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Diverticulitis, cuando un trastorno digestivo frecuente se confunde con apendicitis
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Testimonio

Diverticulitis, cuando un trastorno digestivo frecuente se confunde con apendicitis

Le pasó a Benito Casanova, como le sucede al 5% de la población de menos de 50 años. Se trata de bolsas abultadas que se pueden formar en el revestimiento del colon. Ahora llegan nuevas guías de EEUU para su mejor manejo

Foto: Benito Casanova, afectado de diverticulitis.
Benito Casanova, afectado de diverticulitis.

Fue a los 51 años, exactamente en noviembre de 2015, “cuando sentí fuertes dolores en el abdomen y acudí al Centro de Atención Primaria (CAP), donde el médico de cabecera me auscultó, palpó la zona y no veía nada concluyente, me hizo un análisis de orina (de los de tira reactiva de papel) y aparecía infección, por lo que me pautó un antibiótico durante 7 días. Los síntomas y dolores desaparecieron", relata Benito Casanova.

El protagonista, y testimonio, de este artículo detalla, punto por punto, un trastorno: la diverticulitis: "Siete meses después, en junio de 2016, volví a tener los mismos síntomas pero mucho más intensos. Los dolores en el abdomen eran muy fuertes y me impedían moverme. Eran en la zona central e inferior del abdomen y también en la zona derecha. Acudí al CAP, donde al auscultarme me dijeron que los síntomas podían ser compatibles con una apendicitis, pero que no estaba claro. Me indicaron que si en unas horas seguía con el dolor y tenía febrícula, acudiera a urgencias del hospital", recuerda.

Foto: Apendicitis. (Ilustración: Alexandra Nikolaeva)

Documenta que "a las tres horas el dolor persistía y presentaba unas décimas de fiebre, así que acudí a urgencias del hospital, donde me hicieron análisis y me auscultaron. Un cirujano de digestivo me comentó que parecía apendicitis y que en ese caso me operarían, pidió una ecografía confirmatoria. El técnico en ecografía me dijo que se veía inflamación de la zona, pero el apéndice parecía bien. Como no encontraba nada concluyente, me dijeron que me harían un TAC con contraste".

Según la propia Clínica Mayo de EEUU, "los divertículos son bolsas abultadas y pequeñas que se pueden formar en el revestimiento del sistema digestivo. Por lo general, se encuentran en la parte inferior del intestino grueso (colon). Los divertículos son comunes, en especial después de los 40 años, y rara vez causan problemas".

Los datos

Pero siempre existen decepciones. Cuenta Benito: "En esta prueba confirmaron que el apéndice estaba normal y por fin diagnosticaron que tenía una diverticulitis aguda con microperforación. Me pautaron paracetamol para el dolor y unos antibióticos (ciprofloxacino y metronidazol) durante 14 días".

Dos días después, "la situación empeoró, los dolores y la fiebre aumentaron, y apareció diarrea. Volví al servicio de urgencias, donde me repitieron TAC y diagnosticaron diverticulitis aguda complicada con absceso de 5,5x3 cm. Me ingresaron y estuve 10 días con antibiótico de amplio espectro por vena; los primeros días con vómitos y diarrea y alimentación parenteral. Tras esos 10 días me repitieron el TAC y se vio que el absceso había disminuido de tamaño, aunque aún quedaban restos, y me dieron el alta, pero tenía que seguir con antibióticos orales durante 14 días y dieta pobre en residuos. Al mes me hicieron otro TAC, donde se vio que el absceso había desaparecido, y cuatro meses después me hicieron una colonoscopia, donde apreciaron varios orificios diverticulares sin complicación, y me dieron el alta del servicio de digestivo", comenta.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

E insiste: "Como ya conocía los síntomas, el especialista de digestivo me indicó que si aparecían de nuevo, acudiese al servicio de urgencias del hospital con los informes previos. Así sucedió en febrero del 2019, volví a notar los mismos síntomas, acudí al hospital, me hicieron un TAC con contraste y diagnosticaron diverticulitis aguda. El tratamiento fue de nuevo antibióticos orales (ciprofloxacino y metronidazol) durante 14 días y dieta pobre en residuos durante unos pocos días. Posteriormente, el especialista de digestivo me dijo que si los episodios se reproducían con cierta frecuencia, quizá habría que valorar cirugía. Intento llevar una dieta equilibrada, verduras, pescado o carne a la plancha, y sobre todo poca grasa, evitar rebozados, etc. También ayuda que las comidas no sean copiosas y no abusar del alcohol. Comer en casa ayuda; comer fuera, de menú, a veces puede suponer un riesgo", destaca.

Y, afortunadamente para él y para todos los afectados, llegan nuevas guías de EEUU, del Colegio Estadounidense de Médicos (ACP). En ellas se establece que "la diverticulitis no complicada se puede tratar en un entorno ambulatorio sin antibióticos. Los pacientes con enfermedad complicada deben derivarse para una colonoscopia después de un episodio inicial si no se han realizado la prueba recientemente. Publicadas en 'Annals of Internal Medicine', las pautas se basan en la mejor evidencia disponible sobre los beneficios, la precisión de las pruebas diagnósticas, los valores y preferencias del paciente y la consideración de los costes.

Qué es

Conocer previamente que "la diverticulitis es una inflamación de los divertículos, bolsas pequeñas y abultadas en el revestimiento del intestino grueso (colon), y los episodios de diverticulitis aguda generalmente no presentan complicaciones. La no complicada se refiere a la inflamación localizada, mientras que la que sí es complicada se refiere a la inflamación asociada con un absceso, flemón, fístula, obstrucción, sangrado y perforación. Proponen los especialistas estadounidenses de las nuevas guías que "en diagnóstico y manejo de la diverticulitis colónica aguda del lado izquierdo (ACP) se deben usar imágenes de tomografía computarizada abdominal (TAC) cuando existe incertidumbre diagnóstica en un paciente con sospecha de diverticulitis colónica aguda del lado izquierdo".

En declaraciones a El Confidencial, el Dr. Jorge Martín Gil, especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud San José, declara: "En las diverticulitis agudas no complicadas generalmente se realiza un tratamiento consistente en reposo digestivo, antiinflamatorio y antibiótico, que puede ser intravenoso u oral dependiendo de si se maneja el cuadro de manera ambulatoria o mediante ingreso hospitalario. La selección de pacientes candidatos a manejo sin ingreso obedece a factores tales como el control del dolor, la edad, los antecedentes personales el enfermo, etc. En las agudas complicadas, el manejo es mediante ingreso hospitalario. El tratamiento consiste igualmente en antiinflamatorios y antibióticos por vía intravenosa y valoración individualizada de tratamientos más invasivos en casos concretos, como puede ser la cirugía cuando encontremos al diagnóstico una peritonitis generalizada".

Subraya el experto que las "guías médicas siempre ayudan a los profesionales a protocolizar los tratamientos de las enfermedades, es decir, a hacer todos lo mismo” ante determinadas patologías. Evidentemente, va a seguirse en nuestro país; de hecho, en algunos trabajos de revisión de tratamiento de la diverticulitis en España, ya se observa que muchos centros siguen este mismo manejo actualmente. No obstante, hay que tener en cuenta que, por el momento, solamente son recomendaciones condicionales, y la propia ACP insiste en las guías en individualizar y seleccionar los casos antes de su tratamiento".

Se trata, recalca, de "una patología con una prevalencia muy alta en la población, que además supone un gasto médico y económico importante. Aproximadamente se estima que el 65% de la población mayor de 65 años tiene enfermedad diverticular y el 5% de los menores de 40 años. De todos estos pacientes, aunque existe gran variabilidad clínica, se calcula que el 20% serán sintomáticos y de ellos el 5% presentará cuadros graves".

Cómo reconocerlo

El cuadro clínico característico de la diverticulitis aguda es "de dolor en la región de la fosa iliaca izquierda, es decir en la parte inferior izquierda del abdomen, que puede acompañarse de fiebre y de cortejo vegetativo, esto es, náuseas y vómitos. Es habitual tener alteración del tránsito con estreñimiento y más raramente diarrea. Una vez que el paciente acude a urgencias, es obligatorio hacer un diagnóstico diferencial de abdomen agudo, es decir, patologías abdominales que pueden ocasionar síntomas parecidos, cuadros como la apendicitis aguda, inflamaciones de intestino delgado como ileitis, colitis de otra etiología, patología ginecológica en la mujer, etc", apostilla.

Foto: Equipo de la Clínica de Navarra.

Importante es señalar que "se estima que existe un componente hereditario hasta en un 40% de los casos de esta enfermedad, pero también están los adquiridos: como el consumo de carnes rojas, tabaco, obesidad, sedentarismo y la toma de antiinflamatorios no estoroideos (AINE). Se debe tener en cuenta, además, que hay enfermedades que aumentan la incidencia del trastorno, como insuficiencia renal, EPOC, diabetes, vasculitis y tratamientos con inmunosupresores".

Fue a los 51 años, exactamente en noviembre de 2015, “cuando sentí fuertes dolores en el abdomen y acudí al Centro de Atención Primaria (CAP), donde el médico de cabecera me auscultó, palpó la zona y no veía nada concluyente, me hizo un análisis de orina (de los de tira reactiva de papel) y aparecía infección, por lo que me pautó un antibiótico durante 7 días. Los síntomas y dolores desaparecieron", relata Benito Casanova.

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