muchas veces en personas jóvenes. Entre hablar contra el estigma y actuar contra él hay un largo trecho".

Las nuevas evidencias

Ahora lleva una nueva revisión actual publicada en 'BJPsych Open' que documenta que fue significativamente más eficaz que un sedante de uso común para reducir los pensamientos suicidas en pacientes deprimidos, según investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia (CUMC). También encontraron que los efectos antisuicidas de la ketamina ocurrieron pocas horas después de su administración.

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Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Atlanta (CDC), las tasas de suicidio en los EEUU aumentaron en un 26,5% entre 1999 y 2015.

"Hay una ventana crítica en la que los pacientes deprimidos que tienen tendencias suicidas necesitan un alivio rápido para evitar autolesiones", dijo Michael Grunebaum, MD, psiquiatra investigador en CUMC, quien dirigió el estudio. "Los antidepresivos actualmente disponibles pueden ser efectivos para reducir los pensamientos suicidas en pacientes con depresión, pero pueden tardar semanas en surtir efecto. Los pacientes deprimidos necesitan tratamientos que sean rápidamente efectivos para reducir los pensamientos suicidas cuando están en mayor riesgo. No existe tal terapia para el alivio rápido".

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La mayoría de los ensayos sobre antidepresivos han excluido a los pacientes con pensamientos y comportamientos suicidas, lo que limita los datos sobre su eficacia en esta población. Sin embargo, estudios previos han demostrado que las dosis bajas de ketamina provocan una rápida reducción de los síntomas de depresión y pueden ir acompañadas de una disminución de estos pensamientos.

80 pacientes con pensamientos suicidas

Los 80 adultos deprimidos con pensamientos suicidas clínicamente significativos que se inscribieron en este estudio fueron asignados al azar para recibir una infusión de ketamina en dosis bajas o midazolam, un sedante. En 24 horas, el grupo de ketamina tuvo una reducción clínicamente significativa en los pensamientos suicidas que fue mayor que con el grupo de midazolam. La mejora en estas ideaciones y la depresión en el grupo del anestésico pareció persistir hasta por seis semanas.

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Los de este último grupo también tuvieron una mayor mejora en el estado de ánimo general, depresión y fatiga en comparación con los que recibieron el otro sedante. El efecto de la ketamina sobre la depresión representó aproximadamente un tercio de su efecto sobre los pensamientos suicidas, lo que sugiere que el tratamiento tiene un efecto antisuicida específico.

Los efectos secundarios, principalmente disociación (sensación de espacio) y un aumento de la presión arterial durante la infusión, fueron de leves a moderados y, por lo general, se resolvieron en minutos u horas después de recibirla.

"Este estudio muestra que la ketamina es prometedora como tratamiento de acción rápida para reducir los pensamientos suicidas en pacientes con depresión", dijo el Dr. Grunebaum. "La investigación adicional para evaluar sus efectos antidepresivos y antisuicidas puede allanar el camino para el desarrollo de nuevos medicamentos antidepresivos que actúan más rápidamente y tienen el potencial de ayudar a las personas que no responden a los tratamientos actualmente disponibles".

Es un anestésico bien conocido que se ha colado también como ‘droga de síntesis’ en discotecas y fiestas 'rave’. La ketamina es un agonista del receptor de N-metil-d-aspartato con una seguridad y eficacia bien establecidas como analgésico y anestésico. Desde que se desarrolló en 1964, en gran parte para sustituir como un reemplazo de la fenciclidina, que se ha utilizado principalmente como anestésico para animales, sobre todo caballos, pero también perros o gatos. Como droga, además de peligrosa, tiene propiedades alucinógenas y puede inducir anestesia disociativa, que interfiere en la información del cerebro.

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