Dudas, certezas y alguna conclusión sobre ómicron: tras el rastro de la nueva variante
Actualmente, estamos sin duda ante la versión más transmisible del coronavirus, pero ya tenemos dos conclusiones claras: habrá nuevas epidemias y el virus seguirá evolucionando
Saltándose dos letras del alfabeto griego, la OMS llamó “ómicron” a la nueva variante B.1.1.529 del virus SARS-CoV-2 para no generar confusión con 'Nu', que suena a “new”, ni con “Xi” por el presidente de China, Xi Jinping. Más allá de su nombre, hay mucha incertidumbre en torno al origen y las consecuencias epidemiológicas y sanitarias de la irrupción de ómicron. En este artículo revisamos los conocimientos actuales sobre las características de la nueva variante para intentar responder a esta pregunta: ¿Cómo pasaremos las fiestas y cómo será el arranque de 2022?
Las certezas
El 26 de noviembre de 2021 el grupo de expertos de la OMS que vigila la evolución del virus SARS-CoV-2 comenzó a estudiar la variante B.1.1.529, recién reportada por la Red Surafricana de Vigilancia Genómica (primera detección el 9 de noviembre). Comparando distintos genomas completos de la variante ahora conocida como ómicron, Kristian Andersen (Instituto Scripps, California) ha estimado su momento de emergencia en torno a finales de septiembre o principios de octubre de 2021.
Ómicron presenta un número excepcional de mutaciones, unas 50, incluyendo más de 30 en la proteína “spike” (S), el ligando viral que reconoce las células huésped e interactúa con el receptor 2 de la enzima convertidora de angiotensina (ACE2) y que constituye la principal diana de nuestra respuesta inmunitaria a la infección por SARS-CoV-2.
Muchas de las mutaciones de ómicron ya estaban presentes en variantes anteriores. Algunas estaban en variantes que infectaban a animales. Otras son nuevas. Varias mutaciones provocan cambios en la conformación tridimensional de la proteína S, dificultando así la acción de los anticuerpos producidos en respuesta a la vacunación o a la infección natural con variantes anteriores. Afortunadamente, sabemos que nuestra respuesta a la infección por un virus no solo depende de los anticuerpos (la respuesta humoral), sino también de la respuesta celular mediada por los linfocitos T.
"Una variante se impone a otras cuando dispone de ventajas selectivas sobre las demás"
Las células T responden a todo el conjunto de la proteína S, de forma que su eficacia se ve menos afectada por las mutaciones. Ómicron tiene dos mutaciones que pueden aumentar la afinidad por ACE2, así como otras con un riesgo teórico de aumentar la transmisibilidad. En consecuencia, los cambios que presenta ómicron le confieren mayor infectividad y capacidad para evadir los anticuerpos que bloquean la infección. En el Reino Unido, expertos del Imperial College han calculado una tasa reproductiva R>3, muy superior a delta. Además, ómicron tendría un tiempo de incubación más corto (3 días frente a 4-5).
Una variante se impone a otras cuando dispone de ventajas selectivas sobre las demás. Dado que ómicron contiene mutaciones relacionadas tanto con la transmisibilidad como con el escape inmunológico, podría estar imponiéndose a otras variantes mediante una combinación de ambas capacidades. Estamos sin duda ante la versión más transmisible desde que emergió SARS-CoV-2, pero ¿cómo es de patógena?
Las incertidumbres
Los cinco síntomas principales para la infección por ómicron fueron secreción nasal, dolor de cabeza, fatiga (leve o grave), estornudos y dolor de garganta. Este conjunto es diferente a los descritos para otras variantes. Pero ¿es ómicron menos patógena que las variantes anteriores? En Dinamarca, el 83% de los primeros 785 casos de infección con variante ómicron estaba vacunado con pauta completa. De esos casos iniciales, nueve fueron hospitalizados y uno requirió cuidados intensivos.
Algo parecido se ha descrito en un evento de transmisión masiva en Noruega, donde los datos epidemiológicos confirman una alta transmisibilidad, incluso en personas con pauta vacunal completa, pero en ese momento sin hospitalizados. En Sudáfrica, según datos corregidos por estatus vacunal, parece observarse una menor probabilidad de hospitalización y cuidados intensivos en infectados por variante ómicron, en comparación con olas anteriores.
Esa es también la sensación que transmiten algunos colaboradores surafricanos del IREC. Investigadores de la Universidad de Hong Kong afirman que ómicron puede infectar los bronquios humanos más rápido y mejor que delta, pero, a cambio, produce una infección menos grave en los pulmones. Eso contribuiría a explicar una mayor transmisibilidad y menor severidad.
En contraste con las informaciones sudafricanas, los modelos ingleses no encuentran, por el momento, evidencias de una menor severidad de ómicron en comparación con delta.
En Alemania, el Instituto Robert Koch ha propuesto medidas de contención muy severas que incluyen el cierre de colegios, restaurantes y gimnasios, el teletrabajo y la docencia universitaria online. Los Países Bajos han dictado un nuevo confinamiento y el ECDC estima que, sin una reducción de las tasas de contacto mediante medidas de prevención (distanciamiento, mascarillas, entre otras) y un aumento de la vacunación de refuerzo, los niveles de contagio podrían saturar rápidamente los sistemas sanitarios de la Unión Europea.
En España, los datos del Instituto de Salud Carlos III indicaban para el 15 de diciembre una ocupación hospitalaria por cpvod-19 del 5%, y una ocupación media de camas UCI del 14%, aunque con máximos cercanos al 25% en Cataluña y País Vasco. A la velocidad que se expande ómicron, pronto será la variante dominante. Incluso en Horcajo de los Montes, un núcleo rural relativamente aislado del oeste de Ciudad Real donde se han desarrollado varias investigaciones sobre covid-19, ya hay 13 casos y se confirman los primeros con variante ómicron, según el médico de atención primaria y colaborador del IREC Francisco Rodríguez Del Río.
Esperemos que los niveles de ocupación de camas y puestos UCI no aumenten dramáticamente. En definitiva, existe mucha incertidumbre y no es fácil predecir si ómicron causará o no una nueva crisis sanitaria.
Conclusión
Nos encontramos ante una variante muy transmisible y con cierta capacidad de escape vacunal, de virulencia desconocida —aunque ojalá menor—, que se expande en una situación relativamente favorable en cuanto a la disponibilidad de camas y puestos UCI. ¿Cómo actuar? Las medidas que sabemos útiles incluyen la vacunación, el uso de la ventilación cruzada y de mascarillas de calidad FFP2 o FFP3 en interiores, así como el acceso a test de autodiagnóstico para aquellas situaciones en las que compartamos espacios interiores con no convivientes y sin mascarilla, como ocurrirá durante las inminentes fiestas.
Puesto que ómicron tiene una altísima capacidad de transmisión, la eficacia de otras medidas de prevención queda comprometida. En particular, cerrar el tráfico aéreo a determinados países apenas retrasa la difusión de esta variante tan transmisible. Igualmente, utilizar mascarillas en exteriores no parece particularmente aconsejable si se pueden mantener las distancias.
"Habrá nuevas variantes, pero tendremos cada vez mejores capacidades científicas para enfrentarnos a ellas"
Además, podemos estar seguros de dos cuestiones. La primera, que habrá nuevas pandemias, cuyos causantes ya están presentes en cualquier reservorio y circulando en alguna parte del planeta. La segunda, que ómicron es solo la variante de preocupación más reciente, y que el virus seguirá evolucionando hasta encontrar nuevas formas de replicarse con éxito en sus hospedadores.
Esto ocurre con mayor probabilidad en ambientes con mucha inmunidad y elevada circulación del virus. Habrá nuevas variantes, pero tendremos cada vez mejores capacidades científicas y tecnológicas para enfrentarnos a ellas.
Saltándose dos letras del alfabeto griego, la OMS llamó “ómicron” a la nueva variante B.1.1.529 del virus SARS-CoV-2 para no generar confusión con 'Nu', que suena a “new”, ni con “Xi” por el presidente de China, Xi Jinping. Más allá de su nombre, hay mucha incertidumbre en torno al origen y las consecuencias epidemiológicas y sanitarias de la irrupción de ómicron. En este artículo revisamos los conocimientos actuales sobre las características de la nueva variante para intentar responder a esta pregunta: ¿Cómo pasaremos las fiestas y cómo será el arranque de 2022?
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