¿Qué le ocurre al cuerpo durante el embarazo?
En el momento en que el óvulo es fecundado, las hormonas comienzan a ejercer su poder y el cuerpo empieza a sufrir cambios. Te contamos cuáles y sus remedios
La natalidad en España ha bajado en los últimos 20 años y la edad de gestación cada vez es más alta. En el año 2002 nacieron 418.846 bebés, mientras que en 2020 la cifra se sitúa en 339.206 nacidos. Además, según datos proporcionados por Statista, las mujeres españolas siguen la tendencia de tener más hijos pasados los 30, especialmente entre los 32 y 36 años. En este sentido, el problema es que cuanto más mayor sea la madre, más riesgo de aborto espontáneo, defectos de nacimiento y complicaciones durante el embarazo existe.
La gestación es el periodo que transcurre desde la implantación en el útero del óvulo fecundado hasta el momento del parto. Durante este proceso, el organismo sufre múltiples cambios fisiológicos e implica algunos riesgos. De hecho, es difícil encontrar alguna parte del cuerpo que no se vea afectada.
El útero pasa de pesar 60 gramos a 1.000 en la etapa final del embarazo
En el caso de sufrir alguna enfermedad crónica como hipertensión arterial, síndrome de ovarios poliquísticos, problemas renales, enfermedades autoinmunitarias, tiroides o incluso obesidad, los expertos recomiendan acudir al médico antes del embarazo para minimizar riesgos.
La piel, uno de los órganos más alterable
Uno de los cambios más evidentes y tempranos se observan en las mamas de la mujer, ya que aumentan de tamaño (porque se preparan para la lactancia), se encuentran más sensibles y se oscurecen.
Con el embarazo, las caderas se ensanchan y las extremidades y el rostro se hinchan, ya que durante este proceso el cuerpo va acumulando grasa en abdomen, espalda, brazos y muslos que utilizará en el último mes de gestación. Para que el cuerpo acumule solo lo necesario, puedes hacer masajes de drenaje y ejercicios de pilates, yoga o natación. Sin embargo, la piel es uno de los órganos más afectados por el embarazo.
Algunos de estos evidentes cambios son la pigmentación de areolas, genitales y la aparición de la línea alba abdominal, que suele empezar a ser visible en el tercer mes de gestación. Sin embargo, la intensidad de esta hiperpigmentación, a causa de los estrógenos y gestágenos maternos y a la actividad placentaria, suele debilitarse tras el parto.
También es frecuente la aparición de estrías, por lo que la Asociación Española de Matronas (AESMATRONAS) recomienda mantener la piel lo más hidratada posible para retrasar su manifestación, ya que una vez que salen no desaparecen, aunque sí pueden mejorarse.
Efectos en el sistema endocrino
El sistema endocrino es el responsable de producir las hormonas que, a su vez, generan cambios en la mujer. En el momento de la gestación, las hormonas liberadas son sustancias químicas que provocan todos esos cambios físicos visibles durante el embarazo.
En general, todo el sistema endocrino se ve afectado, ya que estos cambios comienzan casi en el instante de ser fertilizado el óvulo. Por esta razón son frecuentes las náuseas y vómitos matutinos, el aumento de apetito, el reflujo, la retención de líquidos o incluso la diabetes gestacional, sobre todo en el primer trimestre de gestación. La Clínica Mayo señala que para evitar náuseas y vómitos se aconseja evitar desencadenantes como el café, el aroma de los alimentos recalentados y comer tentempiés con frecuencia.
También se reduce el ácido clorhídrico y la pepsina del estómago, lo que causa que las digestiones sean más pesadas. En este sentido, es imprescindible cuidar nuestra dieta para que sea lo más sana y equilibrada posible, hacer ejercicio físico de manera regular (aunque moderado y adaptado a cada fase del embarazo) y no dejar pasar ninguna prueba recomendada por el ginecólogo.
Los cambios físicos que desconoces
Las mamas son lo primero que crece. La tripa, por su parte, tarda más en evolucionar. De hecho, hasta el quinto mes no está realmente redonda. AESMATRONAS explica que el útero pasa de pesar 60 gramos a 1.000 al final del embarazo. Por lo general, no se debe aumentar más de 12 kilos durante la gestación.
La institución indica que los cambios más notorios se presentan en el segundo trimestre (hasta la semana 24). Aquí el útero sale de la pelvis y en ocasiones la vulva se inflama, sobre todo si pasas mucho tiempo de pie, aunque el organismo advierte de que esta señal debe tratarse antes de que comience el tercer trimestre, ya que si no puede haber riesgo de sufrir varices vulvares que compliquen el parto.
En el embarazo, el corazón de la madre se desplaza y aumenta su tamaño para que llegue al bebé
El último trimestre del embarazo está caracterizado por ser el más complicado. El útero puede llegar a rozar tus costillas y dificultar la respiración porque la capacidad del pulmón para expandirse queda limitada y disminuye la toma de oxígeno. El estómago, por su parte, queda arrinconado en la parte superior, por lo que pueden aparecer complicaciones a la hora de hacer la digestión. Por esta razón, es importante no acostarte según comas y evitar los alimentos pesados, picantes o gaseosos.
Asimismo, el corazón también se ha desplazado y ha aumentado su tamaño para poder bombear más líquido y que así le llegue correctamente al bebé. Es posible que aumente la sensación de cansancio o las palpitaciones debido a que el corazón trabaja más, pero es un efecto normal en este proceso.
La natalidad en España ha bajado en los últimos 20 años y la edad de gestación cada vez es más alta. En el año 2002 nacieron 418.846 bebés, mientras que en 2020 la cifra se sitúa en 339.206 nacidos. Además, según datos proporcionados por Statista, las mujeres españolas siguen la tendencia de tener más hijos pasados los 30, especialmente entre los 32 y 36 años. En este sentido, el problema es que cuanto más mayor sea la madre, más riesgo de aborto espontáneo, defectos de nacimiento y complicaciones durante el embarazo existe.