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Qué es la acalasia y cuáles son sus síntomas
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Problemas en el esófago

Qué es la acalasia y cuáles son sus síntomas

Algunas personas la confunden con la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Sin embargo, en la acalasia, la comida viene del esófago, no del estómago

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La acalasia es un trastorno poco frecuente relacionado con el esófago que hace que este no pueda conducir los alimentos hacia el estómago. Aunque las causas son desconocidas, los investigadores sospechan que puede ser causada por una pérdida de células nerviosas en el esófago. Sin embargo, desde la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU afirman que “muy raramente, la acalasia puede ser causada por un trastorno genético hereditario o una infección”.

Esta patología puede aparecer a cualquier edad y afecta a mujeres y hombres por igual. “Generalmente, comienza casi de un modo imperceptible, entre los 20 y los 60 años y luego progresa de forma gradual a lo largo de muchos meses o incluso durante años”, según se recoge del Manual de Merck (MSD).

"Las personas con acalasia sienten como si la comida estuviera atascada en su garganta"

“La acalasia se produce cuando se dañan los nervios del esófago. En consecuencia, el esófago se paraliza y se dilata con el tiempo y, finalmente, pierde la capacidad de empujar la comida hacia el estómago. Entonces, la comida se acumula en el esófago. A veces, se fermenta y regresa a la boca, donde puede tener un sabor amargo. Algunas personas la confunden con la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Sin embargo, en la acalasia, la comida viene del esófago, mientras que en la enfermedad por reflujo gastroesofágico, viene del estómago”, explican desde la Clínica Mayo.

Síntomas de la acalasia

Los síntomas de la acalasia generalmente aparecen progresivamente y empeoran con el tiempo. De acuerdo con la Clínica Mayo, estos son algunos de los signos y síntomas:

  • Incapacidad para tragar (disfagia), que puede sentirse como si la comida o la bebida estuviera atascada en la garganta
  • Regurgitación de comida o saliva
  • Acidez estomacal
  • Eructación
  • Dolor en el pecho que aparece y desaparece
  • Tos por la noche
  • Neumonía (por aspiración de alimentos a los pulmones)
  • Pérdida de peso
  • Vómitos
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Cómo detectarla: pruebas y exámenes

Aunque no tiene cura, sus síntomas se pueden tratar con endoscopias, tratamientos no invasivos o cirugías. El examen físico para detectar esta patología puede mostrar también en algunos casos signos de anemia o desnutrición. Los exámenes incluyen:

  • Manometría, un examen para medir si el esófago está funcionando adecuadamente.
  • Esofagogastroduodenoscopia (EGD) o endoscopia superior, una prueba para examinar el revestimiento del estómago y del esófago. Utiliza un tubo flexible y una cámara.
  • Esofagografía. Emplea rayos X para ayudar a diagnosticar problemas del tracto gastrointestinal (GI) superior.

Así, el objetivo de los tratamientos es reducir la presión a nivel músculo del esfínter y permitir que la comida y líquidos pasen fácilmente hacia el estómago. Según informa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos la terapia puede implicar:

  • Inyección con toxina botulínica (Bótox). Esto puede ayudar a relajar los músculos del esfínter. Sin embargo, el beneficio desaparece en cuestión de semanas o meses.
  • Medicamentos, como los nitratos de acción prolongada o los bloqueadores de los canales de calcio. Estos fármacos se pueden utilizar para relajar el esfínter esofágico inferior. Pero en pocas ocasiones es una solución a largo plazo para tratar la acalasia.
  • Cirugía (llamada miotomía). En este procedimiento, se corta el músculo del esfínter inferior.
  • Ensanchamiento (dilatación) del esófago. Esto se hace durante una esofagogastroduodenoscopia al estirar el EEI (músculo que se encuentra en la parte inferior de su esófago) con un dilatador en forma de balón.

La acalasia es un trastorno poco frecuente relacionado con el esófago que hace que este no pueda conducir los alimentos hacia el estómago. Aunque las causas son desconocidas, los investigadores sospechan que puede ser causada por una pérdida de células nerviosas en el esófago. Sin embargo, desde la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU afirman que “muy raramente, la acalasia puede ser causada por un trastorno genético hereditario o una infección”.

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