La ciencia desvela este último beneficio de las bayas de goji

Se trata de un pequeño fruto de un árbol llamado Lycium barbarum que crece principalmente en Mongolia y Tíbet. Apareció en Asia hace más de dos mil años y desde entonces pasó a integrar la medicina china. Nos referimos a las bayas de goji, que al igual que los arándanos, por ejemplo, han empezado a engrosar la lista de ‘superfrutas’.

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Reconocidas en un trabajo publicado en 'Oxidative Medicine and Cellular Longevity' como un potente antioxidante natural, 'Medical New Today' reúnen todos estos beneficios para la salud:

• Refuerzan el sistema inmune. Los antioxidantes son conocidos por sus cualidades de estimulación inmunológica y su capacidad para combatir a los dañinos radicales libres y la inflamación. Las bayas de goji contienen grandes cantidades de vitaminas A y C, al igual que otras bayas, como los arándanos y las frambuesas. Los nutrientes mencionados son vitales para desarrollar la inmunidad y prevenir enfermedades, desde el resfriado común hasta el cáncer.
• Protegen contra el cáncer. Los altos niveles de antioxidantes, incluida la vitamina C, la zeaxantina y los carotenoides, son responsables de combatir las células cancerosas. Los antioxidantes retrasan el crecimiento del tumor, reducen la inflamación y ayudan a eliminar las sustancias nocivas del cuerpo. La investigación en ratones, recogida en revista 'Drug Design, Development and Therapy', encontró que pueden inhibir el crecimiento tumoral y aumentar la efectividad de los tratamientos contra el cáncer.
• Por una piel sana. Contienen betacaroteno, que es un fitoquímico vegetal esencial, conocido por su capacidad para promover una piel saludable.
• Estabilizan el azúcar en la sangre. Pueden ser útiles para controlar la liberación de azúcar en la sangre. La investigación, reflejada en 'Medical Chemistry' muestra que equilibran los niveles de insulina y glucosa en la sangre. El mismo estudio las relacionó con el aumento de los niveles de HDL en personas con diabetes tipo 2.
• Mejoran la depresión, la ansiedad y el sueño. Pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y la capacidad para descansar.
• Previenen el daño hepático. Se han utilizado para tratar enfermedades del hígado en la medicina tradicional china. Un estudio en animales contempla que las bayas de goji pueden ayudar a controlar la salud del órgano y prevenir la progresión de la enfermedad del hígado graso inducida por el alcohol.

Lo último de la ciencia

Y ahora llegan nuevos datos que constatan que comer regularmente una pequeña porción de bayas de goji secas puede ayudar a prevenir o retrasar el desarrollo de la degeneración macular relacionada con la edad (DMEA), en personas sanas de mediana edad, según un pequeño ensayo aleatorio realizado en la Universidad de California, Davis (EEUU).

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Sabemos que la DMEA es la principal causa de pérdida de visión en personas mayores y se estima que el 20% de la población española está perdiendo la vista por su culpa. Sabemos, también, que es una enfermedad visual que afecta a la mácula, la parte más central de la retina, donde se produce nuestra visión fina. La que nos permite leer, reconocer objetos, caras, los detalles de las cosas y las personas. También irrumpe en la visión central, lo que impide detectar las cosas que tenemos delante.

Son 2.200 millones las personas en el mundo que sufren algún tipo de condición visual que deriva en discapacidad (desde leve a ceguera), y al menos la mitad son evitables. Y entre las principales causas de ceguera legal en España están la alta miopía, la DMAE, la retinopatía diabética y el glaucoma.

El trabajo

Los investigadores encontraron que 13 participantes sanos de 45 a 65 años que consumieron 28 gramos (alrededor de una onza o un puñado) de bayas de goji cinco veces a la semana durante 90 días aumentaron la densidad de pigmentos protectores en sus ojos. Por el contrario, 14 participantes del estudio que consumieron un suplemento comercial para la salud ocular durante el mismo periodo no mostraron un aumento.

Los pigmentos que aumentaron en el grupo que comió bayas de goji, luteína y zeaxantina filtran la luz azul dañina y brindan protección antioxidante. Ambos ayudan a proteger los ojos durante el envejecimiento.

"La luteína y la zeaxantina son como protector solar para los ojos", comenta el autor principal, Xiang Li. E insiste: "Cuanto mayor sea la luteína y la zeaxantina en la retina, más protección tendrá. Nuestro estudio encontró que incluso en ojos sanos normales, estos pigmentos ópticos pueden aumentar con una pequeña porción diaria de bayas de goji", dijo Li.

El estudio, publicado en la revista 'Nutrients', destaca que se investigaron los compuestos bioactivos de las bayas de goji y se descubrió que contienen grandes cantidades de luteína y zeaxantina, que se sabe que reducen el riesgo de enfermedades oculares relacionadas con la DMEA. "La forma de zeaxantina en las bayas de goji también es una forma altamente biodisponible", según Li, lo que significa que se absorbe fácilmente en el sistema digestivo para que el cuerpo pueda usarla.

Terapia actual

El tratamiento actual para las etapas intermedias de la enfermedad utiliza suplementos dietéticos especiales, llamados AREDS, que contienen vitaminas C, E, zinc, cobre, luteína y zeaxantina. Todavía no se ha demostrado que ninguna terapia conocida tenga un impacto en las primeras etapas de esta forma de pérdida de vision,

Su causa es compleja y multifactorial, e implica una combinación de riesgos genéticos, cambios asociados con la edad y factores ambientales como fumar, la dieta y la exposición al sol. Las primeras etapas del trastorno no 'arrojan' síntomas; sin embargo, los médicos pueden detectar la DMEA y otros problemas oculares durante un examen ocular completo regular.

"Nuestro estudio muestra que las bayas de goji, que son una fuente de alimento natural, pueden mejorar los pigmentos maculares de los participantes sanos más allá de tomar suplementos nutricionales en dosis altas", asevera el investigador Yiu. "El siguiente paso de nuestra investigación será examinar su uso en pacientes con DMAE en etapa temprana". Aunque los resultados son prometedores, los investigadores señalan que el tamaño del estudio fue pequeño y que se necesitará más investigación.