La leche y el pescado que comes dejan rastro en tu sangre
Científicos canadienses han desarrollado una prueba capaz de detectar en el suero sanguíneo la cantidad de grasas saludables que ingerimos, una información que resulta especialmente útil en el caso de mujeres embarazadas
La influencia de la alimentación en la salud es indiscutible y todos sabemos que muchas enfermedades vienen de una dieta inadecuada. La obesidad es la más alarmante, por sus cifras y las consecuencias que acarrea: diabetes, cáncer, colesterol elevado, hipertensión, etc. Pero también la intervención dietética es un tratamiento muy eficaz (y en ocasiones, el único) para corregir esos trastornos.
Lo cierto es que la epidemiología nutricional es una potente herramienta para determinar la influencia de las costumbres dietéticas y de algunos alimentos y adoptar estrategias de salud pública basadas en los hallazgos. Estudios como el de los Siete Países o el Predimed son referentes en este ámbito, y en ellos los cuestionarios de alimentación autoinformados son imprescindibles.
"Para emitir recomendaciones nutricionales, los epidemiólogos necesitan mejores formas de evaluar de manera fiable la ingesta alimentaria"
Sin embargo, es difícil que los participantes en esos estudios registren fielmente su propio consumo, por lo que dan lugar a informaciones sesgadas, particularmente cuando se trata de dietas altas en grasas.
Rastreadores de nutrientes
Hace un tiempo, en Alimente informábamos del hallazgo, a cargo de científicos españoles y estadounidenses, de una firma metabólica que decía con exactitud el seguimiento de una persona de la dieta mediterránea. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad McMaster (Canadá) ha encontrado otro método para ver la cantidad de ácidos grasos no esterificados (NEFA, por sus siglas en inglés) que hay en la sangre y que revelan la ingesta de pescado y lácteos enteros, un trabajo que ha publicado el 'Journal of Lipid Research'.
"Para emitir recomendaciones nutricionales, los epidemiólogos necesitan mejores formas de evaluar de manera fiable la ingesta alimentaria", comenta Philip Britz-McKibbin, profesor del Departamento de Química y Biología Química de la Universidad McMaster y autor principal del estudio. "Los alimentos que consumimos son muy complejos y difíciles de medir cuando dependemos de la autoinformación o el recuerdo de la memoria, particularmente en el caso de las grasas dietéticas. Hay miles de productos químicos a los que estamos expuestos en los alimentos, tanto procesados como naturales", añade.
Para su estudio, los investigadores evaluaron la dieta habitual de las mujeres embarazadas en el segundo trimestre de gestación, una etapa de desarrollo importante para el feto. A las mujeres, algunas de las cuales estaban tomando suplementos de aceite de pescado omega-3, se les pidió que informaran sobre su consumo promedio de pescado graso y lácteos enteros, y luego se les realizó una prueba con la nueva tecnología. También midieron los cambios en los omega-3 NEFA después de una dosis alta de suplementos de aceite de pescado omega-3 en comparación con un placebo.
Los investigadores demostraron que ciertos NEFA en sangre coincidían estrechamente con las dietas y suplementos que las mujeres habían informado, lo que sugiere que los biomarcadores dietéticos pueden servir como una herramienta objetiva para la evaluación del consumo de grasas.
Cerco a las grasas
El autor principal considera que este test para determinar la ingesta real de grasas es muy importante, especialmente en el momento actual, cuando esta "es uno de los aspectos más controvertidos de las políticas nutricionales de salud pública dadas las recomendaciones dietéticas bajas en grasas y la creciente popularidad de las dietas cetogénicas bajas en carbohidratos y altas en grasas".
Los investigadores planean estudiar qué impacto podrían tener los NEFA y otros metabolitos asociados con las exposiciones dietéticas durante el embarazo en los resultados de salud infantil en relación con la obesidad, el síndrome metabólico y el riesgo de enfermedades crónicas más adelante en la vida.
La nutricionista Cristina Santurino, del Grupo de Investigación en Nutrición y Alimentos Funcionales del Instituto de Investigación Sanitaria IdiPAZ, considera que "es muy interesante que los científicos de la Universidad McMaster hayan conseguido analizar en sangre los NEFA responsables del consumo de ácidos grasos omega-3 de una forma tan rápida, selectiva y fiable, y en qué cantidad", y admite que existen otros métodos que también analizan estos ácidos grasos en la sangre pero "son más lentos y menos específicos".
¿Qué interés práctico tiene la nueva prueba? "En el caso de que se pudieran analizar y cuantificar compuestos que sean marcadores de riesgo cardiovascular, sería un gran avance, pero de momento a nivel clínico son métodos muy costosos", opina Cristina Santurino.
La influencia de la alimentación en la salud es indiscutible y todos sabemos que muchas enfermedades vienen de una dieta inadecuada. La obesidad es la más alarmante, por sus cifras y las consecuencias que acarrea: diabetes, cáncer, colesterol elevado, hipertensión, etc. Pero también la intervención dietética es un tratamiento muy eficaz (y en ocasiones, el único) para corregir esos trastornos.