Urgenciología, la especialidad médica inexistente que salva miles de vidas al día

Cada día miles de personas entran por las puertas de urgencias de los hospitales españoles. Los 365 días del año y las 24 horas al día, cientos de sanitarios están disponibles para atender de la mejor manera posible a todos los pacientes que llegan, pudiendo suponer su trabajo la diferencia entre la vida y la muerte. A pesar de la gran importancia de su labor –que la pandemia ha puesto de relieve–, los médicos no cuentan con la formación reglada correspondiente, algo que sí sucede con el resto de sus colegas de otras áreas.

La urgenciología es una especialidad médica que está presente en más de 100 países de todo el mundo, entre los que se encuentran 33 de Europa. A pesar de ello, en España es imposible encontrar, como tal, a un urgenciólogo en su servicio.

Aunque en el resto de consultas cada doctor tenga su especialidad –dermatología, cardiología, reumatología, neurología, familia, etc–, no sucede así en las urgencias de los hospitales públicos. Una situación que llevan denunciando años los facultativos de los servicios de emergencias de nuestro país, al tiempo que reclaman la creación de su especialidad.

Necesaria para médicos y ciudadanos

Los médicos de urgencias y emergencias consideran esta especialidad muy necesaria tanto para los propios facultativos como para los pacientes. “Fundamentalmente, porque es un aval de equidad para los ciudadanos; y una garantía de una formación uniforme y homogénea para todos lo profesionales que trabajamos en urgencias y emergencias, en línea con lo que está establecido por la Unión Europea”, explica a El Confidencial Javier Millán Soria, responsable de relaciones institucionales de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes).

La especialidad de urgenciología está reconocida por la Unión Europea (directiva comunitaria 36/2005) desde el año 2005, con un periodo formativo de 5 años. A pesar de ello, en nuestro país no se están formando por la vía convencional de MIR a médicos en esta disciplina –salvo en el ámbito militar–, por lo que los facultativos que trabajan en las urgencias de los hospitales públicos han tenido que hacer otra especialidad y después formarse para las emergencias.

“Existe el currículum formativo en Europa que establece cuáles son las competencias y los conocimientos que debe adquirir un profesional que trabaja en los servicios de urgencias y emergencias. Esto, además de una garantía para la seguridad de los pacientes que acuden a urgencias, es esencial para la supervivencia de los servicios”, apostilla Millán.

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El médico, que también es jefe del Servicio de Urgencias de La Fe de Valencia, señala que “ya existía un problema sanitario que se ha visto agravado por la pandemia y que exige una reforma profunda del sistema a diferentes niveles, como se ha puesto de manifiesto mediáticamente con la atención primaria”. Y agrega: “Entre estas reformas profundas, es fundamental que el Gobierno cree la especialidad de medicina de urgencias y emergencias. Lo que permitiría, por un lado, evitar la competencia de recursos y protegería a los profesionales; y por otro, batallaría contra la realidad de que se está impidiendo a los futuros estudiantes de medicina que quieren hacer la especialidad de urgencias formarse en España”.

Ni más dinero, ni más recursos

“Solo estamos pidiendo formación, no estamos pidiendo dinero, ni inversiones. Pedimos una formación reglada y uniforme”, aclara Millán, por lo que considera “incomprensible que el Gobierno no se plantee abordar este tema como algo prioritario. Es un sinsentido en estos momentos”.

El jefe de Urgencias de La Fe insiste en este sentido que, además, la inexistencia de la especialidad “está generando un conflicto entre recursos y profesionales a la fuga, tanto de otras especialidades hacia urgencias como fuera de nuestro país para formarse”.

Cabe destacar que los médicos de urgencias llevan lustros reclamando la creación de su especialidad en el ámbito civil. Especialmente desde el año 2015 cuando el BOE, por fin, recogió la creación de esta formación, pero solo la puso en marcha en el ámbito militar: “Fue creada por el Ministerio de Defensa, porque era un requisito el reconocimiento para los operativos internacionales”.

“La especialidad la han anunciado más de seis ministros desde que la reconociese la Unión Europea en 2005. Es una especialidad consolidada, no nos estamos inventando nada ahora en España”, apostilla Millán.

Una red de seguridad durante la pandemia

La pandemia ha puesto de relieve la importancia de los médicos de urgencias para el sistema sanitario: “Hemos atendido a todos los pacientes que han llegado, las 24 horas del día los 365 días del año, y se ha puesto de manifiesto con el coronavirus que somos una red de seguridad del sistema sanitario, porque hemos estado abiertos siempre para dar respuesta a la atención que necesitaban los ciudadanos”.

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Además, en todos los meses que llevan batallando contra el covid-19, el facultativo de urgencias afirma que “nunca” se han quejado, “pero evidentemente la pandemia ha puesto de manifiesto las carencias que tiene el sistema sanitario, como estamos viendo en los servicios de urgencias en los que estamos al límite, con un aumento brutal de la presión en los últimos meses”. “Es necesario que esto se aborde de forma seria desde el Ministerio de Sanidad, porque todo tiene límites. Igual que se han puesto de manifiesto los problemas de la atención primaria, también nosotros tenemos problemas de recursos humanos y una estructura a veces obsoleta que podría solucionarse con la creación de la especialidad de urgencias”, concluye Millán.