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Se buscan 700 navarros que beban alcohol para saber cómo afecta realmente a la salud
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150 voluntarios no consumirán en un año

Se buscan 700 navarros que beban alcohol para saber cómo afecta realmente a la salud

El proyecto piloto Nameti, de la Universidad de Navarra, aspira a ser el primer estudio que mida de manera objetiva la influencia que la bebida tiene en nuestro organismo, con un ensayo aleatorizado y sin influencia de la industria

Foto: Foto: EFE/Archivo/David Crosling.
Foto: EFE/Archivo/David Crosling.

España es el segundo país de la Unión Europea donde se bebe con más frecuencia, según la European Health Interview Survey, una encuesta realizada a mayores de 15 años cuyos datos muestran los patrones de consumo de los ciudadanos de los países de la zona.

Lo cierto es que el consumo de alcohol –aunque debería evitarse– es una realidad en nuestra sociedad, por lo que debemos atender a ella. Aunque existe una gran cantidad de estudios sobre cómo afecta a la salud, muchos de ellos con la mano de la industria detrás, falta evidencia científica clara sobre cuál es la mejor recomendación que los profesionales sanitarios pueden hacer sobre la cantidad de copas o cañas que tomar.

Foto: Foto: iStock.
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Ante esta carencia de evidencia científica real sobre los efectos del alcohol en la salud nace el proyecto Navarra Medical Trialist Initiative (Nameti). Liderado por investigadores del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra (Unav), en colaboración con antiguos graduados de la Facultad de Medicina, este proyecto piloto busca voluntarios para investigar los efectos del alcohol en la población.

El estudio piloto será el primer ensayo aleatorizado, con grupo de control, sobre el consumo de bebidas alcohólicas. Completamente independiente, sin ningún tipo de ingerencia por parte de la industria. El proyecto pionero, que se circunscribirá a Navarra y aspira a traspasar las fronteras forales, solo ha recibido financiación pública del Plan Nacional sobre Drogas y del Ciber de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN).

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Foto: EFE/J.j. Guillén.

En un mundo donde existen dos corrientes –una que defiende que una cantidad moderada de alcohol es saludable y otra que asegura que no hay cantidad de bebida buena para la salud–, Nameti quiere encontrar los datos objetivos. “Partimos de una perspectiva absolutamente agnóstica. No estamos ni a favor de una de las hipótesis ni de la otra”, explica a El Confidencial Miguel Ángel Martínez-González, director del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Unav y uno de los padres del proyecto.

300 personas dispuestas a no beber

Para poner en marcha Nameti están buscando 700 voluntarios de Navarra, de los cuales solo 300 llegarán a formar parte del ensayo. Estos se dividirán en dos grupos: 150 de ellos seguirán una dieta en la que el alcohol esté incluido y los restantes (el grupo de control) no podrán consumirlo.

“Para llegar a esos dos grupos de 150 voluntarios cada uno, calculamos que necesitamos a 700 personas, porque cuando se pida el consentimiento para participar tenemos que encontrar mínimo a 300 personas dispuestas a asumir durante un año una serie de consejos que les lleven a abstenerse del alcohol [aunque solo la mitad no consumirán] y reemplazarlo por otras bebidas no alcohólicas similares. Ya que las personas de cada grupo se rifan al azar una vez hayan aceptado participar”, desgrana Martínez-González. “Al ser un ensayo de este tipo, es necesario que sea el azar el que decida que unos van a un grupo y otros al otro”, apostilla el también catedrático de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard.

Consumo de tres bebidas a la semana

Para poder participar en Nameti se requiere que los voluntarios sean mayores de 18 años que ya consuman al menos tres bebidas alcohólicas a la semana y vivan en Navarra.

Este proyecto piloto, que dura 12 meses, consta de varias fases. Por un lado, al inicio y al final, envían a los participantes un cuestionario sobre estilos de vida y consumo de alimentos y bebidas. También habrá dos visitas presenciales a una consulta, en las que se hará un registro de peso y altura, un electrocardiograma y unas pruebas de memoria, así como una toma de muestras de sangre y orina. Por otra parte, cada 15 días se deberá rellenar un cuestionario online muy breve centrado en el consumo de alcohol.

Foto: El consumo moderado de alcohol también provoca cáncer, según un estudio. (Foto: iStock)

Durante todo el estudio, se deberán seguir las recomendaciones sobre el consumo de alcohol, a través de un material concreto que cada participante tendrá disponible en una web personalizada. Además, recibirán asesoramiento de un dietista-nutricionista vía telemática.

El grupo que pueda tomar bebidas recibirá indicaciones de un consumo moderado enmarcado en la dieta mediterránea –especialmente vino tinto–, evitando un consumo excesivo ni acumulación del mismo en eventos concretos. Y, por otro lado, los abstemios recibirán indicaciones sobre las bondades de no consumir alcohol y se les indicarán bebidas sustitutivas para que se adapten.

placeholder Foto: EFE/Íñigo Álvarez.
Foto: EFE/Íñigo Álvarez.

Además de pruebas previas y posteriores al estudio –como presión arterial, evaluación antropométrica o medidas de grasa corporal–, van a realizar pruebas concretas para comprobar que el grupo abstemio esté cumpliendo con su compromiso de ‘cero alcohol’.

Los interesados pueden inscribirse o pedir más información a través del correo: nameti@unav.es.

¿Por qué ahora?

Martínez-González cuenta que este proyecto quiere ponerse en marcha porque “ahora mismo hay muchísimo ruido con el tema del alcohol. El trasfondo es que ahora es más necesario que nunca”.

El experto en salud pública detalla que durante muchos años los estudios epidemiológicos mejor diseñados demostraban que el consumo moderado de alcohol reducía el riesgo de infarto de miocardio. Pero recientemente otros estudios de aleatorización mendeliana han hecho cambiar la opinión de algunos expertos al señalar que no existía tal protección para la salud cardiovascular ni para la diabetes, por lo que no hay cantidad de alcohol sana. Cabe destacar que los infartos y accidentes isquémicos son las principales causas de muerte en Europa.

Foto: Tampoco hay un tipo de bebida que sea más o menos perjudicial. (Unsplash)

Asimismo, otro estudio a nivel mundial de la carga global de enfermedades señalaba que lo mejor para la salud es no tomar alcohol, pero no tenía en cuenta otras cuestiones que hacían que la mortalidad aumentase en ciertos países.

“Tanto los estudios de modelización como los de aleatorización mendeliana en el fondo son especulaciones y tienen que asumir una serie de supuestos que no hay forma de demostrar”, sostiene el catedrático.

placeholder Foto: EFE/Alberto Peña.
Foto: EFE/Alberto Peña.

“Por todo ello hay una gran controversia. Hay epidemiólogos fantásticos y profesionales extraordinarios que dicen que el mejor nivel de consumo de alcohol es 0; y otros epidemiólogos fantásticos también y con una trayectoria impecable en salud pública que te dicen que el consumo de alcohol es de lo que más beneficia a la salud. Son posturas que están en las antípodas y los dos son grupos de gente muy buena”, explica a este respecto el catedrático de Salud Pública.

Teniendo en cuenta los datos que existen hasta ahora se puede plantear de todo en los estudios que relacionan salud y alcohol, desde grupos de presión, apariciones mediáticas, la industria detrás de algunos resultados…, “pero lo mejor que se puede hacer es un ensayo con reparto al zar, como el que vamos a hacer, que es la mejor evidencia científica que se puede tener. Vamos a dejarnos de teoría y vamos a ver los datos”, concluye el profesor de la Unav.

España es el segundo país de la Unión Europea donde se bebe con más frecuencia, según la European Health Interview Survey, una encuesta realizada a mayores de 15 años cuyos datos muestran los patrones de consumo de los ciudadanos de los países de la zona.

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